Capítulo 11

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Después del incidente en el pozo, regresé con Carl y estuve para su cuidado el resto del día. Al anochecer, mamá me dijo que ya se encargaría de él y fui a dormir un poco. Al amanecer, papá reunió a unos cuantos para seguir con la búsqueda de Sophia y fui hacia ellos ya que yo también quería ayudarles.

—Hola, hija —me saludó papá en cuanto me vio—. ¿Has dormido bien?

—Si —le respondí y me acerqué a él para ver el mapa de la zona que tenia entre sus manos—. ¿Ya habéis hecho los grupos?

—Si, creo que sí —me respondió y dobló el mapa para guardarlo.

—¿Y con quién voy yo?

—Prefiero que te quedes aquí vigilando la granja junto a Dale y Andrea.

—Esta bien —le dije no muy convencida.

Aún así, papá me dio un beso en la cabeza y me despedí de él para seguidamente ir a la autocaravana de Dale. En cuanto llegué, Andrea estaba sentada en una silla que había colocado en el techo de la autocaravana y decidí subir para estar junto a ella.

—Buenos días, Andrea —la saludé.

—Buenos días, Lina —me saludó de vuelta—. ¿Necesitas algo?

—Nada en especial —le respondí y me senté en la silla que había a su lado—. He venido para ayudaros a ti y a Dale a vigilar la granja.

—Perfecto —me dijo con una sonrisa—. ¿Y tu hermano, como está?

—Todavia no a despertado, pero está estable —le respondí algo preocupada—. Así que de momento está bien, dentro de lo que cabe.

—¡¿Que hacéis allí arriba?! —nos preguntó Dale desde abajo y Andrea y yo nos giramos para mirarle.

—No nos apetece lavar la ropa, así que estamos vigilando —le respondió Andrea por las dos, aunque de mala gana—. ¿Te parece bien?

Dale no dijo nada, agachó la cabeza y entró en la autocaravana.
Desde que nos fuimos del laboratorio, Andrea se enfadó con él y creía que ya habían arreglado las cosas, pero al parecer seguían igual de mal.

—No deberías ser tan dura con él —le dije a Andrea y esta se encogió de hombros sin tener la mínima intención de ratificar su comportamiento hacia Dale.

—Lina —me llamó Glenn desde abajo de la autocaravana y me giré para verle—. ¿Puedo hablar contigo un momento?

—Claro —le respondí y me giré hacia Andrea—. Ahora vuelvo.

Esta me levantó el pulgar indicando que le parecía bien, así que me levanté de la silla y bajé de la autocaravana. Entonces, me reuní con Glenn y los dos andamos unos cuantos pasos hasta que pudimos estar completamente solos para que nadie nos escuchara.

—¿De que querías hablar? —le pregunté a Glenn.

—Bueno.... Necesito consejo sobre una cosa y como tú eres como mi mejor amiga, he pensado que....

—Glenn, dilo de una vez —le dije impaciente.

—Vale, si —se puso muy recto y se aclaró la garganta—. Pues que creo que me gusta Maggie y creo que yo a ella también.

—¿Es que habéis tenido algo?

—Cuando fuimos a la farmacia del pueblo los dos solos...

—¡¿En serio?! —exclamé emocionada.

—¡Shh! —me hizo callar Glenn—. No chilles tanto.

—Lo siento —me disculpé algo avergonzada pero igual de emocionada—. Es que me alegro mucho por ti. No creía que ibais a tener algo.

Love Me Like You Do | Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora