Capítulo 06 - Alabanza a los Héroes

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El techo había perdido su luz blanca, lanzando una cortina de color azul oscuro sobre la totalidad del 18° Piso.
Los Aventureros reunidos en la plaza central de Rivira pudieron verlo todo desde la parte superior de la isla en
el medio del lago.
--¿Qué demonios es eso...?
Una descomunal figura oscura estaba corriendo por el centro del piso, persiguiendo algo. Aunque no podían ver
lo que era, podían escuchar los desgarradores gritos desde su posición junto al acantilado al lado de la plaza
central con toda claridad.
Un Irregular de esa magnitud nunca se había encontrado en este piso. Los Aventureros de Rivira eran conocidos
por su capacidad para protegerse a sí mismos, pero ninguno de ellos sabía cómo reaccionar a eso.
Todos se quedaron allí, mirando.
-- —¡Boris! Boris, ¿¡Estás aquí!?
--¿¡A-Andrómeda!? ¿¡Dónde demonios vienes, pies ligeros!? ¿Justo del cielo...?
--¡Eso no importa ahora mismo! ¡Boris, dile a los Aventureros que recojan sus armas, vamos a matar a esa cosa!
La voz de Asfi estaba llena de desesperación mientras le imploraba al hombre más fuerte de Rivira, el dueño del
Intercambio de Rivira. El enorme hombre que llevaba un parche sobre su ojo izquierdo. El, sin embargo, no
estaba muy emocionado sobre esa propuesta y dio un paso hacia la chica.
--¿¡M-Matarlo!? No sea idiota, Andrómeda. ¿¡Y quién dijo nuestro arsenal de armas debe ser desperdiciado
para matar a esa cosa!? ¡Sería mejor sacar nuestros culos de aquí!
--¡Escapar no es una opción! ¡La pared del acantilado sur se ha derrumbado, así que es imposible dejar este
piso!
El hombre grande no tomó bien su impertinencia. Sin embargo, su ojo bueno pasó a ver una nube de polvo
subiendo desde el sur. Su cuello se giró lentamente, dejando caer su mandíbula más y más mientras comenzaba
a comprender la situación.
--Ganaremos algo de tiempo, a continuación, haciendo como los presos y excavando nuestra salida...
--Un lamentable intento de broma. ¿Cuánto tiempo piensas que sería necesario para eliminar suficiente piedra
para hacer utilizable el pasaje? ¿Medio día? ¿Un día completo? Sera interesante ver si los Aventureros podrán
comprar suficiente de ese tiempo que mencionaste para que despejes el camino o si todos son aniquilados
primero.
--... S-Sólo es un Goliat. No hay necesidad de que todos nos precipitemos ahí...
--¿Se ve como un simple Goliat para ti?
Asfi miro hacia el acantilado hacia la sombra negra arrasando al amparo de la noche. Podían sentir el impacto
de sus poderosos puños cada vez que el Goliat golpeaba el suelo desde esta distancia.
--Est es sólo mi intuición, pero creo que el Goliat y nuestra ruta de escape cortada están vinculados. Nadie será
capaz de escapar, siempre y cuando esa cosa siga respirando. No tiene sentido esperar refuerzos.
--... Maldita sea todo.
Los musculosos hombros del hombre cayeron en el momento en que Asfi terminó su explicación.
El Goliat dio otro giro en la distancia, acompañado de aún más gritos de dolor y otro temblor.
--¡Muy bien, gusanos! ¡Ya la escucharon, eliminaremos a ese monstruo aquí y ahora! ¡Me encargare
personalmente de que ningún cobarde vuelva a poner un pie en esta ciudad de nuevo!
Todos los Aventureros en la plaza no pudieron moverse por un momento después de que Boris dio la orden.
Entonces, como si alguien accionara un interruptor, cada uno de ellos se puso en acción. Equipándose de sus
mejores armas, salieron de la ciudad y se precipitaron hacia la llanura.
Asfi observó cómo los rezagados completaban su preparación y se ponían en camino mientras Rivira se
quedaba en silencio. Coloco su mano en la barandilla por encima del acantilado, mientras observaba su avance.
--¡Supongo que debería comenzar a moverme...!
Dándole un último vistazo al gigante, plantó su pie derecho sobre la barandilla y saltó.
× × ×
La gran llanura se había convertido en un campo de batalla infernal.
El Goliat había apuntado al grupo de Aventureros de Mord. Los que no habían podido salir del camino lo
suficientemente rápido fueron lanzados hacia el cielo con cada oscilación de sus puños similares a un monolito.
Incluso si se las arreglaban para esquivar el golpe, el impacto sobre el suelo era lo suficientemente poderoso
como para lanzar sus cuerpos al aire como papel de seda.
--¡¡UWWAAAHHHH!!
Todos podían escuchar los gritos de sus aliados, pero ninguno de ellos era capaz de pensar en otra cosa más que
en sí mismos. El instinto de conservación se había apoderado de ellos mientras todos trataban desesperadamente
de poner un poco de distancia entre ellos y el gigante negro.
Su desesperación se había vuelto locura, sus desafortunados aliados volaban por el aire, mientras que su propio
miedo los hacia dispersarse como moscas en un vano intento de escapar.
... Oooo.
El Goliat seguía a cada uno de sus objetivos con una mirada penetrante.
Físicamente, la forma de su cuerpo no era muy diferente de un Orco. Piernas cortas pero gruesas apoyaban un
torso que componía aproximadamente el 60% de su altura total. Encorvado hacia adelante, su largo cabello
negro fluia hasta la mitad de su espalda.
Los ojos del Goliat se mantenían saltando de pequeña sombra a pequeña sombra mientras corrían en círculos
debajo de ella. Así que dejó de mirar. En su lugar, centró sus dos orbes de color sangre en las sombras más
alejadas y se inclinó hacia el suelo.
Un segundo después, el gigante lanzo una explosión de su boca.
—¡¡AAAAAOOOOO!!
Un rugido y un estampido sónico surgieron de entre sus mandíbulas.
La explosión hizo impacto a los pies del Aventurero más alejado del Goliat. El hombre fue atrapado con la
guardia baja así que ni siquiera pudo gritar cuando fue lanzado al aire junto con grandes pedazos de hierba del
suelo del Calabozo. Mord y el resto de los Aventureros lo vieron caer al suelo como una marioneta cuyos hilos
habían sido cortados. Sus ojos se agrandaron mientras cada pelo de sus cuerpos se ponía de punta.
--¿¡U-Un aullido...!?
Ese no era un aullido ordinario utilizado para inspirar miedo e intimidación. Ese era un Ataque Mágico que
convertía la garganta del Goliat en un cañón. Su gran poder y alcance hacían que el aliento de fuego de los
Hellhounds pareciera infantil en comparación.
El grupo de Mord estaba atrapado en una pesadilla. Si estaban demasiado cerca, serían aplastados físicamente.
Pero serian derribados uno a uno si trataban de huir. Cada uno de los Aventureros se volvió pálido como un
fantasma.
¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
El Goliat se echó hacia atrás y rugió hacia el techo. El sonido llego a todos los rincones del piso—y los
monstruos respondieron.
--¿¡WHA!?
Desde el bosque, desde la llanura, desde los humedales.
Todos y cada uno de los monstruos que acechaban en el 18° Piso comenzó a dirigirse hacia el Goliat. Los
Aventureros estallaron en un sudor frío al ver a varios tipos de monstruos emerger y rodearlos.
Otra oleada de monstruos llegó, cortando las posibles rutas de escape, mientras gruñían y cacareando a sus
presas.
¡Hyeeeeee—!
Todos los Aventureros no tuvieron más remedio que sacar sus armas, pero ahora el Goliat estaba moviéndose de
nuevo. Libero aullido tras aullido, volando Aventureros y monstruos al aire a medida que se acercaba a un
objetivo en particular.
La sombra del gigante cayó sobre él. El Aventurero hombre lobo podía sentir los ojos de color rojo sangre del
monstruo fijos sobre su espalda.
Observó la sombra de un puño gigante levantándose—monstruo o Aventurero, cualquiera que fuera golpeado
por esa bola de demolición del tamaño de una enorme roca moriría instantáneamente. El Goliat rugió una vez
más, mientras balanceaba su puño hacia abajo.
-- —¡…!
Sin embargo, otro Aventurero llegó a la escena como si estuviera montando una ráfaga de viento.
La capa de Ryuu se agitaba mientras hacia su movimiento. Aprovechando el punto ciego del Goliat, se levantó
de un salto de su pierna desde un lado con increíble velocidad—y enterró su espada de madera directamente en
su rodilla izquierda con un poderoso golpe. Oleadas de dolor recorrieron la pierna de la bestia mientras todos
los Aventureros escuchaban un fuerte chasquido. Sin una de sus piernas de apoyo, el puño del Goliat perdió al
Aventurero hombre lobo por un margen considerable.
Ouka y Mikoto llegaron a la escena, tratando de evitar que el miedo apareciera en sus rostros mientras pasaban
a través de los Aventureros en pánico hacia el gigante.
--¡¡HAAAAAAAAAAA!!
--¡¡YAAHHHHHHHHH!!
Hacha y katana golpearon la misma rodilla que Ryuu acababa de atacar, pero lo que sucedió después dejo a
ambos sin habla.
Un dolor agudo viajó a través de sus muñecas. El Hacha de Guerra de Ouka se destrozó por el impacto mientras
que la Katana de Mikoto se partió en dos.
La <Piel> de la bestia era más fuerte que sus armas combinadas. Ni siquiera dejaron un rasguño.
--¡Retírense de una vez!
La aguda orden de Ryuu llegó a sus oídos a tiempo para hacerlos salir de su aturdimiento y conmoción.
Ouka y Mikoto miraron las palmas de sus manos ahora vacías antes de mirar hacia arriba—y hacia las pupilas
color rojo sangre de los ojos del Goliat. Eran unos ojos realmente furiosos. El gigante torció su cintura mientras
balanceaba su enorme brazo derecho detrás de su espalda.
--¿¡GEH, EHHHHHHHHHHHHH!?
--¿¡~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~!?
Su brazo atravesó el aire mientras barría hacia delante. El puño del Goliat viajó a mitad de camino alrededor de
su cuerpo antes de finalmente caer al suelo. Aunque Ouka y Mikoto consiguieron esquivarlo en el último
momento, el impacto los arrojó en el aire mientras eran soplados hacia atrás por el viento en la estela del puño
del gigante.
Pero el Goliat no iba a dejar las cosas así. Dio otro paso hacia delante y abrió sus mandíbulas.
--¡<Arde, fuego blasfemo>!
La cabeza del monstruo quedo atrapada en una enorme explosión justo antes de que lanzara un aullido.
Otro rugido del gigante fue amortiguado mientras su rostro surgía de una nube de cenizas y chispas, su boca
todavía escupía humo. Sus ojos encontraron rápidamente la causa de la explosión, Welf y su Magia Anti-Magia.
Un aullido requería poder mágico; eso fue lo que la provocó. El pelirrojo se quedó en la llanura no demasiado
lejos, sus ojos estaban centrados en la boca quemada de la bestia... Cuando repentinamente—
Los ojos de Welf se abrieron cuando vio lo que la bestia tenía reservado para él. El Goliat ya estaba en posición
para otro aullido, y el joven podía ver el Poder Mágico reuniéndose en el interior de su garganta.
--¡¡Hah!!
¿¡GUH!?
El aullido dirigido a Welf había fallado.
--¿¡Uwoo!?
Gritó mientras el suelo detrás de él estallaba. Fue gracias a Ryuu que todavía estaba vivo.
Se había subido al cuerpo de siete metros de altura del gigante y lo golpeó en la parte posterior de la cabeza para
cambiar la trayectoria del aullido. Utilizó su impulso para girar y asestarle un golpe directamente a la mejilla del
gigante antes de retirarse al suelo.
--Es fuerte... y tambien rápido. Este no es un Goliat ordinario.
Ryuu susurró para sí misma, sus cejas se hundieron bajo la capucha mientras el Goliat se recuperaba en un
momento.
El Goliat que aparecía en el 17° Piso estaba alrededor del Lv. 4. El Goliat al que se enfrentaba ahora era
completamente diferente del que ella y sus antiguas aliadas habían matado innumerables veces antes. Su
defensa era lo suficientemente fuerte como para hacer que incluso sus manos se adormecieran después del
impacto, su capacidad para utilizar un aullido, pero sobre todo tenía reflejos que no coincidían con su enorme
tamaño.
—Este enemigo tenía el potencial de ser Lv. 5.
Esa fue la conclusión de Ryuu. Una sensacion de temor y desesperación comenzó a brotar dentro de ella
mientras trataba de idear un plan de ataque por sí misma.
Retirarse era inútil. En el momento en que alguien le mostrara la espalda o perdiera la voluntad de luchar, se
convertirían en un objetivo. Los años de experiencia y el instinto de combate de Ryuu le decían lo mismo.
Con el arma creada a partir de un árbol sagrado en su tierra natal, la espada de madera <Alvs Lumina>, en su
mano, la hermosa guerrera Elfa decidió usar una táctica de distracción para atraer a la bestia, y atacar
reiteradamente sus piernas.
Urrgh—¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOUUUGGH!!
Los ataques de la Lv. 4 Ryuu eran lo suficientemente poderosos como para infligirle dolor a la bestia. Incluso
era lo suficientemente rápida como para evitar su mirada, no era más que una pequeña sombra corriendo
alrededor del Goliat.
El Goliat rugió con rabia, agitando sus brazos alrededor como si tratara de matar una mosca particularmente
molesta.
× × ×
Cerca de 100 metros al sur de donde Ryuu estaba luchando contra el Goliat, Mord y los otros Aventureros
estaban involucrados en una pelea generalizada contra grandes enjambres de monstruos.
--Scott, Guile, ¿¡Dónde están!? ¡¡Sálvenme, sálvenme por favor!!
Mord estaba comenzando a entrar en pánico, atrapado en medio de rugidos de monstruos y gritos de
Aventureros. Llamó a sus dos mejores amigos, pero no hubo respuesta.
Escarabajos Locos, Bugbears, Gun Liberla, Minotauros... monstruos de los Pisos Intermedios de todos los tipos
lo asaltaron con varias combinaciones de garras y cuernos. Se las había arreglado de alguna manera para
esquivar todos los golpes e incluso contraatacar con su espada rota hasta este punto, pero los ataques seguían
llegando desde todos los ángulos.
Su mente estaba en su límite. Adelante, atrás, izquierda, derecha, había algo tratando de matarlo, sin importar a
donde viera.
¡¡GAARRRRRRRRR!!
--¿¡Ugho!?
El golpe violento de un Bugbear había alcanzado su hombro. Las garras del monstruo arrancaron la armadura de
su cuerpo y golpeo la espada de sus manos mientras se desplomaba en el suelo.
De espaldas, rodó para proteger su hombro herido y levantó la vista a tiempo para ver a tres Bugbears converger
sobre él.
La conciencia de Mord comenzó a contorsionarse de terror. Cada uno de los cuerpos parecidos a rocas de los
tres monstruos estaba a unos pocos centímetros de distancia.
Alcanzó a ver sus bocas hambrientas abriéndose, sus afilados colmillos brillaban en la penumbra mientras todos
se lanzaban para tomar un bocado al mismo tiempo.
--¡¡D-DETENGANSEEEEEEEEE!!
Sin embargo, un grito llegó a sus oídos antes de que los dientes de los monstruos se hundieran en él.
Algo brilló delante de sus ojos.
--... ¿Qué?
Un pequeño humano acababa de usar la Gran Espada de Mord para decapitar a una de las bestias negras—un
chico de cabello blanco.
El chico se colocó entre Mord y los dos monstruos restantes. Sin perder tiempo o impulso, empujó la larga y
gruesa hoja de la espada profundamente en el pecho de la bestia más cercana. El arma atravesó la Piedra Mágica
dentro del monstruo y se derrumbó en un montón de cenizas.
El Bugbear restante lanzo un golpe a la cabeza del chico, pero él lo esquivó con facilidad y realizo un
contraataque.
--... ¿Por qué, tú de todas las personas...?
El chico ya estaba en su siguiente objetivo. Mord observo la parte posterior de la cabeza blanca desaparecer en
el caos mientras esas palabras se derramaban de su boca.
*¡Gashi!*
Alguien sujeto la parte posterior de su cuello.
--Estás en camino de Bell-sama—Arreglemos eso.
--¡Geh! ¡¡Ow, ow, ow, ow!! Quién es—¡OUCH! ¡MALDICION! ¡¡MI CULO!!
La visión de Mord cambió de repente mientras era jalado por el suelo sobre su espalda.
Una chica Hobbit, Lili, llevaba su gran mochila sobre sus hombros mientras lo arrastraba con una mano—
exactamente de la misma manera que llevaría el cadáver de un monstruo—sobre el suelo sin mucha
preocupación por su bienestar. Sin embargo, el terreno no era fácil debido a los pequeños cristales que salían de
forma natural en el piso del Calabozo. El hombre aullaba de dolor cada vez que golpeaba uno.
No había pánico en los movimientos de Lili. Parte de ser Ayudante era ser capaz de evaluar con precisión los
movimientos de los monstruos y Aventureros manteniéndose alejados de la batalla sin dejar de cumplir con sus
deberes. Se abría paso dentro y fuera de la pelea, arrastrando a Mord de cerca detrás de ella hasta que
finalmente estuvieron fuera de peligro.
--Por favor encuentra un lugar para esconderte si eres incapaz de luchar. No pierdas la vida que Bell-sama
salvo.
Lili soltó el cuello de Mord tan pronto como estuvieron en un área libre de monstruos en la llanura.
El hombre con los ojos abiertos rápidamente se incorporó y le hizo una pregunta.
--¡¡H-Hey!! ¿Por qué el… está ayudándonos...?
Incluso ahora, Mord podía ver a Bell eliminando a monstruo tras monstruo para salvar a los Aventureros que no
hace mucho tiempo festejaban su dolor. Rayos de luz escarlata estallaron del brazo extendido del chico,
matando monstruos en sus pistas sin importar la distancia.
Lili se giró hacia él mientras observaba la batalla desde lejos, y dijo:
--Agradece que Bell-sama no es el tipo de persona que guarda rencor.
Lili entrecerró los ojos y le sacó la lengua con un “¡Bleh!”, antes de darle la espalda y correr de vuelta la
refriega.
*Tap, tap, tap* Los pasos de Lili se volvieron más tranquilos, dejando a Mord solo con sus pensamientos.
El hombre parecía abatido y susurró para sí mismo:
--¿Qué demonios fue eso…?
Las únicas respuestas que recibió fueron los feroces sonidos de la batalla.
× × ×
--Chigusa, ¿Estás segura de que está bien que nos vayamos?
--S-Sí... En primer lugar, si no reunimos suficientes armas...
Ellas estaban en el lado oeste de la llanura, alejándose de la batalla.
Hestia y Chigusa corrían hacia el lago tan rápido como podían, llevando una bolsa y una mochila llena de Ítems
que se sacudían mientras corrían.
--Nunca lo he experimentado yo misma, pero... las armas y escudos se rompen todo el tiempo cuando se lucha
contra los Jefes de Piso. Así que si no podemos conseguir un número suficiente de repuestos, el capitán Ouka y
los demás...
El largo flequillo de Chigusa cubría sus ojos mientras hablaba entre respiraciones. Hestia golpeó su puño en su
palma como si dijera: “Lo tengo” y le asintió. Por supuesto, luchar contra un monstruo de ese calibre por un
largo período de tiempo requeriría un gran suministro de armamento.
Chigusa y Hestia se dirigían a la ciudad de Rivira. Tenían la esperanza de persuadir a los Aventureros allí para
proporcionar armas e Ítems para la lucha. Chigusa sólo era Lv. 1 y Hestia era muy inferior a eso—ambas sólo
serían un lastre en la primera línea. Así que le confiaron a Lili el apoyo de Bell y los otros y decidieron que esa
era la mejor manera de ayudarlos.
--¿¡Wah...!? ¡¡Ch-Chigusa!!
--... ¡…!
Un Bugbear vio a las chicas justo cuando el árbol puente de la isla en el medio del lago apareció a la vista. Se
precipito directamente hacia ellas. Habían logrado evadir cualquier encuentro con monstruos hasta ahora, pero
no había manera de evitar esto.
Chigusa se mordió el labio mientras saltaba delante de Hestia para protegerla. Las patas delanteras del monstruo
chocaban contra el suelo con cada paso, las vibraciones en sus botas se volvían cada vez más y más fuertes con
cada segundo que pasaba. Cuando repentinamente—una flecha atravesó la cabeza del monstruo a través de sus
ojos.
--¡Whoa!
Un arquero Elfo fue quien había frenado al Bugbear. No estaba solo—los Aventureros de Rivira habían llegado.
Corrieron alrededor de Hestia y Chigusa hacia el Jefe de Piso al otro lado de la llanura.
--¡Chigusa, los refuerzos!
--¡Los Aventureros de la ciudad...!
Ambas se llenaron de esperanza y admiración, sonrojándose mientras más y más Aventureros aparecían a la
vista.
Los que ya las habían pasado se gritaban señales entre sí y apuntaban en diferentes direcciones. Se dividieron en
tres grupos: uno se quedo atrás para eliminar a los monstruos que bloqueaban el camino hacia el campo de
batalla; uno se separó para ayudar a Bell en la pelea; y el resto hizo un punto de mira para el Jefe de Piso.
Todos tenían sus armas desenvainadas y listas, gritando con todas sus fuerzas mientras se precipitaban hacia
adelante.
× × ×
--¡Siempre eres tan fiable en caso de apuros!
La primera persona aparte de los refuerzos de Rivira en llegar al Jefe de Piso no fue otra más que Asfi.
Se había abierto paso atraves de los gritos de sorpresa de otros Aventureros todo el camino hasta los pies del
Goliat. Metiendo la mano en la funda de su cinturón, saco dos botellas pequeñas y las arrojó en la bestia.
El gigante todavía estaba tratando de seguir los rápidos movimientos de Ryuu cuando ambas botellas cayeron
de lleno en su rostro, explotando al contacto.
¿¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!?
--¡Oh, vamos, al menos chamúscate un poco...!
La mayoría de los monstruos en los Pisos Intermedios habrían sido incinerados solo por una de esas granadas de
Aceite Explosiva—como una Creadora de Ítems, ésas eran su especialidad. Sin embargo, no dejaron huella en
la gruesa piel del Goliat.
El gigante contraatacó con un aullido, pero Asfi fue capaz de esquivarlo con facilidad y reunirse con Ryuu.
--¡Lyon! Creo que ya te lo imaginaste, pero nuestros refuerzos están preparándose para lanzar un gran Ataque
Mágico. ¡Por favor, mantén ocupado al Goliat hasta que estén listos!
--Entendido. Tú y yo nos turnaremos para atraer su atención.
--¿Eh? No, espe—
--¡Muy bien, gusanos! ¡Andrómeda será el señuelo, así que canten esos Encantamientos!
-- —¿¡Boris!? ¡Vas a lamentar esto!
Habiendo recibido el papel más peligroso en su operación, Asfi en silencio exclamó para sí misma mientras ella
y Ryuu salían corriendo en direcciones opuestas para rodear el gigante. Dependía de ellas comprar tiempo
suficiente para que los demás se prepararan, con la velocidad como su única ventaja.
--¡Tenemos más que suficientes armas, maldición! ¡Si algo se rompe, vengan a buscar una nueva!
Un pequeño grupo se había reunido en una colina un poco retirada del Goliat. Los habitantes de Rivira habían
establecido bases improvisadas al lado del Árbol Central aplastado y a una corta distancia del derrumbe que
cubría el túnel sur. Espadas, lanzas y escudos estaban alineados en el exterior de las bases con más piezas de
repuesto en el interior. Enanos y Beastman con figuras musculosas tomaron espadas, escudos y gruesas Espadas
Largas sin vacilar mientras se dirigían a la batalla. Hestia y Chigusa llegaron a la base de suministro justo detrás
de ellos.
--¡T-Tenemos una oportunidad!
--I-Increíble...
Hestia y Chigusa observaron mientras cientos de Aventureros de muchas <Familias> diferentes trabajaban
juntos para matar al monstruo gigante.
× × ×
--¡Rodéenlo—! ¡¡Rodéenlo—!!
Los Aventureros se movieron para establecer un perímetro alrededor del Goliat. A pesar de que ninguno de
ellos conocía el uno al otro muy bien, mucho menos luchado juntos, se quedaron muy juntos mientras
mantenían suficiente espacio para no tropezar con nadie.
Elfos y otros magos se reunieron en pequeños grupos y comenzaron a recitar sus Encantamientos para lanzar la
Magia. Círculos Mágicos de diversos tamaños, formas y colores aparecieron en los pies de unos pocos elegidos.
Esos magos habían adquirido la Habilidad Avanzada <Conjurar>, que aumentaba la potencia y alcance de toda
la Magia. Era una prueba de su destreza como magos.
Sin embargo, su magia requería cantar un largo Encantamiento. Cada mago estaba recitando sus
Encantamientos tan rápido como sea posible.
Sus voces claras y rítmicas eran bastante agradables al oído. Por desgracia, estaban completamente indefensos
en medio del canto. Por lo tanto, grupos de enanos armados con gruesos escudos que eran tan altos como ellos
dieron un paso adelante para protegerlos.
—¡AAOO!
El Goliat se dio cuenta de su presencia y le lanzó un aullido al grupo más cercano, pero la barrera de enanos se
mantuvo firme contra el ataque. Ni siquiera el más mínimo de la energía del ataque pasó más allá de sus
escudos a los magos.
Cuando se comparaba con un golpe directo de puño del gigante, un aullido no era tan poderoso. Mientras el
monstruo no se acercara lo suficiente para lanzar un golpe o una patada, los escudos de los enanos eran más que
suficientes para el ataque a distancia del Goliat.
Sabiendo esto, las líneas de Aventureros Lv. 3 dejaron los deberes de atacar a Ryuu y a Asfi para mantener
intactas las paredes protegiendo a los magos.
