Riddle | PJOxHP

Two.

«Capítulo dos»
Solo nosotros dos

| Pasado |
Seis años atrás

Maligna se encontraba caminado por el bosque del campamento mientras hablaba con una serpiente bebé que había encontrado hace unos meses.

Apartó una rama de su camino y habló:— Los hijos de Afrodita no paran de molestar y Quirón me prohibió lanzarle alguna maldición, aunque Dionisio me dejó si no decía que fui yo. —la serpiente rió.

— Puedo asustarlos, si quieres.

— Aunque me encantaría, —lo miró por un breve momento— no quiero que te hagan algo.

— Estoy a tus servicios, ¿lo olvidas?

— Eres mi amigo, no mi siervo. Además, puedo hacer que le crezcan barros en el rostro y listo. —se encogió de hombros con una sonrisa.

Cerca de donde se encontraban se oyeron unos pequeños, pero audibles sollozos. Mal comenzó a acercarse, notando que era en la parte del pequeño lago, donde nadie iba, corrió unas ramas y observó una figura masculina agazapada y que temblaba levemente. Con cuidado, se acercó y se sentó a su lado.

— Es hoy, ¿verdad? —el joven no respondió. Mal colocó una mano en su hombro— Lo siento, no sé lo que es perder a un familiar, —el joven levantó la cabeza y la miró— porque no conocí a mi padre y no me llevo con mis hermanos, —Mal posó su mirada en él— pero, de todas formas, siento tu perdida. No conocí muy bien a Bianca, pero por lo que me contabas de ella se que era una gran chica.

— Gracias. —murmuró.

— No tienes por qué darlas. Los amigos hacen eso, supongo. —hizo una mueca en un intento de sonrisa.

— ¿Somos amigos? —frunció el ceño, confundido.

— Bueno, antes de que te alejaras, lo éramos.

— Siento eso. —Mal se encogió de hombros.

— No es tu culpa, yo tuve que haber insistido.

La serpiente, que se había quedado apartada hasta el momento, se arrastró hacia ellos y se enroscó en el brazo del joven mientras siseaba.

— Le agradas.

— ¿Cómo lo sabes? —preguntó curioso.