Destroyed » l.h.

Trece

El sábado por la mediodía se hizo presente, Luke despertó alrededor de las 2 de la tarde y cuando le llamo a Calum para hacer algo este se mostró ocupado argumentando tener que salir a entregar unas fotografías. Le llamo a mas personas pero todos estaban ocupados.
La idea de ir con Silver se le pasó por la mente, pero ¿que haría con Silver?
Recordó vagamente las palabras de hace un par de días atras de su amigo teñido. Fiesta el fin de semana. ¿Realmente tenía humor de salir a alguna fiesta? Seguramente el no, pero tal vez Silver si.

***

Un par de horas mas tarde, luego de verificar que el padre de Silver saliera como anteriormente. Se quedó algunos minutos esperando ver la cabellera castaña salir por la ventana. Pero al no ver nada, tuvo que salir el mismo, arriesgándose a que alguien mas estuviera con ella. Lo primero que se le vino a la mente fue  lanzar una roca a su ventana. No obtenía respuesta, y en cuanto pensó en darse la vuelta e irse por tan absurda idea la ventana se abrió repentinamente.

—¿Luke?— preguntó ella desde arriba.

Rayos, ahora no sabía como empezar.

—¿Estas lista para la fiesta de tu vida?— improvisó con una sonrisa nerviosa. Silver arqueó una ceja— Okay, eso sonó algo estupido.

—Descuida, estoy acostumbrada a comentarios estupidos— sonrió.

—Entonces, ¿vienes?— preguntó el. Tenia esa chispa de esperanza, aunque no lo admitiera— Es de disfraces— agregó, como si eso fuera a alterar su decision.

—Seria genial, pero lamento no tener algún disfraz.

—¡No importa!— Luke la interrumpio— Solo...acompañame.

Al escuchar tanta insistencia, Silver sintió algo dentro de ella. Fue una sensación extraña, pero le gustó.

***

Para la suerte de Silver,  sus padres saldrían de la ciudad y volverían hasta el día siguiente.
Alguna hora mas tarde, Silver y Luke salieron de la casa de ella en camino a la fiesta de Michael. El ambiente entre ellos era diferente, ambos tenían ese pequeño concepto de que era una cita en sus mentes, pero no querían admitirlo. Pero de alguna manera, se sentían bien con ellos así.
Silver subió en el auto de Luke e inconscientemente vio alrededor. No era el auto mas limpio, este tenia diversas etiquetas de diferentes chatarras, algunos discos regados, y mas basura, pero olía bien. Tenia esa clase de colgantes perfumados en forma de pino y unos cuantos llaveros. Silver rió al ver el colgante de Tweety reposar junto a los otros.

—No sé porque esto no me sorprende de ti, Tweety— dijo con burla.

Luke bufo y avergonzado resoondio— Fue un regalo de mi madre.

Y arrancó el auto en dirección a la ciudad.
Silver no podía evitar mirar por la ventana, le gustaba ver de todo lo que se había perdido en el hospital. Ella se preguntaba, el como habrían sido las cosas si ella nunca hubiera sido internada. No conocería a Luke, y probablemente, ya estuviera muerta.
No le gustaba tener esos pensamientos, el día estaba llendo mejor de lo que esperaba y no planeaba arruinarlo con otro de sus problemas existenciales.
Al cabo de las nueve de la noche, llegaron a lo que parecía ser la casa Clifford. Antes de salir, Silver analizó a Luke con la mirada.

—Si tuvieras el cabello largo, serias como la versión metrosexual de Kurt Cobain— rio, saliendo del auto y dejando a Luke con la palabra en la boca.

—Lo peor es que ni siquiera llevo disfraz— respondió el tras de ella.

La fiesta parecía estar en la misma hora del éxtasis, lo cual era extraño, pues seguía siendo temprano y eso era mas común a medía noche. La música y los gritos alocados se escuchaban desde afuera.
Silver sintió un poco de inseguridad, pues llevaba tiempo sin asistir a algo así, fue allí cuando se arrepintió de haber aceptado.