Rugidos feroces de repente se convirtieron en gritos dolorosos.
El aire gritaba mientras era desgarrado a la mitad por algo largo y agudo, seguido de cerca por el sonido de un
último aliento. La espada de madera dejaba imágenes residuales a su paso, parecia un poco más que una sesión
de práctica seria.
Los movimientos eran anormalmente rápidos, y ella había pasado al siguiente objetivo antes de que el sonido
del impacto del primero resonara. De vez en cuando brillantes ojos azul celeste salían de debajo de la capucha.
A pesar de estar rodeada de más de diez monstruos al mismo tiempo, los desgarro a todos ellos con la fuerza de
un huracán.
¿¡KYII!?
¿¡GAH—!?
Un Al-Miraj fue golpeado en el pecho cuando fue demasiado lento para responder a su avance. Cortó a otro a la
mitad con una de sus cuchilladas, con su impulso llevándola a través de un tercer monstruo conejo. Tres de las
bestias cayeron en menos de un segundo.
La formación de red de los monstruos era inútil. No eran lo suficientemente rápidos como para protegerse
contra la Aventurera encapuchada, su capa se arremolinaba con cada movimiento preciso. Hellhounds saltaron a
su espalda repentinamente expuesta, saliva volaba de sus colmillos. Sin embargo, la mujer encapuchada giro
como un trompo y golpeó sus mandíbulas desde abajo con su espada de madera. Los Hellhounds fueron
lanzados hacia atrás, con sus hocicos completamente destrozados.
¡KYUAA!
Otros dos Al-Miraj saltaron al combate. Chillando con todas sus fuerzas, ambos estaban armados con hachas de
piedra, el <Arsenal del Calabozo> de este piso.
La Aventurera encapuchada vio las armas, ya que fueron lanzadas directamente hacia ella. Desvió una con una
rápida oscilación de su espada de madera—y atrapó la segunda con su mano desnuda. Giró de nuevo y la lanzo
sin ninguna duda.
Los ojos rojos del monstruo conejo se abrieron justo antes de que recibiera el Hacha de Guerra en el rostro. La
sola fuerza del golpe lo lanzó directamente hacia atrás.
El Al-Miraj restante se congelo en estado de shock por la repentina desaparición de su aliado antes de que una
sombra oscura descendiera sobre él. La criatura levantó la vista justo a tiempo para ver una espada de madera
cayendo directamente a su rostro. “¿¡KYU!?” dejo escapar su último chillido mientras sus ojos casi se le salían
de las órbitas. El Al-Miraj se quedó en silencio.
--Q-Que fuerte...
--Para tomar tantos de ellos por sí sola de esa manera.
--W-Whoa...
Mikoto, Ouka y Chigusa de la <Familia Takemikazuchi> observaban la batalla desarrollándose ante ellos con
ojos aturdidos. Podían haber tenido diferentes formas de expresarlo, pero todos quedaron impactados por la
dominante exhibición de fuerza y habilidad.
El grupo de búsqueda había llegado al 13º Piso.
Habían recorrido todo el camino a través de los Pisos Superiores en unas pocas horas en su misión para salvar a
Bell y ahora habían alcanzado los Pisos Intermedios. Su ritmo era mucho más rápido de lo que habían previsto.
Esto fue gracias a la misteriosa Aventurera encapuchada.
Ella estaba eliminando a los monstruos por su cuenta antes que alguien tuviera la oportunidad de actuar. Una
vez conocida por el título de <Tempestad>, la Aventurera estaba en un nivel mucho más allá del de Mikoto y
los otros—Lv. 4, para ser exactos.
Incluso el as de Hermes, Asfi, observaba con asombro como la Aventurera encapuchada abría el camino con
una velocidad y fuerza sin igual a través de los Pisos Superiores, matando a más monstruos en el proceso de lo
que quería contar.
¡¡OOUUUUUUUUUUUUU!!
El sonido de algo rodando a gran velocidad, acompañado de un rugido bajo, llegó hasta ellos. Efectivamente, un
monstruo armadillo, un Duro Blindado, apareció más adelante en el túnel.
Completamente imperturbable por la bola demoledora rodando en su dirección, la Aventurera encapuchada saco
una de sus Espadas Cortas. Ella cargó de frente, metiendo la cuchilla desde la parte inferior de su mano.
Saliendo de su camino en el último momento, clavo la cuchilla directamente a través de su cuerpo de esa
manera.
El cuerpo del monstruo seguía girando mientras era cortado en pedazos.
