"¿Cómo dices?" dijo, incrédulo. Louis caminó hasta un pasillo donde había tres puertas. Entró a una de ellas; una habitación relativamente grande, con una cama matrimonial, una puerta con lo que supuso era un baño, dos mesas de noche y un sofá pequeño. Sus cosas estaban ahí; Louis sacó la banda elástica para el cabello de uno de sus bolsos.
"Digo que compré esta casa para ambos. Para que puedas escribir tu historia, al igual que la mansión de Gatsby tenía su historia, y Cumbres Borrascosas y la casa de Verano de Elio. Ahora tú puedes escribir la tuya."
Tragó saliva, y lo miró, aún si poder creerlo.
"Estás jodiéndome." Murmuró.
"Oh, claro que no." Rió, y se quitó la playera. "Manny y Antonio comparten la habitación de al lado. El auto está estacionado atrás y tus cosas están ahí. Tu teléfono ya debió haberse cargado, le pedí a Antonio que te lo pusiese a cargar." Dijo, señalando la mesa de noche. "Yo voy a ducharme. Pedí la cena, debe estar en el microondas. La otra puerta es un baño, puedes ducharte ahí si quieres."
Se quedó de pie, no dijo una palabra. Louis se acercó y le dejó un beso en la comisura de los labios antes de meterse en el baño. Harry se pasó las manos por el pelo, sonriente.
Fue hasta la cocina. La casa era pequeña y acogedora, de un solo piso. En el microondas había una pasta que nunca había visto, pero calentó y sirvió para ambos. El refrigerador estaba lleno, sirvió algo para tomar y cuando estaba buscando los cubiertos, Louis apareció detrás de él, y abrió un cajón.
"¿Buscabas eso?" dijo, sacando dos tenedores. Harry volteó a verlo; estaba igual que siempre que salía de la ducha, pero tenía el cabello seco.
"Sí, gracias." Murmuró, en respuesta.
Se sentaron en la mesa y comieron en silencio. Louis le comentó que atrás había una mecedora y una hamaca donde podía escribir si quería, pero la comida estaba tan deliciosa que no hizo más que asentir.
"Está increíble." Dijo, dejando el tenedor en el plato ya vacío.
"¿No la habías probado?" preguntó, limpiándose los labios con una servilleta.
"Jamás. Buscaré la receta para hacerla en casa." Respondió, apoyándose en el espaldar de la silla.
"Ya quiero probar eso." Sonrió, y se levantó, para lavar los dos platos. "No tengo sueño, ¿y tú?"
"No. Creo que me sentaré a leer afuera. ¿Vienes?" Harry se estiró, y se levantó. Louis asintió.
"Voy, termino acá y busco mi teléfono. Anda a ducharte, yo te esperaré afuera."
Así lo hizo, y un rato después estaban afuera. Hacía algo de frío y la noche era clara, pero había luces que parecían de navidad, y las encendieron. Harry estaba en la hamaca leyendo un libro que Louis nunca le había visto antes, y él estaba con el celular.
Hablaba con Eleanor, quien le decía que debía subir algo pues tenía rato sin hacerlo, y él le decía que no había problema. Dejó el teléfono a un lado, y miró a Harry.
"¿Qué lees?" preguntó, curioso. Harry no apartó la mirada de la lectura.
"Hitler y Eva Braun." Dijo, concentrado.
"¿Qué haces leyendo eso? ¡Era un hombre horrible!"
"Tengo demasiados libros." Esta vez sí apartó la mirada, y se subió los anteojos hasta el pelo. "Tengo que darle oportunidad a otras novelas." Se encogió de hombros.
"Vi que tenías el Best Seller de Drácula. Puedes leer eso, no algo sobre la maldad personificada."
"Drácula era un vampiro." Dijo, volviendo a su lectura.
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『 two ghosts ; larry 』
FanfictionDonde Harry es un escritor sin inspiración y Louis es un modelo cansado de no ser él mismo. © vanessa márquez g.