Capítulo 7

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Desde que nos fuimos del lugar estuvimos viajando sin parar con los coches y la autocaravana. No sabíamos hacia donde ir exactamente, así que optamos por seguir la carretera hasta que encontráramos un lugar seguro en el que instalarnos.
Papá, mamá, Carl y yo estábamos en un mismo coche hasta que vimos que, delante nuestro, la autocaravana se detuvo. Papá detuvo el coche también y salimos. En la autopista había un embudo de coches los cuales nos impedían pasar. Entonces, todos nos dirigimos hacia la autocaravana.

—Puedo extraer algo de
combustible —propuso T-Dog tratando de encontrar una solución mientras ideabamos un plan para poder pasar entre todos esos coches.

—Y podemos buscar algo de agua y comida —añadió Andrea.

—Es un cementerio —dijo mamá mirando a su alrededor—. No me gusta mucho esto.

—Vamos, buscad por ahí y juntad todo lo que podáis —nos dijo T-Dog evitando el comentario de mamá y así poder hacer algo productivo.

Todos empezaron a moverse y miré al frente. Parecía que entre unos coches que habían más adelante podría haber algo de utilidad, así que me acerqué a mamá.

—Me adelantaré —la avisé.

—Esta bien —me dijo.

Fui directa hacia los dos coches que había visto más adelante mientras el resto se quedaban revisando los que estaban más cerca. En cuanto llegué, rebusqué en el primer coche, pero al parecer no había nada. Entonces, busqué en el segundo coche y en este, por suerte, encontré dos botellas de agua. No era demasiado, pero nos sería de gran utilidad.
Bebí un pequeño sorbo de una de las botellas y seguidamente las guardé en mi mochila.
Seguí buscando por otros coches y abrí el maletero de uno de ellos. Allí, había una bolsa pequeña con comida, así que la cogí y me giré para enseñársela a los demás, pero me percaté de que no había nadie. Fruncí el ceño algo confundida y guardé la bolsa en mi mochila.
Al parecer me había alejado más de lo que esperaba, así que retrocedí para volver hacia la autocaravana, pero en cuanto di un par de pasos, vi a un caminante.
Quise sacar mi cuchillo para matarle, pero detrás de él aparecieron más. Se trataba de una horda.

—Mierda —dije para mí.

Los caminantes venían de donde estaba la autocaravana y quería ir hacia allí para comprobar que todo el grupo estuviera bien, pero sabía que tenía que protegerme primero, así que me giré y seguí avanzando para tratar de buscar algún escondite, pero a lo lejos vi a T-Dog escondido detrás de un coche. Al parecer su brazo estaba sangrando, así que tenía que ir a ayudarle ya que si los caminantes le veían irían directamente hacia él.
Me escabullí entre los coches para tratar de llegar hasta T-Dog, pero cuando giré para llegar hasta otro coche, me choqué con alguien. Al principio creí que se trataba de un caminante y me asusté, pero en cuanto levanté la mirada y vi que era Daryl, un sentimiento de alivio me invadió el cuerpo.

—Dios mío —dije.

—¿Que haces? —me preguntó sorprendido—. Escondete.

—He visto a T-Dog. Creo que está sangrando y...

—Yo iré a por él —me interrumpió para no perder tiempo ya que la horda se acercaba a nosotros—. Tu escondete debajo de un coche, rápido.

Asentí y Daryl se fue. Entonces, miré a mi alrededor y el primer coche que vi me escondí debajo de este. No sabía si escondiendome allí debajo los caminantes pasarían de largo, pero no había otro sitio.
Al cabo de unos segundos, vi como los pies de varios caminantes pasaban por mi lado y me quedé quieta observando. Esperé unos minutos hasta que no vi a ningún caminante y salí de debajo del coche. Hasta entonces no me había dado cuenta de que estaba aguantando la respiración como un acto reflejo, así que cogí una bocanada de oxígeno y miré a mi alrededor. Seguía sin ver a nadie del grupo, así que corrí hasta la autocaravana con la esperanza de que todos estuvieran bien.
En cuanto llegué, vi que todos estaban a un lado de la autopista mirando hacia el bosque, así que me acerqué a ellos.

Love Me Like You Do | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora