Puedes confiar en mí.

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Jiang Cheng mira desde la sala como su novio y su hermano se despiden antes de que el profesor de música se retiré.

Cierra los ojos y se pellizca el puente de la nariz, tratando de recordar cuándo y cómo fue que su hermano comenzó a cambiar y porqué.

De pronto siente un par de brazos cernirse sobre él y mirando al hermoso hombre vestido de blanco a su detrás, murmura.

—A Huan ¿Estas seguro de que ya nadie vendrá a interrumpirnos?

Xichen le sonríe antes de depositar un casto beso sobre su frente y disculparse.

—Lamento eso A Cheng, no esperaba que Wangji viniera de improvisto.

Jiang WanYin frunce los labios antes de regalarle una tímida sonrisa.

—Bien, pero ahora no tengo cara para ver tu familia.

Xichen lo mira en silencio mientras rodea el sillón para sentarse a su lado, luego abrazándolo fuertemente entre sus brazos, niega.

—No te preocupes por eso, pero… ¿Quieres continuar dónde lo dejamos?

El rostro del joven Jiang arde antes de que comience a fruncir el ceño y lo aparte de su lado.

—¡Tu realmente… ¿Me estás pidiendo a gritos que te rompa las piernas, no es así?!

Xichen sonríe mientras niega con la cabeza y se aleja, haciendole señas a su amante para que lo siga a la habitación.

—No creo que debas hacerlo, de lo contrario… Ya no podré complacerte como te gusta. 

Jinag Cheng suelta un bufido antes rodar los ojos e ir tras para “darle su merecido”.

En algún punto, la mente de Jiang Cheng vuelve al momento en el que él cree, que comenzó a perder a su hermano.

Después de la conferencia de verano, Wei WuXian comenzó a actuar verdaderamente extraño, se negaba a salir de su cuarto la mayor parte del tiempo, y en raras ocasiones cuando su teléfono sonaba, se ponía nervioso y salía de casa rápidamente sin im...

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Después de la conferencia de verano, Wei WuXian comenzó a actuar verdaderamente extraño, se negaba a salir de su cuarto la mayor parte del tiempo, y en raras ocasiones cuando su teléfono sonaba, se ponía nervioso y salía de casa rápidamente sin importarle el día o la hora, además de que casi siempre al regresar, pasaría el día entero en silencio y encerrado en su habitación, sin importar cuánto, ni quien llamara a su puerta, él jamás respondería.

Jinag Cheng noto como no solo la estabilidad emocional de su hermano decaía rápidamente, sino que también su salud se fue a piqué, si bien desde el principio su hermano siempre fue delgado, tenía músculos firmes y un saludable color rosado en las mejillas, sin embargo poco después de que su extraño comportamiento comenzara, Wei Ying dejo de comer y de cuidar su apariencia, era como si quisiera desagradar alguien.

Finalmente luego de casi tres años de tensión y estrés, Wei WuXian explota.

Fue justo dos días antes de su vigésimo cumpleaños, sus hermanos siempre habían gustado de organizar pequeñas reuniones entre amigos para celebrar sus cumpleaños, sin embargo las últimas veces, Wei WuXian se negó a salir de su habitación, por lo que al final, solo podían disculparse con sus invitados y despedirlos.

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