--¡Necesitamos una línea del frente! ¡Vayan allí! ¡Corten a esa cosa y reclamen su gloria!
Intrépidos grupos de atacantes salieron de detrás de las paredes y cargaron hacia la bestia. Precipitándose con un
bramido, los atacantes se dividieron en grupos de cuatro o cinco Aventureros mientras cerraban la distancia.
Los primeros en llegar esperaron a que Ryuu o Asfi lo distrajeran el tiempo suficiente para que apareciera la
oportunidad para atacar una de las dos piernas de la bestia. El Goliat miró hacia abajo con sorpresa cuando
Espadas Largas, Martillos y Hachas impactaron la parte inferior de su cuerpo antes de mirar como una sombra
cruzaba por delante de su rostro. Asfi lanzó otra de sus granadas de Aceite Explosiva en sus ojos, cegando
momentáneamente a la enorme criatura. Dejo escapar un grito de rabia y frustración mientras seis grupos de
atacantes continuaban su ataque sobre sus rodillas y pies.
--Bell, ¿¡Estás bien!?
--¡Welf!
Los refuerzos de Rivira habían rescatado al grupo de Mord de la escaramuza de monstruos, permitiéndole a Bell
unirse a los Aventureros en la base avanzada. Nunca había visto tantos Magos cantando al mismo tiempo, y
estaba un poco abrumado por su intensidad cuando Welf llego corriendo hacia él.
--¿¡Qué hay de Mikoto-san y Ouka-san!?
--Están bien; se unieron a los chicos que luchan contra los monstruos normales.
El Goliat podría estar tomando el centro del escenario, pero muchas pequeñas batallas tenían lugar alrededor de
la base avanzada. Considerando que el túnel que llevaba al 17º Piso y el camino a los Pisos Inferiores bajo el
Árbol Central había sido cortado, no aparecerían nuevos monstruos en el 18° Piso. Al mismo tiempo, ya había
una cantidad considerablemente grande de monstruos en este piso.
Bell escaneo la batalla y rápidamente encontró a Mikoto y Ouka luchando junto a los Magos y Aventureros de
nivel inferior para proteger su fortaleza.
--¿Y ahora qué? ¿Quieres unirte a mí en la matanza de monstruos?
--Yo…
Bell se detuvo por un momento, cuando otra voz se escuchó de un poco lejos detrás de él.
--¡Yo! ¡Chico conejo! ¡Ven aquí por un poco acción! ¿¡O es que estas demasiado asustado!?
Un grupo de atacantes se estaba preparando para otro ataque y su líder llamó medio en broma a Bell.
Habían escuchado los rumores y lo invitaron a unirse a ellos al estilo Aventurero, con un desafío.
--... Muéstrales cómo se hace. Quiero presumir que tengo un contrato con el tipo que venció a este Jefe de Piso,
¿Entiendes?
-- —¡Cuenta con eso!
Bell sonrió mientras Welf le daba un pequeño empujón en su hombro. El chico asintió mientras se deseaban
suerte mutuamente y se separaron.
Bell corrió para reunirse con el grupo de atacantes, se emparejo con ellos, y se unió a su formación. Un hombre
grande con un parche en el ojo le dio un tirón afirmativo de su barbilla como si le diera la bienvenida tan pronto
como Bell llegó.
--¡Pequeño Novato! ¿¡Atacaras con esas armas!?
--¡Dame una Gran Espada, por favor, la mejor que tengas!
--Te escucho. ¡Tome esta!
Uno de los atacantes en el grupo tomó una Gran Espada de repuesto de su espalda y se la entregó a Bell. El
chico le dio las gracias. Bell sujeto la Gran Espada con su mano derecha, descansando la parte posterior de la
hoja en su hombro mientras el grupo de atacantes, cuatro en total, salía de la base avanzada y se precipitaban
hacia el gigante.
Sin embargo, el gigante vio al grupo que venía y corrió a su encuentro.
--¡OH, MIERDA!
--¡OH, MIERDA!
--¡OH, MIERDA!
--¡OH, MIERDA!
--¿Huh?
Los “valientes” atacantes inmediatamente cambiaron de curso, dejando atrás a Bell. Siendo aún un relativo
novato, Bell no reconoció el peligro a tiempo para salir de la trayectoria del Goliat como ellos.
Bell se preguntó si tal vez estaba cayendo en una trampa mientras cargaba hacia el Goliat, solo. Los dañados
ojos inyectados en sangre del gigante lograron fijarse en la solitaria figura que se precipitaba hacia él.
*¡Zing!* La feroz aura del monstruo lo golpeó fuertemente. Bell miró a su alrededor, buscando una ruta de
escape, cuando de repente—la imagen de cabellos dorados atravesó el fondo de su mente.
-- ——
La chica que había matado a un Jefe de Piso justo como éste, por su propia cuenta. Una imagen de la
Espadachín que era mucho más poderosa que él.
Los ojos color rojo rubí de Bell brillaron con intensidad mientras levantaba la mirada. Agarrando la Gran
Espada en su mano derecha con todas sus fuerzas, el chico pateo la tierra y se precipito directamente hacia su
objetivo.
¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
-- —¡…!
Señaló la espada en la pierna del gigante y aceleró.
Un camino simple al objetivo—¡No huyas, lucha! Llegó a su velocidad máxima. Se las arregló para pasar bajo
el puño acercándose de la bestia por un estrecho margen, el suelo detrás de él estallo en una nube de polvo y
cristales.
Sus piernas se difuminaron debajo de él, permaneció en el trayecto. Ahora estaba en el interior de las defensas
del Goliat, pero la presencia amenazante de su enorme puño justo detrás de él mantenía sus sentidos en alerta
máxima mientras se acercaba a su objetivo, la pierna izquierda de la bestia. Sujetando la empuñadura de la Gran
Espada con ambas manos, la oscilo—y golpeó.
--¡¡Gah!!
Un impacto sordo. La piel de la criatura era demasiado fuerte para penetrar; sin embargo, el impacto provoco
algo de daño.
El ataque de Bell causó que la pierna del Jefe de Piso temblara. El daño infligido por las tácticas de golpear y
correr de los atacantes había sido inmenso.
Bell hizo lo mismo y escapó de entre las piernas del gigante y salió detrás de él, en medio de las aclamaciones
de las personas que habían sido testigos de su hazaña.
--Cranel-san, eso fue imprudente.
--R-Ryuu-san...
--Ninguna cantidad de vida te salvará si lo intentas de nuevo.
Ryuu se encontró con él, corriendo lado a lado mientras lo regañaba.
Bell podía sentir su mirada color azul celeste procedente de debajo de la capucha. Sus hombros se hundieron
como los de un niño que estaba siendo castigado.
--Daré una señal; sigue mi ejemplo para atacar. Deberías ser capaz de seguirme el paso.
--... ¡...! ¡Sí!
Ryuu espero antes de hablar. Bell asintió con entusiasmo y se colocó detrás de ella.
Ambos avanzaron como maestro y aprendiz mientras continuaban su asalto al Jefe de Piso.
× × ×
Los atacantes tenazmente apuntaron a las piernas del Jefe de Piso en un esfuerzo para hacerlo caer, o por lo
menos limitar su movilidad. Aunque no fueron capaces de herir al Goliat lo suficiente para mantenerlo en un
solo lugar debido a su piel extremadamente gruesa, sus ataques hicieron que los movimientos de la bestia se
volvieran torpes y pesados.
Los magos terminaron sus Encantamientos justo cuando un grupo de atacantes celebraba otro ataque exitoso.
¡Líneas del frente, vuelvan! ¡Viene algo grande!
Ryuu, Bell, y los otros atacantes se retiraron inmediatamente. Habían llevado al Goliat en medio de una
pequeña red de Magos protegidos por barreras. Los ojos color rojo sangre de la bestia se abrieron una vez que
se dio cuenta de lo que estaba a punto de suceder.
Cada uno de los Magos sonrió, sabiendo que no había escape para su objetivo ahora, y empujaron sus báculos
hacia arriba.
Nuevos colores destellaron en todo el campo de batalla. Círculos mágicos brillaban mientras una oleada tras
otra de Magia golpeaba a la bestia inmediatamente.
———¿¡…!?
Magia de cada elemento continuó golpeando al monstruo. Fue atacado por florecientes bolas de fuego, seguido
de rayos en forma de lanzas, a la vez que era atrapado entre masivos tornados y ensartado por una lluvia de
gruesos y largos fragmentos de hielo. Un grupo de atacantes equipados con Espadas Mágicas añadió una nueva
ronda de llamas a la colección de humo y explosiones en la que estaba sumergido completamente el cuerpo del
Goliat.
Finalmente, el bombardeo mágico se detuvo. Los oídos de todos sonaban mientras los ecos de la última
explosión se extinguían. Cada par de ojos estaban enfocados en la bola de humo en medio del campo de
batalla... Un brazo masivo surgió cuando el humo comenzó a despejarse, pero no había ninguna mano adjunta.
A continuación, una cabeza muy dañada y hombros aparecieron, mientras se desplomaban hacia delante. La piel
del Goliat estaba hecha pedazos, dejando al descubierto el músculo desnudo y escupiendo sangre desde todos
los ángulos.
Una columna de humo blanco salía de su boca mientras la bestia trataba de respirar, mostrando qué tanto daño
había recibido.
Las filas de Aventurero gritaron en celebración.
--¡¡Acabémoslo, gusanos!! ¡¡ATAAAAAQUEEEEEEEEEN!!
Todos los atacantes se movieron a la vez. Llegaron desde todos los ángulos, todos buscando ser la persona que
diera el golpe final.
Esta vez, su objetivo era la cabeza del Goliat.
--... ¿…?
--¿Ryuu-san?
× × ×
Bell tenía la misma sonrisa de triunfo en su rostro como los otros atacantes, hasta que noto que los hombros de
Ryuu temblaban.
Sus ojos eran muy serios, se estrecharon debajo de su capucha, hasta que de repente se abrieron de golpe.
—FUOOOO.
Los otros Aventureros tambien lo notaron aproximadamente al mismo tiempo.
El Goliat debería haber estado demasiado gravemente herido para moverse, y sin embargo, levanto la cabeza.
Las heridas que había recibido habían desaparecido.
Puntos rojos de luz salían de su cuerpo, más específicamente de sus heridas. Los Aventureros vieron con horror
como la piel del Goliat se regeneraba frente a sus ojos. Los puntos rojos se multiplicaban mientras que todo el
daño era borrado. Pronto, todo lo que quedaba en su cuerpo eran cicatrices.
El Goliat se paró con renovado vigor.
--¿¡Auto-regeneración!?
Asfi gritó con incredulidad. El Goliat se recuperó de sus heridas a un ritmo asombroso y enfoco sus ojos sobre
los atacantes que se habían precipitado primero—entonces en los aturdidos y horrorizados magos—antes de
levantar sus brazos por encima de sus hombros y llevando sus manos por encima de su cabeza.
Entonces balanceo sus masivos puños hacia abajo en el suelo.
————
La gran llanura se dividió.
La feroz explosión envió una destructiva onda de choque a través del suelo. Los atacantes fueron tragados
instantáneamente por un tsunami cada vez mayor de escombros. No paso mucho tiempo antes de que las
barreras de Aventureros se vieran desbordadas y los magos superados.
Todo fue lanzado al aire.
--¿¡Huh...!?
Bell se había retirado junto con Ryuu, pero no podía creer lo que estaba viendo.
Su red defensiva fue destruida en un instante.
Los atacantes consiguieron lo peor de todo y la mayoría estaban en el suelo retorciéndose de dolor. Pero no se
trataba sólo de ellos—a los Magos tampoco les habían ido bien. Había demasiados Aventureros temblando en
sus manos y rodillas para que Bell pudiera contar.
Humo flotaba desde las grietas en el suelo, cubriendo un campo de batalla que parecía una escena del infierno.
--¿¡Convirtió el Poder Mágico en poder curativo...!?
Los cristales que quedaban en el techo lanzaban luz azul sobre el campo de batalla. Sin embargo, el Goliat
brillaba de rojo. Su cuerpo estaba rodeado de miles y miles de puntos rojos, el subproducto del Poder Mágico
quemado.
El mismo poder utilizado para un aullido había sido utilizado para acelerar su capacidad de curación natural.
Asfi estaba boquiabierta ante la pesadilla viviente, un monstruo con la capacidad de regenerarse—un poder sólo
atribuido a los Jefes de Piso
Los Aventureros restantes todavía capaces de estar de pie observaron al Goliat. Estaba cubierto de tantos puntos
rojos que parecía estar ardiendo en la oscuridad.
Para Bell, parecía como si Sodoma había surgido de las llamas del infierno para castigar el mal en este mundo.
—¡AAAOOO!
El ataque del Goliat comenzó sin previo aviso. Disparó un aullido a cualquier cosa que se moviera, dejando a
aún más Aventureros fuera de combate. Ellos fueron mandados a volar hacia atrás, aplastados por su impacto, y
se desvanecían perdiendo y recuperando la conciencia.
--Oh, no... ¡Boris, restablece las formaciones, ahora!
--¿¡Cómo demonios se supone que voy a hacer eso!?
La confusión y el miedo habían abrumado completamente a los Aventureros, quienes no estaban acostumbrados
a trabajar en grandes números. Algunos se retiraban para reagruparse; otros estaban curando a los heridos. Unos
magos habían comenzado a lanzar otro Encantamiento. No había unidad, sólo pánico.
Al ver su trabajo en equipo desmoronarse completamente, el Goliat aprovechó la oportunidad para usar su carta
de triunfo.
¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
--Ese bastardo. ¿¡Más monstruos...!?
Todos los monstruos restantes en el 18° Piso respondieron a la segunda invocación del Goliat con un aullido
propio. Sin perder tiempo, una nueva oleada de monstruos apareció en la gran llanura.
Los Aventureros sobrevivientes repentinamente tenían mucho más en sus manos de lo que podían manejar.
--…Cranel-san, quédate aquí. Únete a sus filas y repele a los monstruos.
--¡R-Ryuu-san! ¿¡Que hay de ti!?
--Me uniré a Andrómeda y mantendré al Goliat en la bahía.
Bell la miraba con una mezcla de sorpresa y preocupación mientras la Elfa daba unos pasos hacia el gigante.
--Nuestras fuerzas serán abrumadas si permitimos que ese monstruo vague libremente. Ganaremos tanto tiempo
como sea posible para otra descarga de Ataques Mágicos... Que la fortuna te sonría.
Cortó la conversación rápidamente, como para decir que no había tiempo. Bell observó su capa aleteando
mientras se precipitaba hacia el gigante, entonces miró a su alrededor.
Armas rotas y destrozadas cubrían el suelo. Los atacantes caídos y miembros de la barrera trataban de
levantarse, mientras que otros Aventureros luchaban desesperadamente para protegerlos. Sus gritos resonaban
en todo el campo de batalla.
Fueron encerrados en una batalla perdida. Incluso si de alguna manera lograban montar otro asalto, no había
garantía de que podrían acabar con el Goliat.
La garganta de Bell se sacudió mientras trataba de no perder el equilibrio. Su mirada se desvió hacia su mano
derecha.
—Es la única oportunidad.
<Argonaut>. Una Habilidad otorgada a Bell con el poder de cambiar el rumbo de cualquier situación. Él decidió
utilizarla.
Por desgracia, el <Argonaut> era un arma de doble filo que requería enormes cantidades de resistencia física y
Poder Mental. Era más que probable que Bell se convertiría en nada más que una carga en el campo de batalla
después de lanzar el ataque. Tenía un solo disparo.
Si esto no funciona... Si no puedo luchar...
—Bell comenzó a cargar mientras esos pensamientos pasaban por su mente.
--¡Más rápido, más rápido…!
Lanzar el ataque con nada menos que la máxima potencia sería un desperdicio. Tenía que poner todo lo que
tenía en un disparo.
Apretando los dientes mientras los gritos de dolor resonaban a su alrededor, pequeños destellos de luz blanca
comenzaron a reunirse alrededor de su muñeca derecha.
× × ×
--¡Esto es horrible...!
Lili se dirigía a la base de suministro cuando vio lo que había sucedido con la red defensiva. Su mandíbula cayo
mientras observaba el paisaje.
El Goliat parecía ileso mientras que los cuerpos inmóviles de los Aventureros estaban tendidos en todas las
direcciones. Lo que era peor, grupos de monstruos se precipitaban desde todos los ángulos para dar el golpe
final. Lili pateo el suelo tan rápido como pudo y corrió hasta la colina hacia la base.
--¿¡Todavía hay armas e Ítems aquí!?
--¿¡Ayudante-kun!?
--¡Reúnan todo lo que tengamos! ¡Lili los entregará a las líneas del frente!
La llegada de Lili llamó la atención de Hestia, así como de las pocas personas que quedaban en la base. Al igual
que Lili, eran personas que sólo se meterían en el camino si se unían a la lucha, así que protegían su posición y
atendían a tantos Aventureros heridos como podian.
Todos estaban aturdidos, mirando hacia el campo de batalla con expresiones en blanco.
--¿Vas a entregarlos? ¿¡Segura que puedes hacer eso!?
--¡Nadie más puede moverse! ¡Lili tiene una oportunidad mucho mejor que alguien muerto de miedo!
No hacia falta decir que los Aventureros incapaces de luchar, así como los que protegían la base, no podían
salir. Además de eso, incluso los Aventureros que habían recibido tratamiento no serían capaces de lograr nada
regresando inmediatamente a la batalla. Lili prácticamente arrojo su gran mochila en el centro de la base
mientras ella y Hestia corrían a buscar Ítems y armas para llenarla.
--¿Qué hay de Chigusa-sama?
--Se fue corriendo tan pronto como vio la explosión. Probablemente se dirigió con Ouka y Mikoto por ahora.
Lo más probable es que no pudo soportar solo estar parada en las líneas laterales. Lili definitivamente podía
relacionarse con la chica humana mientras una imagen de lo que probablemente ocurrió pasaba por su cabeza.
A pesar de que sería eliminada si era atacada por un monstruo, la devoción de Lili con Bell y Welf le daba el
valor para cumplir con sus deberes como Ayudante en la cara del peligro.
Ignorando la mirada de preocupación de Hestia, Lili llenó su mochila hasta el tope con cualquier cosa que
pudiera ser de utilidad.
--¿Eh...?
--¿Ayudante-kun?
La mano de Lili había encontrado una gran arma cuando buscaba dentro de una vieja caja de carga. De repente
se detuvo.
Sus ojos alcanzaron a ver algo muy interesante. Hestia se acercó a su lado por curiosidad.
--¿Eso es un Botín...?
La superficie expuesta de color negro del Item brillaba en la penumbra. Tenía más o menos la forma de una
espada pero estaba envuelto en tela en lugar de una vaina. Podría muy bien ser un hueso grande y negro. Una
empuñadura muy mal hecha estaba unida a la parte inferior de la “cuchilla”. La tela parecía tener algo escrito en
ella, probablemente el nombre del propietario. Sin embargo, la tela estaba tan sucia y arrugada que era
imposible de leer.
Había una buena probabilidad de que se trataba de un arma de repuesto propiedad de alguien que visitaba Rivira
a menudo. Muchos Aventureros utilizaban la ciudad como un lugar para guardar sus armas de repuesto en lugar
de llevarlas al 19º Piso y más allá, ya que ocupaban demasiado espacio. El arma debió haber sido retirada del
almacenamiento debido a la situación de emergencia.
--Casi ningún esfuerzo en esto en absoluto... No, espera...
Lili tragó saliva mientras miraba hacia abajo el Item que podría muy bien haber sido un arma natural que se
encontraba dentro del Calabozo. La chica se acercó más para evaluar su densidad, filo, y poder destructivo
global.
Eso una vez fue parte de un gran monstruo, una garra o un colmillo que se convirtió en Botín.
Es más, ese monstruo era de los Pisos Inferiores.
Lili dejó caer inmediatamente el arma en su otra mano y agarró el Item negro antes de meterla en su mochila.
--¡Oi, hey! ¿¡Ayudante-kun!?
Su mochila estaba a punto de reventar, pero Lili era capaz de cargarla con facilidad debido a su propia
Habilidad, <Héroe Anónimo>. No respondió a la llamada de Hestia mientras salía de la base tan rápido como
sus piernas le permitían.
¡Si puedo llevarle esto a Bell-sama...!
—Si esa arma se combinaba con su luz blanca, entonces tal vez... tal vez...
La mochila de Lili se movía de lado a lado, la punta del arma negra sobresalía de la parte superior mientras
corría a buscar a Bell.
× × ×
--¡…!
El dedo del Goliat que pasó rozando el cuerpo de Ryuu.
Luchaba para controlar la descarga de adrenalina causada por el ataque del enemigo fallando por un pelo y se
precipitó hacia adelante para golpear sus piernas expuestas. Los ensordecedores rugidos del gigante llenaron sus
oídos mientras se quedaba en donde estaba después de su primer ataque y asestaba dos más antes de escapar.
--¡Lyon, harás que te maten!
--Todos están luchando con sus vidas en la línea. Debería hacer al menos eso.
Ryuu respondió con una inquebrantable determinación a la llamaba de Asfi desde la distancia.
Luchaba contra el gigante lógicamente, ajustaba su posición y ángulos de ataque, según fuera necesario. El
Goliat era incapaz de ignorar los ataques agudos y precisos de Ryuu. Su capa estaba en ruinas, debido a su
constante asalto, casi temerario.
--Andrómeda, ¿Deberíamos atacar a su núcleo?
--Imposible. Su piel es muy gruesa. Ninguna de nuestras armas es lo suficientemente poderosa como para
romper la Piedra Mágica desde el exterior.
Asfi esquivó otro aullido con un salto de vuelo y aterrizó a medio paso junto a Ryuu. Ambas aprovecharon ese
respiro para tomarse una poción de un trago mientras huían.
--¿Qué pasa con la Magia?
--... Mi Encantamiento es absurdamente largo y no es muy poderoso. No hay posibilidad de que tenga algún
efecto sobre ese Goliat con sus capacidades regenerativas. No esperes mucho.
La capa blanca de Asfi se agitaba mientras se limpiaba la boca con su brazo, tenía una mirada de desesperación
en su rostro.
--Entendido
Ryuu respondió calmadamente a esa información.
--Siendo ese el caso, necesitamos otra descarga de los magos.
--Solo se curara de nuevo después de recibir un golpe directo.
--Si es así, lo golpearemos a una y otra vez hasta que ya no pueda curarse.
--¿¡Estás loca…!?
Asfi alcanzó su cinturón mientras Ryuu tomaba velocidad, dejándola atrás. Cambio su dirección y lanzo más
granadas de Aceite Explosivo, golpeando al Goliat en el rostro en su camino más allá.
Ambas mujeres atacaron al gigante una y otra vez a pesar de saber el resultado. El Goliat se cernía sobre ellas,
estando rodeado por el ardiente resplandor de los puntos rojos de la luz. Su situación se había vuelto aún más
grave que antes.
× × ×
--¡Los magos...!
—Mientras tanto, a corta distancia de su batalla contra el Goliat...
Ouka se había dirigido al centro de lo que quedaba de la red defensiva y se precipitó a ayudar a un mago herido.
Los que habían resistido la onda de choque inicial lo suficientemente bien como para continuar el canto eran
perseguidos por el Goliat con aullidos antes de que pudieran terminar. Incapaces de moverse o protegerse a sí
mismos mientras recitaban sus Encantamientos, cada uno fue atrapado en una explosión de uno en uno. Otros
incluso fueron atacados por monstruos aleatorios en la zona. No había manera de montar un asalto.
Sus Ataques Mágicos eran de vital importancia para el éxito o el fracaso de la batalla contra el Jefe de Piso. Sin
ellos, los ataques y la defensa física del Goliat abrumarían a los otros Aventureros.
No había barreras formándose para protegerlos. Los magos estaban completamente expuestos.
Ouka observaba las desesperadas maniobras de Asfi y Ryuu, sabiendo que serían eliminadas a este ritmo.
--¡Ouka!
--¿¡Chigusa!?
Se giró hacia la chica que lo llamó y le respondió.
Al principio se sorprendió de que había llegado tan lejos en una zona peligrosa por sí misma. Entonces vio su
mochila—llena hasta al tope con Ítems y equipada con un escudo. Dejo escapar un suspiro de alivio.
Corrió hacia ella a toda velocidad, casi saltando para cerrar la distancia.
--¡Chigusa, el escudo!
Sus palabras no se registraron en Chigusa de inmediato mientras Ouka se detenía justo fuera del alcance de su
mano. Entonces, se conectaron. Sus normalmente ocultos pero bellos ojos aparecieron de debajo de su flequillo.
Estaban llenos de miedo.
Ella sacudió violentamente su cabeza de lado a lado.
--¡¡Chigusa!!
--¡No, vas a morir...! ¡Si te unes a una barrera contra esa cosa... tú... tú vas a morir, Ouka!
Lágrimas corrían por sus mejillas mientras prácticamente le gritaba.
El hombre grande contuvo sus propias lágrimas. Afirmándose, miraba a la chica llorando con toda la sinceridad
que pudo reunir.
--¡Chigusa, por favor, no me robes mi honor!
--... ¿¡…!?
--No quiero ser conocido como alguien que sólo hablaba mientras que otros morían en vano. No quiero ser el
que se escapó. ¡Soy un orgulloso miembro de la <Familia Takemikazuchi>!
La cabeza de Chigusa estaba inmóvil, con sus ojos congelados en su lugar mientras más lagrimas surgían.
Su rostro se contrajo, entonces asintió. Deslizando sus brazos fuera de las correas de su mochila, la bajo y le
entregó el escudo a Ouka.
Le dio un rápido agradecimiento mientras lo equipaba, y luego corrió hacia al campo de batalla sin mirar hacia
atrás.
Chigusa se quedó allí llorando, viendo a Ouka alejarse cada vez más.
× × ×
Los destellos de luz blanca dejaron de rodear la mano de Bell.
--¡Carga completa…!
Tres minutos. Ese fue el tiempo que actualmente le tomo a Bell cargar completamente el <Argonaut>.
Las luces brillantes, haciendo sonidos *Ping, ping* como campañillas en la brisa de verano, Bell sostuvo su
brazo directamente hacia su costado y pateo el suelo en una carrera de velocidad completa.
Atravesó la gran llanura como una flecha hacia el enfurecido Goliat. Quería asegurarse de golpear a la bestia
con todo lo que tenía, lo que significaba que necesitaba llegar a quemarropa.
--¿¡Cranel-san!?
Ryuu fue la primera en fijarse en él, seguida de cerca por Asfi, y el resto de los Aventureros que participaban en
la batalla contra los monstruos pronto hicieron lo mismo. Lo mismo hicieron los ojos color rojo sangre del
gigante que se elevaba por encima de él.
El cuerpo de Bell ya estaba latiendo con tanto poder que la presión de los ojos del Goliat no tuvo ningún efecto
sobre él mientras se disparaba hacia adelante.
--No puede ser—¡Lyon, sal de ahí!
Asfi sabía que Bell había vaporizado a un <Dragón Infantil> con un ataque que fue descrito exactamente como
ese. Dio la orden de retirada tan pronto como vio las luces alrededor de su brazo derecho. Ryuu vaciló sólo un
momento antes de salir de la línea de fuego del chico.
Entonces, Bell se detuvo lo más cerca posible del gigante.
El Goliat lo miro hacia abajo y abrió sus mandíbulas.
——¡¡OOO!!
Un extremadamente poderoso aullido atado con Poder Mágico.
Al mismo tiempo, Bell fijo sus pies y extendió su brazo hacia adelante.
Un rugido tan fuerte como el de la bestia brotó de su boca:
--¡¡<FIREBOLT>!!
Sus pies se hundieron en la tierra debajo de la hierba.
El poder absoluto del infierno de rayos que estallo de su brazo hizo retroceder su cuerpo.
Su <Firebolt> intercepto el aullido entrante, rompiéndolo en pedazos en el aire.
———
Los destellos blancos brillaban maravillosamente mientras eran lanzados e introducidos en los rayos ardientes.
Una explosión ensordecedora ahogo todos los otros sonidos. Los rayos golpearon al Goliat en la boca, y
siguieron adelante.
La Magia <Firebolt> desapareció en un instante, dejando sólo una pequeña porción de la parte derecha de la
cabeza del gigante, todavía unida a su cuerpo. La bestia no tuvo tiempo ni para rugir de miedo. Sólo una
pequeña parte de su ojo derecho quedo en su pómulo roto mientras el Jefe de Piso se tambaleaba hacia atrás. La
explosión de la magia de Bell viajó todo el camino hasta la pared opuesta, explotando al impacto en la distancia.
Había fallado su objetivo.
Bell había estado apuntando al pecho del Goliat, pero fue incapaz de controlar la explosión a plena potencia y lo
había golpeado en la cabeza por accidente.
Bell se quedó allí con su brazo todavía extendido, sus ojos estaban muy abiertos mientras observaba de cerca al
Goliat.
Todos a su alrededor quedaron boquiabiertos atemorizados de ese ataque que tan fácilmente había atravesado la
piel que no pudieron romper.
Ningún ser vivo podría sobrevivir sin su cabeza.
Ganamos—vino de las voces de esperanza de muchos Aventureros. Sin embargo—
Un géiser de puntos rojos salió disparado del cuello de la bestia.
--¿¡…!?
El géiser se convirtió en un volcán en medio de la oscuridad. Los Aventureros vieron con horror como el rostro
del Goliat comenzaba a regenerarse. La desesperación se apoderó de sus corazones mientras observaban un
nuevo ojo rojo sangre moverse libremente sin una cuenca.
El Goliat todavía estaba vivo incluso después de perder la cabeza. Había resistido un <Firebolt> apoyado por
<Argonaut> completamente cargado utilizando su fuerza de vida de otro mundo y su capacidad de recuperación
para sobrevivir.
El as en la manga de Bell había fracasado.
El ojo izquierdo recién reformado se unió a su pareja en el descubrimiento del chico de cabello blanco que
estaba parado en medio de la hierba. Los dos orbes rojos miraron hacia él con un odio intenso.
-- —¡¡Bell, huye!!
El tranquilo comportamiento de Ryuu desapareció. El Goliat desencadenó otro aullido justo en la parte superior
del chico mientras ella le gritaba.
El proceso de curación del gigante todavía no estaba completo—pedazos de músculos y colmillos cayeron sobre
Bell. El <Argonaut> había agotado por completo su fuerza y agilidad; no pudo salir del camino y recibió un
golpe directo.
Los pies de Bell dejaron el suelo mientras su cuerpo fue cortado y rebanado en medio del aire junto con la
suciedad. La siguiente cosa que los ojos del chico vieron fue la montañosa figura del Goliat yendo justo hacia
él.
La bestia fue tras él, gritando con toda la fuerza de sus pulmones. Ryuu y Asfi no pudieron llegar a él a tiempo.
El Goliat ya tenía su enorme brazo ladeado detrás de su espalda.
Una inevitable muerte instantánea estaba en camino.
El tiempo pareció congelarse para Bell mientras esperaba a que el puño del gigante llegara.
Entonces, él llegó.
-- ——
Un gran hombre empuñando un escudo saltó delante de Bell.
Ouka llegó a tiempo para colocarse entre Bell y el Goliat en el último segundo posible. Preparó su cuerpo contra
su escudo para proteger al chico de un golpe directo. Bell vio los dedos del Goliat doblarse hacia dentro
momentáneamente mientras su puño se tragaba a Ouka y el escudo entero en cámara lenta.
Sangre salió disparada de la boca del hombre. El cuerpo de Ouka golpeo a Bell con la fuerza para romper los
huesos. La fuerza del impacto viajó a través del escudo, a través de Ouka, y directamente a él. Ambos fueron
lanzados en el aire, con sus ojos abiertos hasta el límite.
¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
Más salpicaduras de sangre. El emblema de una <Familia> roto.
Sus cuerpos giraban a través del aire mientras el Goliat rugía triunfante detrás de ellos.
× × ×
--Bell-kun—
Una conmocionada Hestia observaba la escena desplegándose desde la base de suministro.
Inmediatamente salió de detrás de la barrera protectora y se precipitó por la colina.
× × ×
--Bell-sama—
Lili observaba su cuerpo inerte volar por el aire, el arma que tardo demasiado en entregarle todavía estaba en su
mochila. Ella inmediatamente cambio de curso y se precipitó hacia el campo de batalla.
× × ×
--Bell…
La voz de Welf temblaba mientras el nombre de su amigo salía de su boca.
Los sonidos de la batalla a su alrededor parecían distantes mientras un cierto conjunto de palabras venía a su
mente.
<Deja de poner en peligro a tus aliados debido a tu orgullo.>
Las palabras de una cierta Diosa cortaron su mente como una espina afilada a través de la piel. Atravesaron su
alma.
El remordimiento y la culpa lo inundaron mientras su rostro se transformaba en algo así como el de un niño
regañado. Se paró en su lugar por sólo un momento antes de darse la vuelta para enfrentar el bosque detrás de
él.
--¡¡Maldita sea todo!!
Arrojando su Espada Larga al suelo, Welf se precipito hacia el bosque oriental tan rápido como pudo.
× × ×
--¡Ouka...!
--¡Capitán Ouka!
Chigusa, con las mejillas brillando de lágrimas, y una triste Mikoto llegaron al punto donde su líder se había
deslizado hasta detenerse. Abrazaron su cuerpo roto y ensangrentado. Los párpados de Ouka colgaban sobre sus
ojos cerrados mientras ambas chicas trabajaban juntas para llevarlo fuera del peligro.
--¡¡No—!!
Al mismo tiempo, Ryuu corrió al lado de Bell y rápidamente lo tomó en sus brazos. Lo llevó a un lugar seguro
como un viento propicio guiando a un barco fuera de una tormenta.
--¡Cranel-san, Cranel-san! ¡Respóndeme!
Ryuu lo sentó en la hierba entre los restos del Árbol Central y la base de suministro en el lado sur del 18° Piso.
El chico no respondió mientras yacía en silencio sobre su espalda.
--¿¡Por qué ahora de todos los tiempos...!?
La Elfa echó su capucha hacia atrás mientras buscaba a través de su bolsa de Ítems adjunta a su cintura. Sus
ojos se llenaron de pesar.
Ya no tenía pociones superiores. Decir que el chico estaba herido de gravedad sería un eufemismo. Una poción
normal casi no tendría ningún efecto. La mayor parte de la armadura ligera de Bell, incluyendo su peto, se hizo
añicos. Su camisa interior y piel fueron despedazadas por los fragmentos de los colmillos de la bestia todavía
pegados a su cuerpo. Un vistazo rápido era todo lo que Ryuu necesitaba para decir que sus costillas se
rompieron en varios lugares.
Sus ojos temblaban mientras miraba todas las heridas del chico, cada una derramando sangre fresca.
--¡Bell-kun!
--Diosa Hestia...
Hestia fue la primera en llegar a la escena, porque la base de suministro estaba muy cerca.
El color desapareció del rostro de la Diosa en el momento en que vio la terrible situación de Bell, y metió la
mano en su propia bolsa de Ítems. Pero al igual que Ryuu, las pupilas de sus ojos se contrajeron cuando se dio
cuenta de que tampoco tenía ninguna poción superior. Había utilizado todas las que tenía mientras ayudaba a los
Aventureros heridos durante la batalla.
--Capucha—no, Elfa-kun. ¿¡Como esta!?
--Respira, pero sus heridas son profundas. Me temo que los huesos de sus brazos y piernas también pueden
estar...
Hestia y Ryuu se arrodillaron a ambos lados del chico, quien había recibido un golpe directo de un aullido Lv.
5.
Los sonidos del combate todavía sonaban en la distancia, pero una voz corto a través del estruendo.
--¡Lyon, vuelve aquí de inmediato!
Era el grito de Asfi. Estaba enfrentando sola al Goliat. Sus ojos se abrieron de golpe cuando la bestia se preparó
para disparar otro aullido. Se envolvió en su manto blanco justo antes del impacto.
La tela absorbente de impactos de su propio diseño resistió la explosión, pero el delgado cuerpo de la joven
salió volando.
--... Elfa-kun, por favor ve. Consíguenos tanto tiempo como sea posible.
La expresión de Hestia se tensó mientras Ryuu veía a Asfi recuperar su postura.
--Bell-kun despertara. Y una vez que lo haga, matara a ese monstruo.
--Pero, Diosa Hestia...
--Lo viste, ¿¡No es así!? Bell-kun puede hacerlo. ¡Bell-kun puede acabar con esa cosa!
Ryuu fue cautivada por la absoluta confianza en los ojos de Hestia.
--Entendido.
Dijo con una breve inclinación de cabeza.
Recuperando la compostura, el perfil de la Elfa desapareció detrás de su capucha mientras corría de regreso al
campo de batalla.
--... ¡Abre los ojos, Bell-kun!
Con Ryuu habiéndose ido, Hestia se quedó sola con él. Sostuvo la mano derecha del chico y lo llamó.
Los ojos de Bell se ocultaban detrás de su cabello blanco, con su boca parcialmente abierta. Pero no se movía.
--Puedes escucharlos, ¿¡Cierto!? ¡Todos están luchando contra ese monstruo aterrador!
La agudas voces de Ryuu y Asfi, los gritos de los otros Aventureros, los rugidos de los monstruos, los aullidos
del Goliat—los sonidos llegaban a ellos desde todos los ángulos.
Hestia apretó sus manos alrededor de los flácidos dedos de Bell. Un coro trágico de choques de armas y
valientes gritos de batalla llenaba el aire.
--¡Puedes hacerlo; eres el único que puede hacerlo! ¡Eres el único que puede salvarlos, Bell-kun...
Su querido dependiente resultó gravemente herido, sin embargo, ella lo instaba a luchar mientras sus ojos se
llenaban de lágrimas.
Su voz se volvía más y más desesperada mientras rogaba ver sus ojos color rojo rubí abrirse una vez más.
Tomó una respiración profunda y gritó desde el fondo de sus pulmones con todo el poder que pudo reunir:
--¡¡Levántate, Bell-kun!!
× × ×
Su voz lo alcanzó.
La voz de la Diosa a la que amaba y respetaba más que nadie alcanzo la conciencia de Bell, en la esquina más
profunda y oscura de su mente. No podía sentir su cuerpo, y sin embargo había un poderoso calor alrededor de
una mano derecha que no existía.
Bell podía sentir su “dientes” apretándose en respuesta a los repetidos gritos llenos de lágrimas de la Diosa. Se
abrieron camino a través de la oscuridad, sacándolo.
Su alma se encendió. La llama de Hestia, una vez más.
Su cuerpo volvió a la existencia, crispándose. Podía ver la luz al final de la oscuridad. Todo lo que quedaba era
levantarse.
Fuera de la oscuridad, al otro lado de la luz. Al lugar donde la voz de la Diosa lo estaba llamando.
Su cuerpo todavía no se movía como quería, así que Bell se centró en la calidez envolviendo su mano derecha.
A pesar de sus mejores esfuerzos, no se movía o siquiera se estremecía en dirección de la luz.
¡Maldita sea!
El chico le gritó a su cuerpo, sabiendo plenamente que estaba en su límite físico—y entonces—
--Si... si tienes lo que se necesita para ser llamado Héroe—
——
Otra voz cortó a través de la oscuridad.
--¿¡Hermes!?
Una punzada de sorpresa en la voz de la Diosa apareció junto con la voz de otro Dios.
Bell conocía esa voz, esas palabras, ese eco—los recordaba.
--No es alguien capaz de desenvainar una espada, o alguien dispuesto a levantar un escudo, o alguien que cura a
los demás.
Era una voz que había escuchado hace mucho tiempo.
Antes, cuando era muy joven. Palabras que dieron forma en quien se convertiría.
Palabras de un mensajero divino, la voz de su pasado—de su abuelo.
--Sólo alguien que está dispuesto a arriesgarlo todo puede ser llamado Héroe.
La voz del Dios se convirtió en la de su abuelo.
--Protege a tus aliados. Rescata a las damas. Ponte en la línea.
Una nueva luz rosa en la oscuridad, tomando la forma de su abuelo, el pasado.
--Está bien romperse, descorazonarse, gritar de dolor. Aquel que clama la victoria al final siempre surge de los
vencidos.
Él recordó. Se acordó de todo.
Recordó las palabras que esos labios sonrientes dirían a continuación.
--Sigue adelante con tu sueño, grítalo para que todos lo escuchen. Aquel que lo haga—
Sí, ese es el único que—
-- —El único que se convertirá en un glorioso Héroe.
--¡¡…!!
Él despertó.
--Bell-kun…
Hestia apenas podía hablar mientras el chico se sentaba por su cuenta.
El Dios parado sobre el cuerpo herido del chico, velando por él, era Hermes.
La imagen del cuerpo tembloroso de Bell se vio reflejada en la mirada color naranja del Dios mientras el chico
se levantaba.
Levántate, lucha, ve por una espada para no deshonrar su memoria.
Pero, sobre todo, para salvar a las personas que más le importaban.
Para ir a los límites—más allá de los límites, para poner todo en la línea.
--¡Bell-sama!
La pequeña figura de Lili apareció detrás de ellos. Utilizo cada músculo de su pequeño cuerpo para sacar una
gran arma de su mochila y tirarla en su dirección.
La Gran Espada negra dibujo un arco a través del aire mientras volaba girando hacia ellos. El brazo de Bell
volvió a la vida mientras sujetaba el arma en el aire con una mano.
Sujetando la gruesa empuñadura de la espada con ambas manos, balanceó la espada hacia delante mientras
ponía sus pies en una postura poderosa.
Sus ojos color rojo rubí se movieron hacia adelante y se centraron en la forma del aterrador gigante en la
distancia.
Deja que las aspiraciones ardan.
Deja que los sueños rugan.
Si había alguna ventaja que Bell Cranel tenía sobre los demás, sería ésa memoria insustituible de su juventud—
eso es porque era todo lo que tenía.
--¡…!
Comenzó a cargar el <Argonaut>. Al mismo tiempo, los caracteres grabados en su espalda comenzaron a brillar
de color rojo.
<Liberación del Límite>.
Un estado temporal en el que las condiciones del entorno combinadas con la emoción sobrecargaban la
<Gracia> contenida dentro de la bendición de un Dios. El poder de las Habilidades aumentaba de forma
exponencial durante una <Liberación del Límite>.
Una piedra que enviaría ondas a través de un campo de batalla; una espada destinada a la garganta del gigante.
Destellos blancos se arremolinaron alrededor del cuerpo de Bell mientras cargaba para el ataque antes de que
subieran alto en el aire.
*Ping, ping, ping*
El sonido de las campanillas.
*Gong, gong*—se convirtió en el sonido de campanas de iglesia.
× × ×
En un claro en el borde del bosque, al sureste de donde se llevaba a cabo la batalla contra el furioso Goliat...
El grupo de Aventureros de Mord se había desprendido de las fuerzas principales. Estaban a punto de perder su
voluntad de luchar.
--¡No aguanto más! ¡No podemos ganar!
--¡Tenemos que salir de aquí! ¡Tal vez si encontramos un escondite en el bosque...!
Una bestia violenta que nadie podía detener estaba suelta. Sin importar cuántos monstruos mataban, aparecía
otro para ocupar su lugar.
La situación era desesperada, tan oscura como la falsa noche que cubría el piso. Una persona tras otra levantaba
su voz en la desesperación y amenazaban con irse por su cuenta.
--¡¡No huyan, cobardes!!
Fue Mord quien los detuvo.
--¿¡Qué demonios estas diciendo, Mord!? ¡No tenemos ninguna oportunidad contra esa monstruosidad! ¿¡Qué
sentido tiene quedarse!?
--¡Lucharemos! ¿¡Realmente están considerando la posibilidad de huir cuando todos esos chicos y damas
necesitan nuestra ayuda!?
Mord gritó tan fuerte como pudo y señaló la lucha desesperada de Ryuu y Asfi para contener al Goliat.
Los otros sólo lo miraron, incapaces de entender por qué era tan apasionado.
--¿¡Así que van a retirarse, sin hacer una mierda!? ¿¡Cómo demonios están de acuerdo con eso!?
La pasión de Mord se había convertido en ira, sus ojos estaban encendidos con una llama ardiendo dentro de él.
Interrumpió el contacto visual con las personas más cercanas a él y miró a su alrededor. Los Aventureros lo
suficientemente fuertes para formar una barrera resultaron gravemente heridos. Los magos sujetaban sus
propios brazos por el dolor. El hombre desato un torrente verbal sobre ellos mientras le devolvían la mirada con
ojos aturdidos.
--Hey, todos ustedes sucios Elfos, ¿¡Es que solo saben hablar!? Y ustedes, enanos arcaicos allí—¿¡Esos
músculos sólo son para mostrar!?
Oleada tras oleada de insultos salía de su boca. Agitaba su espada alrededor, lanzando incluso más golpes a su
orgullo antes de que los Aventureros comenzaran a levantarse. Toda la conmoción llamó la atención del
Escarabajo Loco, y se precipito. Mord rápidamente lo elimino antes de continuar su diatriba una vez más—
entonces el sonido de una campana resonó en el aire.
-- ——
El inconfundible sonido de campanas de iglesia resonó desde muy por encima de sus cabezas.
El tiempo se detuvo para todos ellos. No había ni un solo Aventurero cuyos ojos permanecieran bajos mientras
los grandes ecos llenaban sus oídos y llegaban a sus corazones.
El grupo miro hacia el sur sólo para ver a un Aventurero solitario, un chico que sostenía una espada negra
absolutamente enorme e iluminada por remolinos de luces blancas. El cabello blanco del chico se reflejó en sus
ojos.
Las palabras no eran necesarias.
Su luz corto a través de la oscuridad, levantando sus espíritus con esperanza.
-- —¡¡Vamoooooooooooos!! ¡¡Todos ustedes bastardoooooooos!! ¡¡Córtenlos, CORTENLOS A
TODOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!!
Todos y cada uno de los Aventureros se precipitaron hacia adelante por la orden de Mord.
El Goliat se había dado cuenta de la amenaza y convocó a más monstruos a su causa. Sin embargo, Mord no iba
a dejar que los monstruos llegaran a Bell, incluso a costa de su propia vida. Filas de Aventureros y monstruos
colisionaron.
× × ×
¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
El Goliat se precipito hacia adelante ante el sonido de las campanas extendiéndose por el suelo.
Su rugido era un tono mucho más alto que antes, llamando a todos los monstruos aún con vida en un instante.
Con su resplandor rojo ahora unos tonos más claro, la bestia fijo su mirada únicamente en el chico parado en la
llanura sur.
--¡El Goliat...!
--¿Ha reconocido a Cranel-san como su enemigo?
El área alrededor del chico se había convertido en una pelea generalizada entre los Aventureros de Mord y los
monstruos sobrevientas. El gigante se dirigía justo hacia él. Asfi miraba en estado de shock como el Goliat
ignoraba sus ataques y los de Ryuu completamente. Mientras tanto, la Elfa estaba persiguiéndolo, haciendo todo
lo posible para evitar los pequeños temblores que el monstruo estaba haciendo mientras corría. Sus ojos se
clavaron en su objetivo.
--Nosotras lo protegemos. ¡El Goliat no lo tocara!
Ryuu le gritó a su compañera sin titubeo en su voz.
El Goliat no le prestó atención mientras galopaba rápidamente con sus piernas cortas y rechonchas. Abriéndose
paso a través de las ráfagas de viento cada vez que sus pies tocaban el suelo, Ryuu se alineo a sí misma junto a
él y golpeó una de sus rodillas con toda su fuerza.
La bestia perdió rápidamente su balance—un centro de gravedad bajo y alta velocidad no eran una buena
combinación. El Goliat con los ojos abiertos cayó hacia delante y golpeó la gran llanura con una explosión
atronadora.
El suelo se resquebrajo por el impacto, enviando una espesa nube de polvo al aire. El rostro del Goliat se
transformó en una expresión de incredulidad ya que todos sus miembros estaban en el suelo por primera vez.
--¿¡Eso realmente sucedió...!?
Sacudiéndose la sensación de asombro ante lo que acababa de ver, Asfi se movió para iniciar su propio ataque.
El Jefe de Piso estaba tratando de levantarse del suelo. Sin embargo, ambas mujeres no le mostraron piedad a su
oponente.
GUH—¿¡OOOOOOoooooOOOOOOOOOoooooOOOOOOOOOO!?
Rostro, manos, hombros, muslos, y espalda—la espada de madera de Ryuu y las dagas de Asfi golpearon todos
los objetivos posibles con una velocidad cegadora. La rabia del Goliat aumentó mientras rugía de dolor.
Olvidando su objetivo original por el momento, el Goliat balanceo todas sus extremidades alrededor como si
tratara de aplastar a los mosquitos más fuertes del mundo desde el cielo. Incluso utilizaba aullidos en un intento
de mantenerlas a raya.
Al ver que el gigante se retorcía desesperadamente, Ryuu comenzó a cantar un Encantamiento.
-- —<Cielo distante por encima del bosque. Estrellas sin límites fijadas en una noche eterna>.
Continuó su ataque sobre el Goliat mientras el Encantamiento salía de sus labios. Una desconcertada Asfi
observaba como la Elfa continuaba atacando a la bestia aún más rápido de lo que ella podía mientras se centraba
en su magia.
--<Escucha mi débil voz y otorga la protección de la luz estelar. Otorga la luz de la piedad sobre los que te han
abandonado>.
Simultáneo combate de alta velocidad y Magia: <Canto Concurrente>.
No sería una exageración decir que la Magia requería una enorme cantidad de concentración y la enunciación
verbal para ser lanzada. Alto poder de salida—el poder de una Magia era clasificado por la longitud del
Encantamiento. Cuanto más largo sea el Encantamiento, más poderosa sería la magia. Por lo tanto, todos los
magos tenían que permanecer en un lugar y concentrar toda su atención en recitar su Encantamiento.
Sin embargo, Ryuu estaba recitando un Encantamiento y atacando al mismo tiempo. El más mínimo desliz
podría resultar en un <Fuego Fatuo>, y sin embargo, allí estaba atacando, moviéndose, esquivando, y cantando
a un ritmo vertiginoso. Incluso para una Aventurera de Clase Superior, como Asfi, eso era extremadamente
impresionante.
La cantidad de resistencia mental y coraje necesario para realizarlo era enorme, por no hablar de conocimiento
de combate cuerpo a cuerpo y pericia retórica.
Ejecutando un estilo de combate que incluso la <Princesa de la Espada> no se atrevería a intentar, Ryuu
mantuvo un poderoso asalto físico sin dejar de cantar su magia.
--¡Batalla sincronizada y canto...!
—Mikoto noto lo que Ryuu estaba haciendo y estaba tan fascinada como Asfi.
Había dejado el cuidado del gravemente herido Ouka a Chigusa y regresó al campo de batalla, sólo para quedar
confundida por lo que vio. La forma en que la Elfa esquivaba los enormes puños del Goliat agitándose mientras
seguía atacando con una fuerza implacable era nada menos que los fuertes vientos en un huracán. Al mismo
tiempo, la belleza y gracia de su esbelta figura sacudieron a Mikoto hasta su núcleo.
--¡Qué poder...!
Mikoto podía ver que la guerrera Elfa estaba mucho más allá de su propia fuerza. Al principio hizo que se diera
cuenta de su propia debilidad, pero luego le mostró un nivel de poder que podía alcanzar. Finalmente, ella juró
que algún día llegaría al mismo nivel y se pararía junto a la Elfa como iguales.
Ella sacudió la cabeza y dio un vistazo alrededor—los Aventureros a su alrededor estaban involucrados en una
lucha enérgica contra los monstruos restantes. Al ver su valor y coraje, Mikoto corrió para unirse a la lucha
contra el Goliat y ayudar a Ryuu.
Si su propia Magia podía ayudarlas, podía comprar más tiempo para Bell... Ella encontró un punto bajo en las
llanuras y comenzó a cantar un Encantamiento.
--<Miedo, fuerte y tortuoso—>
Concentró todo su Poder Mental en este ataque.
No tenía sentido guardarse nada para continuar la lucha. Vertió todo lo que tenía en su Encantamiento,
enunciándolo fuerte y constante.
--<Hago un llamado al Dios, el destructor de todos y cada uno, para la orientación desde los cielos. Concédele
a este cuerpo trivial poder divino más allá del poder>.
Los Encantamientos de Mikoto y Ryuu resonaron a través del aire.
Mientras tanto, el Goliat consiguió poner sus rodillas debajo de su cuerpo y comenzó a enderezarse.
--¿¡No podías permanecer abajo sólo por un poco más de tiempo!?
Ya sea que finalmente obtuvo el control de su ira o se acordó de lo que Bell estaba haciendo, el gigante
continuó su avance a través de la gran llanura. Asfi le dijo sarcásticamente a la bestia con frustración porque la
Magia de Ryuu aún no estaba lista.
--¡No quiero usar esto en frente de tantas personas, pero...!
Con un tono de resignación en su voz, a regañadientes se inclinó y acarició los costados de sus sandalias.
-- —<Talaria>.
Las decoraciones de alas doradas que estaban envueltas alrededor de los costados de cada sandalia se
encogieron antes de venir a la vida.
Dos alas por cada sandalia, cuatro en total, se extendieron mientras Asfi tomaba vuelo.
¿¡…!?
El Goliat inclino su cabeza con incredulidad mientras la chica volaba por delante de su rostro. Incluso Ryuu y
los otros Aventureros quedaron momentáneamente aturdidos por la chica moviéndose a través del aire.
Sandalias aladas, <Talaria>. Un Item Mágico de alto nivel reservado para Perseo misma.
Hace mucho tiempo, la joven reina de una nación isla tenía tal anhelo por recorrer los cielos que uso <Enigma>
para crear un Item que hizo realidad su sueño. Con esas dos sandalias firmemente atadas a sus pies, Asfi solo
era capaz de elevarse en el aire.
Un Item que nivelaba el campo de juego de los monstruos voladores. Su capa blanca ondeaba detrás de ella
mientras serpenteaba alrededor del Goliat como un pájaro, más y más rápido a medida que se acercaba al rostro
del gigante.
Sosteniendo su daga en su mano izquierda en un agarre inverso, hizo su movimiento.
——¿¡…!?
El Goliat rugió de dolor mientras la daga rasgaba a través de uno de sus ojos rojos.
-- —<Ven, viento de los vientos, errante viajero de las edades. A través de los cielos, a través de los campos,
más rápido que cualquiera, más lejos que todos. ¡Luz de polvo de estrellas, desgarra a mis enemigos en
pedazos!>
El Goliat sujeto su ojo lesionado con una mano y miro hacia Ryuu cuando la Elfa termino su Encantamiento.
Las finas cejas de Ryuu se curvaron hacia abajo en la bestia inmóvil antes de desatar su Magia.
--¡¡<Viento Luminoso>!!
Cientos de pequeños orbes rodeados por remolinos de viento verde aparecieron a su alrededor. Empujando sus
brazos extendidos hacia adelante, el polvo de estrellas se estrelló contra la bestia en un torrente de Poder
Mágico y viento penetrante. Cada golpe dividía un trozo de piel del Goliat, causando innumerables explosiones
de sangre a cada segundo.
Era un poderoso tipo de magia, muy apropiada para un Elfo, y estaba haciendo retroceder al Goliat—hasta
que—
——¡¡OOOOOOOOOOOOOOOO!!
--¿¡…!?
El Goliat detuvo su retirada y presiono hacia adelante en la avalancha de polvo de estrellas.
Oleadas de puntos rojos fueron lanzadas desde el cuerpo del monstruo, encerrándolo en una espiral de pulsación
de luz. Sus heridas se curaban tan rápido como los orbes de polvo de estrellas restantes podían abrir otras
nuevas, mientras que el monstruo avanzaba hacia la posición de Ryuu y Asfi justo en frente de ella.
--<Desciende desde los cielos, apodérate de la tierra—¡¡Shinbu Tousei!!>
El brazo del Goliat se extendió, en un curso directo hacia Asfi, mientras que su hombro caía hacia Ryuu. Ese
fue el instante en que la Magia de Mikoto se completó.
--¡<Futsu no Mitama>!
Una espada compuesta de luz violeta apareció directamente sobre la cabeza del Goliat y descendió.
Al mismo tiempo, varias luces similares a círculos Mágicos aparecieron en el suelo, rodeando al gigante.
La espada de la luz ensarto el cuerpo del gigante, desencadenando una jaula de gravedad alrededor de la bestia.
——¿¡…!?
Un campo de fuerza descendió de la empuñadura de la espada diez metros en el aire para crear una cúpula.
El borde delantero del campo puso una barrera entre las dos mujeres y el Goliat justo antes de que los ataques
del monstruo pudieran conectar. Atrapado dentro de la cúpula, el brazo derecho extendido del Jefe de Piso cayó
al suelo, seguido de cerca por sus rodillas. El Goliat se quejaba de dolor mientras el suelo debajo de él se
derrumbaba bajo la presión de la magia de Mikoto.
Este era su carta de triunfo. Takemikazuchi le había prohibido usar esa Magia dentro de los espacios cerrados
del Calabozo. Su Magia tenía el poder para aplastar las cosas de una determinada zona, aumentando
drásticamente el efecto de la gravedad. El Goliat estaba siendo empujado más y más hacia abajo por la cúpula
violeta que lo mantenía prisionero.
Había sido reacia a utilizarla hasta ahora porque podría haber atrapado a los atacantes y magos bajo la cúpula
por accidente. Ryuu y Asfi estaban claramente impresionadas al ver al gigante retorciéndose.
--Guh, ¡AAAAHHH...!
El rostro de Mikoto se distorsiono del dolor, sujetando su brazo derecho extendido con su mano izquierda.
*Crick, Crick, Crick*—La cúpula comenzó a ceder mientras el gigante que literalmente había estado al borde
de ser puesto de rodillas estaba levantándose lentamente.
El cuerpo del Goliat se elevaba más y más, luchando contra la gravedad con toda su fuerza. Mikoto centró todo
su Poder Mental en un vano intento de empujar al monstruo hacia abajo.
Ella no era lo suficientemente fuerte. El <Estado> del Goliat estaba mucho más allá del suyo. No tenía ninguna
oportunidad.
El Goliat se elevaba más y más, el campo de fuerza se deformaba a la voluntad del gigante. Al mismo tiempo,
Bell todavía estaba cargando para su ataque.
× × ×
Welf estaba corriendo.
Se abrió paso a través de un bosque inundado de silencio, usando la luz de los cristales para encontrar su
camino a través del denso follaje. Los únicos sonidos que se escuchaban eran su pesada respiración y sus pasos
rápidos mientras el joven llegaba a una parte del bosque que reconoció.
--Maldita sea, Bell, ese grandote... ¡¡DAHH!!
No podía quitarse la imagen de la cabeza del Goliat golpeando a Ouka y a Bell. Ese hombre grande no podía
haber querido recibir ese golpe, pero aún así protegió a Bell. Todo lo que Welf podía hacer era tratar de
adaptarse.
Era divertido, en cierto modo. El pensamiento de sí mismo solo allí parado mientras todo sucedía. Un remolino
de pesar rabiaba dentro de él.
--Hefesto-sama, yo...
El arma envuelta en tela blanca que había recibido de Hestia, enviada a él por su propia Diosa. También pasó a
ser un arma que Welf mismo forjó.
La había hecho inmediatamente después de unirse a la <Familia Hefesto>, por sus órdenes. Fue su primer
trabajo como un miembro de la <Familia>.
Con sus habilidades probadas, le había dado el arma a Hefesto ya que solo mirarla lo llenaba de odio a sí
mismo. Él juró no hacer otra.
Ella le dijo que estaba bien, por ahora. Pero lo dejó con las palabras: “Te arrepentirás de no usar este poder una
vez que hayas conseguido algo importante”.
<Deja de poner en peligro a tus aliados por tu orgullo.>
Todo lo que la Diosa de cabello y ojos carmesí le había dicho se repetía una y otra vez en su cabeza.
Su arrogancia centrada en sí mismo le había llevado a jurar no convertirse en un Herrero de Espadas Mágicas.
Aún más, su ego no le permitía usar una.
Si hubiera sido capaz de dejar de lado su vanidad, las cosas podrían haber sido distintas.
--¡Yo…!
Welf odiaba las Espadas Mágicas.
Le daban a cualquier persona el poder para acabar con el más fuerte de los enemigos con un movimiento de la
muñeca. No eran nada más que un Arma Mágica que consentía a su usuario. Ellas destruyeron su familia, a
otros herreros, y pudrían a los usuarios desde el interior.
Pero por encima de todo, las Espadas Mágicas inevitablemente se romperían y abandonarían a su usuario.
Welf detestaba las Espadas Mágicas.
--... ¡…!
De repente, una colina de árboles que había visto antes apareció en su visión. Estaba seguro de que el arma
había caído entre ellos y estaba sentado en algún lugar de la hierba alta.
Durmiendo, nunca utilizada por nadie, su empuñadura sin tocar y pura.
No rota, simplemente en reposo.
--¿¡Hey dónde estás!? ¡¡Di algo!!
Gritó por la colina mientras se adentraba cada vez más en el bosque.
Estaba mucho más oscuro ahora de lo que recordaba a causa del brillo sutil de los cristales de color azul muy
por encima de su cabeza. Era como si una manta oscura había sido arrojada sobre el bosque.
--Es irónico, ¿No es así? ¡¡Lo sé, LO SÉ!! ¡Yo te tire y ahora te estoy pidiendo ayuda!
Welf sabía que no había posibilidad de una respuesta, pero seguía gritando con todas sus fuerzas de todos
modos.
Su cabeza estaba girando mientras recorría todo el camino a través del denso bosque.
--¡Pero hay alguien que necesita mi ayuda! ¡¡Por favor—déjame romperte!!
Un suave brillo rojo apareció de la nada, como para responder a su llamada.
Welf lo vio inmediatamente y corrió a su lado. Lo que sobresalía de una pila de musgo, era la empuñadura alto
en el aire.
El paño blanco estaba comenzando a desenredarse, exponiendo la parte superior de la hoja y la empuñadura
unida a ella. La hoja de la espada pulsaba y parpadeaba como una llameante joya roja a sus pies. Welf agarró
rápidamente la empuñadura y la levanto en el aire.
Descansando la espada en su hombro derecho, corrió para subir la cuesta.
--... ¡…!
Welf hizo una mueca ante ese nuevo peso sobre sus hombros.
La fuerza de una Espada Mágica—se haría añicos tan pronto como fuera utilizada demasiadas veces. Ese era el
precio de un arma que ejercía el mismo poder que la Magia. Ese era su destino inevitable.
Nunca podría convertirse en la compañera de confianza de su usuario, nunca experimentaría las buenos o malos
tiempos.
Nunca se podría contar con que estaría ahí hasta el final, siempre rompiéndose primero.
Welf odiaba las Espadas Mágicas. Ellas abandonarían a sus usuarios sin falta.
Las Espadas Mágicas nunca podrían cumplir con su deber como un arma. Ese era su destino, y lo odiaba.
—Eso era, una inútil y dolorosa simpatía.
Mientras corrompían a usuarios y herreros por igual, cada espada individual nunca podría desempeñar el papel
de una compañera de confianza en la batalla. Por lo tanto, permanecerían dormidas sin la oportunidad de
conocer a un usuario que honestamente las considerara como una compañera valiosa.
Como alguien que podía forjar Espadas Mágicas, Welf sentía lástima por ellas—sentía su dolor.
--¡…!
Salió del bosque. Podía ver al Goliat atrapado debajo de una formación de una cúpula violeta agrietándose en la
distancia. Los monstruos y los Aventureros participaban en una reyerta total directamente en frente de él. Bell
estaba parado no muy lejos detrás de su batalla, con una Gran Espada negra en sus manos.
El sonido de campanas de iglesia inundaba sus oídos, Welf comprendió de inmediato lo que estaba pasando.
Jurando que no dejaría que Bell recibiera otro golpe así, se precipito lejos del bosque y hacia el caos frente a él.
Un enjambre de monstruos se precipito contra el en un instante. El hombre pelirrojo tomo una postura con el
arma cubierta de tela.
--¡Todos ustedes! ¡¡Si no desean morir, salgan del caminooooooo!!
Welf oscilo la espada horizontalmente frente a su pecho—un feroz fuego estallo hacia adelante.
Los Aventureros con los ojos desorbitados lograron salir de su camino en el último momento, sus armaduras se
chamuscaron mientras que todos y cada uno de los monstruos eran reducidos a cenizas al contacto. La gran
llanura se convirtió en un desastre humeante a su paso.
Los Aventureros miraron con incredulidad como el último trozo de tela blanca se quemaba, dejando al
descubierto el resto de la espada.
No se podían ver decoraciones, sólo una cuchilla de color carmesí y una larga empuñadura. El arma
absolutamente impresionante parecía como si hubiera sido tallada directamente de la roca sólida, era sencilla y
hermosa.
*¡Creack!*
Una pequeña línea apareció en medio de la espada justo debajo de la mano de Welf. Welf fulminó a la Espada
Mágica que comenzó a desmoronarse después de un solo uso antes de precipitarse una vez más.
--¡¡Se está rompiendo!!
Mikoto gritó una advertencia a los demás mientras el gigante estrellaba sus puños en la barrera exterior creada
por su Magia de Gravedad.
¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Rugió mientras el campo de fuerza se destrozaba a su alrededor, liberando al Goliat de su jaula. Ryuu y Asfi se
prepararon para la batalla una vez más—cuando Welf corrió delante de ellas.
El joven se paró delante del Goliat, su mano derecha sujetaba la empuñadura de la espada que sostenía detrás de
su espalda.
Una extraña calma llenó el aire mientras hombre y bestia se miraban a los ojos. Entonces de repente,
heroicamente—
Una oscilación.
Y sólo para ése ataque, Welf gritó el nombre de su Espada Mágica con toda la fuerza de sus pulmones.
--¡¡¡<Luna Ardiente, Kadukiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii>!!!
La llamarada al instante proyecto sombras brillantes por encima de todo y de todos.
Una hoguera carmesí nació en un instante. Llamas surgieron de la hoja de la Espada Mágica; el Goliat quedo
envuelto en un infierno abrasador.
Los aullidos de dolor del Goliat fueron ahogados por el fuego crepitante mientras su cuerpo era invadido por las
llamas.
¿¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!?
El cuerpo del gigante se quemaba como si estuviera atrapado en el fuego del infierno.
Su auto-regeneración no podía mantener el ritmo. El fuego quemaba cualquier progreso que hacía. En el
momento en que uno de los puntos rojos cicatrizaba un pedazo de su piel, las llamas lo quemaban. El Goliat
sólo tenía suficiente Poder Mágico para mantener su forma física, y se estaba quedando sin Poder Mágico
rápidamente.
Por primera vez durante esta larga lucha, daño permanente había sido grabado en la piel del Jefe de Piso.
--¡Eso es, una Espada Mágica de Crosso...!
--Es más fuerte—¿¡Más fuerte que la magia original!?
Asfi y Ryuu vieron la tormenta de fuego intensificándose justo delante de sus ojos. Ese no era el poder de
alguna Magia conjurada. Fueron testigos de un poder lo suficientemente fuerte como para incinerar los bosques
de los Elfos en un abrir y cerrar de ojos.
Como decía la leyenda, las Espadas Mágicas de Crosso eran lo suficientemente poderosas como para <evaporar
un océano>. Cada pizca de ese poder acababa de ser liberado.
-- ——
La espada lanzo un último torrente de llamas antes de que una pequeña red de grietas apareciera en la cuchilla.
Las grietas comenzaron a multiplicarse, cortando más y más profundamente hasta que finalmente la espada se
rompió justo en frente de Welf.
-- —Lo siento.
Sus hombros cayeron mientras susurraba en voz baja, mientras observaba los miles de fragmentos caer al suelo,
tintineando al chocar.
× × ×
—Tres minutos.
Bell permaneció en silencio cuando se dio cuenta de cuánto tiempo había pasado.
Había estado esperando pacientemente, sus ojos color rojo rubí miraron directamente hacia adelante.
Y justo en el medio de su campo de visión estaba el gigante negro, Goliat. En este momento, la mayor parte de
su cuerpo estaba oculto por las masivas llamas y el ondulante humo. Sin embargo, su brillo rojo era por mucho
la fuente más brillante de luz en la oscuridad que cubría el 18° Piso.
Bell dirigido la masiva espada negra en sus manos hacia la bestia que había repelido los ataques de muchos
otros Aventureros con facilidad.
Su Habilidad requería una imagen mental de un Héroe para activarse. La imagen en su mente: el Gran Héroe
David.
Un Héroe que había defendido su tierra natal levantándose y derrotando a un enorme enemigo en combate.
Los actos heroicos de David se grabaron en el ojo de su mente, Bell comenzó lentamente pero con seguridad a
inclinarse hacia adelante.
-- —¡¡TODOS, ABRAN UN CAMINOOOOOOOOOOOO!!
Dio un salto hacia adelante.
La orden de Hestia vino desde atrás mientras cerraba la distancia, cortando a través de la gran llanura.
Estaba en una trayectoria recta hacia el monstruo de color rojo brillante. Incluso más campanas de iglesia
sonaron mientras su espada negra era bañada en su propia luz blanca. Incluso la sangre que fluia de sus heridas
parecía impulsarlo hacia adelante. Sus amigos le habían dado esta oportunidad para atacar—sería la última, y
tenía que hacer que contara.
Los Aventureros que seguían en la llanura escucharon la orden de Hestia e inmediatamente se hicieron a un
lado.
Welf, Mikoto, Ryuu y Asfi—
Todos alcanzaron a ver su rostro mientras Bell aceleraba.
Sus ojos estaban llenos de creencia, esperanza y el deseo de apoyarlo—¡Ve!
Bell aumento aún más su velocidad. Nadie podía apartar la mirada.
¿¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOO!?
Los ojos rojos del Goliat en llamas alcanzaron a ver el avance de Bell.
Rugió con una mezcla de ira y miedo, mientras movía uno de sus masivos brazos ardiendo detrás de su espalda.
El gigante estaba listo para golpear. Ese ataque ya había destruido mucho, heridos a muchos Aventureros,
incluyendo a Bell. Conocía el riesgo, pero no se detuvo.
—Como Hestia había dicho antes, Bell poseía el <Golpe de un Héroe>.
Con sus palabras grabadas profundamente en su alma, Bell oscilo la Gran Espada negra en un arco por encima
de su hombro derecho.
La distancia era cada vez menor.
El cuerpo del Goliat se alzaba sobre él, una presencia que podía aplastarlo en cualquier momento.
Al mismo tiempo, el poder fluyó en su agarre, la adrenalina corría por sus venas.
Enfocando cada pizca de su ser en la hoja de la espada, Bell saltó en el aire y dio un giro.
--¡¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!
Explosión en el impacto.
-- ———
Welf y todos los demás se vieron obligados a proteger sus ojos de la intensa luz blanca.
El grito de guerra de Bell había ahogado el rugido del Goliat hasta que la explosión borró todos los demás
sonidos.
Nadie pudo escuchar ni un sonido durante varios segundos. Sin embargo, una vez que sus oídos se
recuperaron... un silencio absoluto. La batalla había sido decidida.
Unos Aventureros reunieron el valor necesario para bajar sus manos y brazos para ver mejor. Vieron a un
gigante sin torso y ni brazo derecho tumbado en el medio del círculo de cenizas.
Las piernas y el brazo izquierdo no hacían ningún sonido, una extraña estatua como resultado.
Y justo en frente de ella, aterrizando de pie después del seguimiento y conclusión de su ataque, estaba Bell.
La espada negra se rompió, humo blanco salía de lo que quedaba del arma.
Nadie dijo una palabra, sólo trataban de recordar todos los detalles de ese espectáculo.
--... Él... lo corto.
El tiempo fluyó una vez más cuando esas palabras salieron la boca asombrada de Welf.
Bell perdió el equilibrio y su rodilla golpeó el suelo. Usando la espada rota como un bastón, el chico vio que las
piernas y el brazo izquierdo del Goliat se desintegraban en cenizas delante de él.
La Piedra Mágica del monstruo había sido destruida junto con su torso. Sus restos lentamente comenzaron a
desintegrarse y desaparecer.
*SHHHH*
Una ligera brisa comenzó a llevar una parte de la gran cantidad de ceniza hacia el <Cielo>, revelando el Botín—
<Piel de Goliat>.
--“ “ “ “ “ “ “ “ “ “¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOH!!” ” ” ” ” ” ” ” ” ”
Aclamaciones sonaron un momento después.
Los Aventureros que rodeaban el campo de batalla levantaron el puño triunfalmente, abrazaron a sus aliados, y
derramaron lágrimas de felicidad mientras gritaban tan fuerte como podían. Destellos de luz plateada llenaron la
zona. Agitaban sus espadas rotas, lanzas, hachas y escudos mientras su canto de victoria resonaba en todo el 18°
Piso.
La gran llanura se sacudió con sus ondas de sonido que eran demasiado distorsionadas para formar palabras.
Todo lo que acababa de suceder en el Calabozo se sentía como una mentira en este momento de júbilo. Las
paredes y el techo estaban en silencio; no había ninguna amenaza de que nuevos monstruos aparecieran. Los
residentes de Rivira celebraban junto a los Aventureros de Mord, sus rostros estaban rojos de emoción y alegría.
--¡Bell-kun!
--¡Bell-sama!
Hestia fue la primera en correr a su lado, secándose las lágrimas mientras lo hacía. No pasó mucho tiempo para
que Lili, Welf, Ryuu, y Mikoto tambien llegaran a él. Incluso algunos de los otros Aventureros se reunieron a su
alrededor.
Lo que quedaba de la flor de cristal en el centro del techo brilló con una luz azul sobre él.
Bell y sus aliados estaban rodeados por aplausos de felicitación continuos mientras todo el 18° Piso parecía
abrazarlos.
× × ×
--Ahhh... ¡Ahhh, glorioso!
Hermes estaba solo después que Hestia salió de la base de suministro del sur.
Sus ojos color naranja brillaban mientras observaba a Bell en el centro de la celebración de los niños.
El Dios se rió como si estuviera intoxicado por la emoción que se arremolinaba a su alrededor.
--¡Estos ojos lo han visto! ¡Yo, Hermes, he visto todo! ¡Tú nieto, tu regalo de despedida de este mundo!
El fervor de Hermes aumentaba más y más mientras llamaba a alguien, en algún lugar.
Recordó las palabras del abuelo del niño.
<El chico tiene agallas. El chico tiene paciencia—Sin embargo, carece de carácter serio.>
El abuelo de Bell le había dicho que el chico no tenía lo que hacía falta.
--¿¡Has perdido la vista, diciendo cosas como esas!?
¿¡Todavía dirías eso si vieras esto!?
El Dios se rió para sí mismo mientras hacia un gesto hacia el chico en la distancia.
Hermes echó su cabeza atrás hacia el cielo, con su boca muy abierta, se rio de una manera que se podría llamar
demente.
--¡Alégrate, Gran Zeus-sama! ¡Tú nieto es el auténtico! ¡El último Héroe que tu <Familia> dejo atrás!
El entusiasmo de Hermes aún no disminuía mientras continuaba.
--Bueno, no soy un Oráculo, pero... ¡Ahhhh! ¡No puedo reprimirlo!
Hermes contemplo la gran llanura llena de Aventureros, como si estuviera viendo una obra de teatro, y gritó.
--¡Está llegando, está llegando! ¡Una nueva era está llegando! ¡Podría ser dentro de diez años, cinco años, un
año, o incluso mañana! ¡Pero algo pasara en Orario para marcar el comienzo de la nueva era!
Era su intuición divina.
Había sido una espina en su costado desde hace algún tiempo.
--En serio, ¿¡Ha habido alguna vez un mejor grupo de Héroes viviendo al mismo tiempo desde los tiempos
prehistóricos!?
El <Valiente> Finn Deimne.
<Nueve Infiernos> Riviera Ljos Alf.
El <Señor de la Guerra> Ottar.
La <Princesa de la Espada> Aizu Wallenstein.
Era difícil encontrar una mejor colección de valerosos individuos a lo largo de toda la historia.
Cada uno de ellos tenía un nivel de carácter y fuerza que estarían a la altura con los Héroes más grandes de
todos los tiempos, y todos estaban aquí al mismo tiempo.
--¡No, definitivamente no! ¡Con tantos niños dignos tan juntos, no hay manera de que algo enorme no podría
suceder!
Añadiendo al <Pequeño Novato> en la ecuación, con su potencial desaprovechado en la cima de toda la fuerza
y poder demostrado por los demás, y la intuición de Hermes se convirtió en una firme convicción.
--¡Y yo lo veré, lo veré todo! ¡Estos ojos los mirarán a todos mientras tallan sus nombres en la historia, hasta el
día de sus muertes!
Su humanidad, sus alabanzas, sus alegrías.
La visión del futuro de Hermes se formó en su cabeza mientras observaba a los Aventureros reunirse alrededor
del chico de cabello blanco.
Los ojos del Dios se abrieron aún más amplios.
--La historia que crearan, atada por el amor de sus Dioses. ¡El <Mito de la Familia>!
Se convertiría en el espectáculo final.
El más encantador de los encantos.
El pasatiempo para terminar con todos los pasatiempos.
--Aaaahhh—
Era muy emocionante.
--¡Venir a este mundo fue la mejor decisión que he tomado en mi vida!
Los niños todavía estaban bailando, levantando sus puños y gritando de alegría. Él abrió ambos brazos hacia
ellos y cantó una canción para alabar a los Héroes.

 Él abrió ambos brazos hacia ellos y cantó una canción para alabar a los Héroes

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Danmachi Vol. 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora