Desde pequeño Wei Ying siempre ha tenido el mismo sueño, se encuentra postrado en cama, su cuerpo está débil y sabe que su final está cerca, aún así le regala sonrisas al hermoso hombre vestido de blanco que permanece a su lado, mientras sostiene su mano con suavidad, lo mira fijamente con aquellos orbes dorados antes de salir de la habitación, su ceño está marcado por la tristeza y el dolor.
Wei WuXian lo mira alejarse y se lamenta por mentirle, una vez que se ha ido, sale a rastras de la cama y con dificultad consigue llegar apenas a un pequeño escritorio, dónde tomando un pincel y una hoja de papel, escribe tres palabras antes de exhalar su último aliento, sin embargo mientras se desvanece en la nada, se promete a si mismo que no olvidará ni el nombre ni el rostro de su amado esposo, y jura por los cielos y la tierra que volverá a encontrarlo sin importar cuántas vidas le tome.
—Lan Zhan…
La alarma de Wei WuXian suena exactamente a las 6:30 como cada mañana, con pereza estira la mano hacia la mesita de noche y toma su teléfono, la cabeza le está matando, la noche anterior tubo un trabajo y como de costumbre bebió más de la cuenta, odiaba tener ese ritmo de vida, extrañaba los días en los que solía vivir en casa de los Jiang, sacude la cabeza y suspira al ver que tienen varios mensajes de sus hermanos en el buzón voz, sonreí amargamente y se golpea la frente con la palma de la mano, antes de borrar el historial sin siquiera revisarlo.
—Lo siento Shijie, Jiang Cheng.
Se toma su tiempo para salir de la cama, de igual manera ya ha perdido la primer clase, mientras se viste revisa su bolso para cerciorarse de que no le falta nada, quizás su vida sea un destre por las noches, pero al menos quiere tener la oportunidad de tocar en un gran escenario esa canción que tanto ama, la que él le compuso hace tanto tiempo, sale de la habitación y se dirige a la cocina, abre el refrigerador y saca una botella de agua, por un momento no puede evitar cuestionar su decisión.
—Tal vez debería…
Bebe un sorbo y golpea su rostro con ambas manos, en un intento por espabilar.
—Basta! No puedo permitir que les hagan daño.
Se repite con firmeza, antes de tomar sus llaves y partir a la universidad.
Los padres de Wei WuXian eran arqueólogos, y siempre estaban viajando alrededor del mundo en busca de nuevos sitios arqueológicos, por lo que él se había quedado al cuidado de la familia Jiang, el tío FengMian era el mejor amigo de sus padres, y le habían pedido de favor que cuidara de su hijo mientras ellos estaban fuera de la cuidad, de ese modo, Wei Ying no tendría que ser constantemente trasladado de una escuela a otra, en realidad fue una suerte que su relación con los hijos del tío Jiang fuese tan buena, llegando incluso a considerarlo un hermano.
Sin embargo poco antes del décimo sexto cumpleaños del menor, sus padres desaparecieron misteriosamente durante una excavación, se presumía que habían quedado atrapados debajo de un deslave, lamentablemente jamás encontraron sus cuerpos.
Wei WuXian quedó destrozado, amaba a sus padres, pues a pesar de estar lejos, ellos siempre se aseguraban de mantener contacto con su hijo, haciéndole llamadas periódicamente o enviándole recuerdos de cada uno sus viajes, él recuerda perfectamente el último regalo que ellos le enviaron, eran dos viejos y desgastados instrumentos; uno de ellos era un antiguo Giqin negro de siete cuerdas, y el otro era una estilizada flauta de madera tallada del mismo color, con los restos de lo que alguna vez fuera una borla roja, a él le encantaba la música, por lo que no dudo ni por un momento en restaurar aquellas bellezas.
Curiosamente con la llegada de ese último presente, también vinieron extraños y aterradores sueños, de fantasía, muerte y un amor imborrable.
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Para volver a tí
DiversosEstá es mi primera historia, y les agradezco por tomarse el tiempo de leerla, no soy buena para hacer descripciónes, pero en fin, aquí vamos. Desde pequeño Wei Ying siempre ha tenido el mismo sueño, se encuentra postrado en cama, su cuerpo está débi...