Capítulo 8

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En cuanto amaneció, papá, Shane y Daryl nos reunieron a todos para darnos algunas armas e iniciar la búsqueda de Sophia

—Tomad todos un arma —nos dijo papá.

Me acerqué al capó de uno de los coches donde estaban todas las armas y las observé de una en una. Solo habían armas blancas, así que decidí coger un machete. Nunca lo había utilizado, pero supuse que al ser más grande, si me encontraba con algún caminante, podría defenderme bastante bien sola.

—¿Y las pistolas? —preguntó Andrea al percatarse de que solo habían armas blancas.

—Ya lo discutimos —le recordó Shane—. Daryl, Rick y yo llevaremos las armas. No podemos permitirnos que a la mínima que alguien se asuste dispare a un árbol.

—No me preocupan los árboles —le dijo Andrea molesta.

—Digamos que alguien dispara y justamente pasa una manada de caminantes. Es el fin para todos, así que superalo ya —le dijo Shane igual de molesto y los dos se fulminaron con la mirada.

Lo cierto es que Shane tenía razón, así que Andrea tendría que entenderlo y conformarse.

—Iremos por el arroyo —explicó Daryl cambiando de tema para que no hubiera más tensión—. Tal vez este cerca de allí. Es su única referencia.

—Estad callados, atentos y manteneos a la vista de los demás —nos dijo papá y se giró hacia Dale—. Dale, tú quédate con T-Dog y arreglad la autocaravana. Carl se quedará con vosotros.

—Yo también voy —dijo Carl—. Necesitáis a toda la gente posible.

—Decide tú —le dijo mamá a papá al ver que este le miraba esperando una respuesta—. No seré siempre la mala.

—Papá, déjale venir —le dije tratando de ayudar a Carl, ya que después de la discusión que tuvo con Shane, quería levantarle un poco el ánimo—. Yo lo vigilaré de cerca.

—Os tiene a vosotros también para cuidarle. Está en buenas manos —le dijo Dale a papá apoyando mi argumento. No sabía muy bien por qué lo hacía, pero al ver el cambio de expresión de papá, sabía que había funcionado.

—Está bien —aceptó papá finalmente y se giró hacia Carl—. Pero mantente cerca.

Este asintió y Carl y yo chocamos los cinco satisfechos por haber convencido a papá.
Al fin le veía contento y no había otra cosa que me hiciera más feliz.
Entonces, todos cogimos nuestras mochilas y nos fuimos hacia el bosque para empezar la búsqueda.


[...]

Estuvimos andando un buen rato hasta que encontramos una tienda de campaña en medio del bosque, así que papá hizo que todos nos detuvieramos.

—Carol —la llamó papá y esta se acercó hasta donde estaban él y Daryl—. Llama a Sophia.

—¿Sophia? —la llamó como le había indicado—. Cariño, soy mamá. Estoy aquí con todos. Vamos, sal.

Al no haber respuesta, Daryl fue hacia la tienda de campaña silenciosamente y entró. Esperamos unos segundos, pero Daryl no salía y tampoco escuchabamos ningún ruido.

—¿Daryl? —le llamé impaciente, pero en ese momento salió de la tienda de campaña y se acercó a nosotros.

—No es ella —nos dijo refiriéndose a Sophia.

Love Me Like You Do | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora