Capítulo 02 - ¿Cuántos Metros Para un Retorno Seguro?

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Una pequeña figura corria hacia el Panteon—la sede del Gremio.
Con coletas gemelas negras bailando detrás de ella, la figura se dirigio hacia el vestíbulo de mármol blanco y
paso a través de una multitud de Aventureros de casi el doble de su tamaño.
A Hestia no le importaba que su piel estuviera cubierta en sudor o que su respiración era entrecortada mientras
se dirigía al mostrador en la esquina del vestibulo.
--¡Asesora-kun!
--¿D-Diosa Hestia?
Los ojos de Eina se ensancharon cuando la pequeña Diosa prácticamente embistió el mostrador de la recepción.
Hestia no espero que la semielfo respondiera y fue directamente al punto con una voz desesperada.
--¿¡Bell-kun vino aquí ayer!?
--S-Solo por la mañana antes de ir al Calabozo. No lo he visto desde entonces…
El rostro de Hestia se distorsiono del dolor después de escuchar su respuesta.
Viendo una mirada de confusión en el rostro de Eina, la joven Diosa inmediatamente comenzó a explicar.
--Bell-kun no regreso a casa anoche.
--¡…!
--Tampoco se donde están su Ayudante y el otro chico. Probablemente, todavía siguen en el Calabozo.
Welf era un miembro de la <Familia Hefesto>. Lili vivía en la tienda de antigüedades de un Gnomo.
Hestia había visitado ambos lugares al comienzo de esta mañana con la esperanza de conseguir información
sobre Bell y los otros—justo como ella, nadie los había visto desde la mañana del dia anterior.
El rostro de Eina se puso palido, sus ojos color esmeralda se abrieron como platos cuando lo escucho.
Pidiendole a la Diosa que esperara un momento, Eina desapareció de la recepción como una flecha liberada de
su arco, sólo para regresar un minuto más tarde.
--Acabo de hablar con el Intercambio. Nadie con la descripción de Bell-kun fue allí ayer.
--… ¡…!
La sangre Hestia se helo.
Lo más probable era que el equipo nunca salio del Calabozo.
Aunque, no podía descartar completamente la posibilidad de que quedaron envueltos en algún incidente después
de que salieron. Más que nada, queria creer que ese era el caso.
Especialmente porque ayer era el día en que Bell planeaba explorar los Pisos Intermedios del Calabozo por
primera vez.
De hecho, Bell había dicho, “¡Te dire como son los Pisos Intermedios cuándo regrese!” antes de irse ayer por la
mañana.
Hestia lo había hecho prometer que siempre que fuera a un nuevo Piso la contactaria inmediatamente una vez
que regresara. Ayer fue la primera vez que no lo hizo.
Hestia era lo suficientemente inteligente para darse cuenta de lo que eso significaba, y había sido incapaz de
descansar la noche entera. Bell y su equipo habían fracasado en salir de los Pisos Intermedios.
Su intuición divina sólo confirmaba aun más su conclusión. La sensacion de que estaba en lo correcto estaba
volviéndola loca.
--… Asesora-kun, por favor, ¿Puedes averiguar si alguien lo ha visto?
--Sí, te doy mi palabra. Le preguntaré a tantos Aventureros como sea posible para obtener información.
El acelerado corazón de Hestia parecio calmarse por un momento después de hacer su petición. Todo lo que
podia hacer era suspirar y poner sus próximas palabras en su cabeza.
La Diosa estaba agradecida con la cooperación de Eina, pero necesitaba más que una promesa.
--También, quisiera emitir una mision. El objetivo es sencillo: Encuentren a Bell-kun.
No tenia tiempo suficiente para ser exigente, así que esa era la forma más rápida y más eficaz para que otros
Aventureros participaran.
Eina entendió inmediatamente, regreso a su escritorio con un rápido movimiento de la cabeza y volvió al
mostrador con una hoja de papel. Comenzó a llenar el formulario de registro con unos cuantos movimientos
rápidos de una pluma.
--¿Qué propones para la recompensa?
--Cuatrocientos mil Varisu. Todos los ahorros de mi <Familia>.
Esa era la cantidad más grande de dinero que podía preparar de forma inmediata.
Respondiendo unas cuantas preguntas más de Eina, ambas resolvieron el resto de los detalles.
Finalmente, Hestia tomo la pluma de la mano extendida de Eina y prácticamente arrojo su firma al fondo del
formulario.
El formulario estaba completo.
--Necesito la aprobación del piso de arriba para publicar esto. Por favor comprende que el proceso tomará
alrededor de una hora. Hare que la misión sea publicada tan pronto como sea posible.
--Gracias. Cuento contigo.
Eina dio otra rápida reverencia antes de levantarse y dirigirse a la escalera. Hestia le dio la espalda al mostrador
y se dirigio hacia la puerta.
La Diosa pasó por las puertas y el césped frente a la sede del Gremio. Muchos Aventureros pasaban junto a ella,
caminando por una hilera de hermosas estatuas de mármol. El cielo estaba despèjado y las calles eran
relativamente tranquilas, completamente diferentes de la tormenta que hacia estragos en el corazón de Hestia.
Miach y Naaza estaban parados junto a un monumento bellamente tallado en el centro del césped frente de la
Sede.
--¿Qué descubriste, Hestia?
--Nada. Parece que realmente no salieron del Calabozo.
Miach y Naaza se quedaron en silencio mientras Hestia sacudia su cabeza de lado a lado.
Ya habiendo escuchado todos los detalles de Hestia, ambos sabían qué tan grave se había tornado la situación.
La imagen del equipo entero siendo aniquilado destello en el fondo de su mente.
Hestia de repente grito tan fuerte como pudo para tratar de limpiar su cabeza.
--¡Bell-kun todavía esta vivo! ¡Mi <Gracia> todavía esta con él!
El era la única persona en el Mundo Inferior que habia recibido su <Gracia>. Todavía podia sentir el Ichor3
de
su sangre grabado en el <Estado> en la espalda de Bell—su vínculo no se había roto.
Ambos se sorprendieron por el repentino arrebato de Hestia. Bajando cuidadosamente su brazo, fue Naaza
quien comenzó la conversación sobre qué hacer despues.
--Hestia-sama, ¿Ya has solicitado la mision…?
--Sí, gracias por tu consejo, Naaza. Debe ser publicada pronto.
Miach y Naaza eran la razón por la que Hestia había decidido registrar una mision en primer lugar, a pesar de
no tener casi ninguna información sobre el paradero de Bell.
Si aparecia de la nada, entonces todos podrían reirse sobre ello más tarde. Aun así, la <Familia Miach> una vez
casi perdio a Naaza en el Calabozo en una situación muy similar. Hestia necesitaba agotar cada opción antes de
que fuera demasiado tarde.
--En ese caso, sugiero que le hagamos una visita a Hefesto y Takemikazuchi. Necesitamos tanta ayuda como
sea posible.
--¿¡Qué estamos esperando!?

Danmachi Vol. 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora