Uno

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Capitulo uno

''Créditos extra, créditos extra'' se repetía mentalmente mientras caminaba por las frías calles en dirección al hospital.

Un par de días antes el profesor Richards le había llamado a su despacho con el fin de poder conversar sobre el servicio social que se organizaba cada fin de año en medicina, con el propósito de que los estudiantes hicieran practicas y se familiarizaran con los pacientes. Desafortunadamente Luke siempre había sido uno de los peores alumnos que Richards tuvo, por lo que era bastante necesario, casi obligatorio, que los asistiera. Pero todos los puestos de las especialidades fueron tomadas con anticipación, excepto una.

Luke aun no sabía que especialidad tomar en cuanto a su carrera, pues estudiar medicina nunca estuvo en sus planes. Pero por diferentes circunstancias y presiones de parte de su familia, tuvo que tomarla.

Aquel día, Richards le llamó a su despacho y Luke entró en el con una mirada temerosa, pues el ya sabía que reprobó prácticamente todo el semestre y tendría que repetirlo, cosa que su padre no pasaría por alto.
Se sentó frente al escritorio y el profesor le dio las noticias sobre sus calificaciones con moderación, y en efecto, estaba reprobado. Luke pensó en las miles de consecuencias que esto le traería, le cancelarían el auto, dinero, salidas, pero eso no era lo que mas le preocupaba, si no el hecho de que perdería la confianza y el respeto de su padre.

Hecho un manojo de nervios se dispuso a salir del salón, pero Richards lo detuvo dándole la última oportunidad de pasar el semestre con una minima calificación. Servicio social. Y como se era de esperar, Luke aceptó sin siquiera saber en que se estaba metiendo, pues sus prioridades eran aprobar y ver el orgullo de su padre en una sonrisa plasmada.

Días después Richards le entregó el informe que mandaron desde el lugar en el que se instalaría por las tardes, y al abrir el documento se quedo estupefacto al ver de donde era. Hospital y Asilo Psiquiátrico Northdale.

Desde siempre se ha sabido que entrar en esa categoría era como un pequeño castigo, a menos que alguien quisiera estudiar aquella ocupación, en cambio para otros les parecía aburrido, e incluso, perturbador. Por el simple hecho de tener que estar al pendiente de una persona que no esta en sus cinco sentidos.

Así que ahora se encontraba caminando hacia el hospital mientras sujetaba fuertemente la mochila en su hombro. Minutos después de camino, llegó al enorme edificio de diferentes plantas que estaba protegido con una cerca eléctrica. Tenía un par de arboles y pasto en el, de alguna manera era acogedor. Fuera de allí estaban un par de hombres de seguridad, a los que les mostró su pase de visitante, y con una mirada de lastima hacia Luke, lo dejaron ingresar. Caminó por los pasillos hasta llegar a un mostrador con una secretaria regordeta frente a un computador, quien lo recibió amablemente y le indico la sala en donde se encontraría al medico que lo mantendría al tanto. Al llegar a la oficina un hombre de unos cuarentaitantos años de ojos azules y cabello oscuro lo atendió. Por su apariencia supo que era el doctor.

—Tu debes ser Luke Hemmings, muchacho— lo recibió calurosamente, detrás de el venía una enfermera de unos treintaitantos años. Tenia los ojos azules y el cabello rubio en un rodete.

—Así es señor— respondió educadamente. 

—Yo soy el doctor Derek Miller y ella es Ángel, te mostrará el panorama y te conducirá a tu paciente ¿estas preparado?— preguntó con algo de desdén al ver sus atuendos. 

Luke no llevaba el uniforme puesto, si no en la mochila, pues le parecía frívolo llevarlo en la calle, por eso lo guardó para después. Consistía en una simple bata de medico color blanco, camisa de botones blanca y pantalones al igual blancos.

Destroyed » l.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora