El Día que la Lluvia nos Reencontró (En Pausa)

[02] Caer Dormida de Nuevo

¡Hay nueva portada! ♥ Espero que les parezca bonita uwu me tardé haciéndola hasta que quedó como me la imaginaba :'3

Sin más que agregar, procedemos con la lectura :'D

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    Cualquier persona estaría por lo menos un poco feliz por poder mudarse de ciudad. Nuevo ambiente, nuevas oportunidades, nuevas personas y muchos otros etcéteras que dicen por ahí.

    Pero ese no era mi caso.

    Mi madre es arquitecta y profesora universitaria en la facultad de arquitectura, y recibió una oferta para trabajar en una universidad muy reconocida en el estado gracias a su excelencia y formación de profesionales, a la vez que le ofrecieron trabajo en el proyecto de remodelación y restauración de un muy viejo edificio de la misma. Mi mami era famosa por su talento y colaboración en muchas construcciones.

    Con respecto a mí, iría a un colegio privado. La universidad consiguió una beca para mí en un colegio con el que mantienen muy buenas relaciones, ya que muchos estudiantes aplican a esa universidad. De verdad estaban muy interesados en contratar a mi madre si se preocuparon en facilitarle muchas cosas con respecto a mis estudios, la mudanza y etc.

    En el trayecto —que ya se me hacia una eternidad— escuchaba música con mis auriculares y dejaba que mi mente se inundara en mis pensamientos mientras miraba por la ventana del auto.

    A pesar de los hermosos paisajes, pequeñas ciudades y pueblos que pasábamos, nada podía sacar de mi cabeza la vida que estaba dejando atrás y además, mi celular —que estaba en aleatorio— ponía canciones tristes, oh si, qué gran ayuda.

    Sin darme cuenta, ya las lágrimas se escapaban de mis ojos silenciosamente. De pronto sentí que mi madre me quitaba un auricular, buscaba mi atención.

    — ¿Qué pasa cariño? ¿Por qué lloras?

    — ¿Ah? No es nada mamá, no te preocupes —le respondí mirándola de reojo. Me limpie las lágrimas.

    —Gabriella... Por favor no te pongas triste, sabes que nos mudamos por algo mejor, a veces cae bien un cambio —dijo mi madre con una mirada comprensiva. Ella me miraba de reojo mientras seguía conduciendo.

    —Lo sé... Pero dejamos todo atrás. Extraño a mis amigos y a mi novio... No puedo evitar sentirme así —otra lágrima se escapó, volví a mirar por la ventana.

    —Tranquila cariño, te prometo que los volverás a ver... Además, estoy segura de que nos espera algo bueno a ambas, trata de sonreír —decía mi madre con una miraba que me transmitía calidez y apretó mi mejilla.

    Las palabras de mi madre siempre han sido reconfortantes, me hacía sonreír. Tal vez tiene razón.

    Minutos después, llegamos a la ciudad. Desde antes de llegar, sentías ese aire de "gran ciudad", como diría alguien que vive en el campo. Nosotras tampoco éramos de un pueblo pequeño o algo así, pero si vivíamos en los suburbios.

    Viendo todo a mí alrededor y comparándolo con mi antiguo hogar, de verdad me siento como si hubiese salido de un pueblo. Fue un viaje un tanto largo, ya que la ciudad de dónde venimos queda en un extremo del estado y esta queda en el extremo contrario.

    Al fin llegamos a nuestra nueva casa. No la había visto hasta ahora, mi madre quiso que fuera una sorpresa para mí y sin dudas lo fue. La única palabra que puedo encontrar para describirla en simples palabras es "impresionante", y es decir muy poco.