Cada uno de sus latidos

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*Narrador/a: Matthew*

Aquel día fue largo, encontré una razón para salir por la noche y después otra, la segunda razón era... Era ella, vaya, no sabía su nombre, ni se lo había preguntado. Ella tenía algo, algo diferente, creo que era algo verdaderamente misterioso, quizá porque escondía algo o tal vez fuera porque así es su aura. Sus ojos por lo que podía sentir estaban encharcados casi todo el tiempo y sus pulsaciones al estar despertándose eran de terror, de sentir un real terror. No puedo ni imaginarme lo que le habrá pasado allí, pero desde luego no habrá sido nada bueno.
Después de dejarla más tranquila, espero, me fui a la cama pero no podía dormir, era imposible después de todo lo que había pasado esa noche.

La mañana siguiente al despertarme recordé que lo de la noche antes era real, que había pasado de verdad, pero no podía quedarme allí con ella, tenía que ir a trabajar. Eran las seis y el cielo aún estaba oscuro, salí de mi habitación y me sorprendí al notar que no estaba en el sofá sino que estaba sentada en el bordillo de la ventana, era grande así que no había ningún problema al sentarse allí, pero no me habría sorprendido si no fuera porque estaba dormida.

Me acerqué a ella sin hacer ruido, me senté en frente despacio y, la observé mientras seguía dormida, soy ciego pero aún veo, aunque vea el mundo en llamas, aún veo. Escuchaba y notaba cada uno de sus latidos, eran lentos, calmados, parecía estar en paz y eso me gustaba de ella porque creo que sus latidos no han sido así en mucho tiempo.
La noción del tiempo, algo delicado, no sé cuánto tiempo me pasé escuchándola y ya hacía tarde para el trabajo, aunque seguramente mis socios, Karen y Foggy, lo entenderían como casi siempre han hecho respecto a mi otra vida, la vida de Daredevil.

Ya estaba vestido, tenía que irme, pero no quería que al despertar se asustara y se fuera, pero tampoco podía despertarla. Con todas mis fuerzas intenté dejarle una nota en escrito, no mentiré, me alegré de que se despertara...
----¿Matthew? ¿Eres tú?
----Si soy yo, tengo que irme a trabajar, intentaré volver lo más pronto posible. Si tienes hambre te he preparado el desayuno, vigila que no te dé alergia nada, también hay comida en la nevera y despensa. Será mejor que te des un baño, el lavabo está por ahí, y como no tienes ropa limpia ponte la mía, la encontrarás en aquel armario de allí.
----Matthew Murdock, ¿me estás diciendo que necesito un baño?
Me quedé en blanco, no sabía qué contestarle, no obstante sabía que estaba de broma.
----No, yo... esto... eh... no quería...
----Tranquilo, no iba en serio...
----Claro... de todos modos llámame Matt, así es como lo hacen todos.
----De acuerdo, que pases un buen día Matt. Y... entiendo que tengas que irte y también entiendo que sería peligroso que saliera a la calle, así que... vuelve pronto, porfavor.

Llegué al bufete tarde. Cuando Foggy y Karen me preguntaron sobre mi retraso, les quise decir la verdad, sin embargo no sé por qué, no pude. Les dije que una señora había insistido en acompañarme hasta mi destino por estar ciego, lo sé, es una pésima excusa, pero se lo creyeron.

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