La masiva carne rotatoria golpeó una roca en el suelo, enviando cuatro trozos distintos en el aire que aterrizaron
en los pies de la aturdida Mikoto.
--Bueno, no me quejare de que es demasiado fácil. No debería ser un problema incluso en los Pisos Intermedios,
siempre y cuando ella este tomando la posición de vanguardia... ¿Vieron eso?
Asfi había estado disfrutando del espectáculo al frente de sus filas cuando de repente unos monstruos saliendo
de la pared detrás de ellos le llamaron la atención. La <Familia Takemikazuchi> también percibió el peligro e
inmediatamente se movieron para proteger a Hestia y Hermes.
--Disculpa, ven por aquí.
--¿Eh?
Ignorando a los dos Hellhounds por el momento, Asfi sujeto el hombro de Chigusa y tiró de ella hacia atrás.
De repente, el suelo debajo de donde había estado Chigusa se hincho y se desplazó como si un topo estuviera
cavando por debajo.
Asfi agito su capa blanca a un lado y sacó una daga de su interior.
Ni siquiera tuvo tiempo para respirar antes de que un <Gusano del Calabozo> irrumpiera desde la pared.
La bestia no tenía cabeza—sólo una boca llena de dientes de sierra en el extremo del cuerpo de gusano. Se
disparó hacia ellos con su cuerpo sin extremidades retorciéndose en el aire. Asfi alineó el filo de su arma en
sentido contrario con el terror oculto de las paredes del Calabozo e hizo su movimiento. Enfrentando a la bestia
de frente, su daga cortó al <Gusano del Calabozo> desde la boca a la cola con un movimiento rápido.
Lo dividió limpiamente por la mitad con una explosión de sangre. El cuerpo de Chigusa se congeló cuando los
pedazos del gusano volaron sobre sus hombros derecho e izquierdo.
--Permítanme manejar esto.
Asfi se giró hacia los Hellhounds, ahora con ambas manos debajo de su capa blanca.
Tenía un cinturón de cuero envuelto alrededor de su delgada cintura. Además de la funda de la daga, varias
fundas más colgaban del cinturón. Saco algo de una de ellas.
Eran dos pequeños viales llenos de un líquido verde musgo. Asfi los arrojó hacia los Hellhounds.
¿¡Gu!?
... ¿¡Gh...!?
Ambos viales golpearon a sus objetivos y explotaron al contacto, cubriendo los rostros de los monstruos con el
limo verde. Era pegajoso y resistente, uniendo y cerrando las bocas de los Hellhounds antes de que pudieran
desencadenar su ataque de fuego.
Los monstruos inmediatamente comenzaron a arañar sus bocas, tratando de quitarse el líquido verde de sus
rostros.
Asfi utilizo la apertura para sacar dos dardos en forma de espiral de una funda diferente y los lanzo.
Ambos dardos perforaron las cabezas de sus objetivos previstos. Los monstruos murieron en el acto.
--Debería ser más que suficiente para cubrir nuestras espaldas.
Mikoto y los otros una vez más quedaron en shock mientras la portadora de Ítems eliminaba fácilmente a los
monstruos a su alrededor.
Asfi Al Andrómeda.
Era una Aventurera de Primera Clase que pertenecía a la <Familia Hermes>. El título que había recibido de los
Dioses era <Perseo, Mil Usos>
Conocida como una de los mejores fabricantes de Ítems de esta generación, era una de las cinco personas en
Orario que poseía la <Habilidad de Desarrollo>, <Enigma>.
--... Hermes, ¿Qué tus niños no estaban alrededor del Lv. 2?
--¡Hahaha, ahora que lo mencionas, me olvidé de reportarle su Aumento de Nivel al Gremio!
Hermes se sacudió los ojos interrogantes de Hestia, sonriendo y respondiendo como si no fuera gran cosa. Era
evidente para todos que la chica que acababa de eliminar a tres monstruos de los Pisos Intermedios tan
fácilmente era mucho más fuerte que alguien de Lv. 2. Hermes sabía que no tenía sentido negarlo.
Mientras que no les gustaba ser el centro de atención, los miembros de la <Familia Hermes> preferían trabajar
detrás de las escenas, desapercibidos.
Era muy similar a cómo el propio Hermes dirigía los negocios.
Hestia sabía esto desde sus días viviendo en el Cielo, pero se lo guardó para sí misma.
--... Está muy oscuro aquí abajo.
Con todos los monstruos eliminados, las palabras de Hestia rebotaron en las húmedas paredes del 13º Piso.
Los Pisos Superiores no habían sido un gran problema para ella, pero las distantes luces muy por encima no
proporcionaban ni de lejos lo suficiente luz como para que viera con claridad. ¿Los niños realmente vienen aquí
todo el tiempo? pensó.
Dado que sus cinco sentidos básicos también se fortalecieron con su <Estado>, esta pequeña cantidad de luz era
todo lo que necesitaban los Aventureros. Pero para Hestia, despojada de su poder divino, estos túneles del
Calabozo estaban completamente oscuros, porque sus ojos eran incluso menos sensibles que los del Aventurero
más débil. Eso la tenía al límite. Le tomaba todo el valor que tenía poner un pie delante del otro.
La oscuridad comenzaba a apoderarse de ella. Los Dioses no eran inmunes a sus efectos. Sus respiraciones
superficiales eran cada vez más y más agitadas mientras movía la lámpara en su mano derecha de izquierda a
derecha como si buscara frenéticamente una salida.
Primero, la luz golpeó las paredes de piedra color ceniza. A continuación, ilumino el <Arsenal el Calabozo>—
rocas de tamaño decente que se podían romper para hacer Hachas de Guerra—antes de iluminar un pedazo de
espada rota. ¿Hm? Concentró la luz en esa dirección sólo para encontrar el sangriento cadáver de un Hellhound
devolviéndole la mirada. “¡Eeeek!” Gritó mientras saltaba hacia atrás del susto.
“Fácil, fácil” Dijo Hermes mientras la cogía por los hombros con sus manos.
El cuerpo tendido en el suelo definitivamente estaba muerto. Sin embargo, con su Piedra Mágica intacta, el
cuerpo de la bestia había sido dejado para que se pudriera en el suelo. El olor indicaba que había estado muerto
por casi un día. Hestia respiró hondo y trató de hacer lo mejor posible para mantener bajo control su acelerado
corazón. Miró hacia atrás por encima de su hombro y pudo ver a Hermes forzando una sonrisa en la penumbra.
Estaba un poco celosa de él; quien estaba acostumbrado a estos viajes largos y probablemente podía ver lo que
estaba pasando. Ella inflo sus mejillas en señal de frustración antes de mirar hacia abajo a sus pies y recuperar
el equilibrio.
Una espada rota y el sangriento cadáver de un monstruo. Eso significaba que un combate entre al menos un
Aventurero y el monstruo había sucedido en este lugar no hace mucho tiempo. Por lo menos, sabían que el
Aventurero no había tenido tiempo para quitar la Piedra Mágica después de la batalla.
Cuanto más miraba la escena, a Hestia le era más fácil imaginarse a Bell justo en medio de ella. Una nueva
oleada de ansiedad se apoderó de ella.
--... Andrómeda, ¿Dónde debemos buscar? Podríamos pasar días yendo en círculos aquí abajo y nunca encontrar
a su equipo de batalla.
Ouka preguntó en voz baja mientras Hestia trataba de aclararse la garganta.
Él era un hombre bastante intimidante, de más 190 cm de alto, de hombros anchos y musculosos. Miró a Asfi
por un momento antes de volver su mirada hacia el final del túnel.
--Su equipo solo estaba equipado para pasar un día en el Calabozo. Encontrar un lugar relativamente seguro y
permanecer allí indefinidamente no es una opción para ellos... Creo que algo más les pasó—algo que hizo que
fuera imposible retirarse.
--¿“Algo más”?
--Sí. De lo contrario, sus acciones no tendrían sentido. Con sólo suficientes suministros para durar un día, serían
aniquilados en muy poco tiempo aquí abajo. Tal vez que cayeron en uno de los agujeros.
Los ojos de Mikoto y Chigusa se agrandaron mientras Asfi ajustaba sus gafas.
--Si cayeron demasiado lejos para regresar por su propia fuerza, ¿Qué opciones tienen? Dudo mucho que
todavía estén deambulando en la oscuridad, a merced de cualquier monstruo que pase a encontrarlos.
Considerando su condición como un equipo con suministros limitados... yo diría que ya han sido exterminados.
Ella se quedó en silencio después de escuchar su conclusión.
--Tal vez abandonaron la esperanza de regresar a la superficie y en su lugar continuaron descendiendo hasta la
Zona Segura en el 18º Piso... creo que esa opción tiene cierto mérito.
--... ¿Siquiera intentarían eso? Eso requeriría grandes agallas.
Quienes habían experimentado los terrores del Calabozo de primera mano sabían lo peligroso que era poner un
pie en un Piso Inferior sin tener la menor idea de qué esperar. Si el equipo de Bell cayó en uno de los agujeros,
se habrían visto forzados a esa situación.
Ouka no podía creerle a sus oídos cuando Asfi ofreció otra posibilidad.
--En su posición, yo haría eso.
Una voz tan delicada como el tintineo de una campana se escuchó.
La Aventurera encapuchada había estado en silencio hasta ahora.
Ouka y los otros Aventureros se giraron hacia ella con sorpresa. Ella estaba a una buena distancia delante de
ellos, pero de alguna manera alcanzo sus oídos.
--Y conociéndolos—conociéndolo, alguien que ya ha superado una aventura, creo que el iría hacia adelante sin
mirar hacia atrás.
Su suave y refinada voz una vez más llenó el túnel. Sin embargo, la Aventurera encapuchada no dijo una
palabra más.
Asfi observó el rostro semi-oculto de la misteriosa Aventurera por un momento antes de girarse hacia su Dios.
--Hermes-sama, ¿Cuál es tu opinión?
Preguntó.
--Estoy de acuerdo con tu razonamiento, Asfi.
--Um, yo también... Tengo la sensación de que... Bell-kun está por debajo de nosotros...
Parada junto a Hermes, Hestia juntó sus manos y pensó mientras hablaba.
A pesar de que tenía una conexión directa con Bell a través de su bendición, eso no significaba que podía decir
exactamente dónde estaba en cualquier momento. Sin embargo, el vínculo que compartían era más fuerte que
cualquier relación humana, y podía sentir el origen de su vínculo procedente de debajo de sus pies.
Ella asintió lentamente para sí misma mientras sus colas gemelas se movían en diferentes direcciones, como si
estuvieran buscándolo. No pasó mucho tiempo para que ambas apuntaran hacia abajo.
--Eso es cuatro a favor... Eso es suficiente. Fijemos el curso al 18º Piso.
Asfi tomó la decisión por el grupo. A Mikoto, Ouka y Chigusa no se les dio la oportunidad de hablar.
Formando una línea, se pusieron en marcha para encontrar el camino a los Pisos Inferiores.
El orden de su formación no cambio. La Aventurera encapuchada se mantuvo al frente con Asfi en la parte
posterior protegiendo a Hestia y Hermes. Su vanguardia era lo suficientemente fuerte como para abrir una vez
más un camino lleno de monstruos muertos y llevar a todos los demás hacia adelante sin mucha necesidad de
que los otros Aventureros sacaran sus armas.
Armados con lanzas y escudos proporcionados por su Ayudante Chigusa, Ouka, y Mikoto fueron capaces de
protegerse entre sí de los ocasionales ataques sorpresa. Con la adición del alcance de Asfi, su formación no
tenía agujeros.
--Pensar que un equipo nuevo en los Pisos Intermedios elegiría ir al 18º Piso...
--Sí, parece que son capaces de tomar decisiones racionales bajo presión.
La conversación de Mikoto y Asfi resonó a través de la última parte del túnel antes de que el grupo entrara en
una habitación mucho más amplia.
Habían visto muchas como esa antes: una habitación grande en forma de cúpula con paredes rocosas. Sin
embargo, éste tenía un agujero de forma extraña en el piso con escaleras que conducían hacia abajo en el
interior de él.
Estaba conectado con el piso de abajo.
--La forma habitual está muy bien y todo, pero, ¿No sería más rápido si tambien descendemos a través de los
agujeros?
---No, Hestia-sama. Los agujeros en estos túneles se abren y cierran por sí mismos, haciendo cada vez un nuevo
camino. No hay manera de predecir en dónde acabaríamos si lo hacemos. Seríamos incapaces de determinar
nuestra ubicación... y entonces los buscadores necesitarían un grupo de búsqueda.
--Y no podemos pasar por alto la posibilidad de que Bell y su equipo todavía podrían estar tratando de subir.
Accidentalmente podríamos pasarlos de largo. La ruta normal es nuestra mejor opción.
Si estaban tratando de volver a la superficie... tendrían que usar las escaleras que conducían hacia arriba como
guía.
Si permanecían en este camino y el equipo de batalla de Bell estaba subiendo, podrían reunirse a mitad de
camino. El razonamiento de la <Familia Hermes> de mantenerse en el camino principal era impecable.
Hestia asintió con la cabeza, al ver su punto. La Aventurera encapuchada se acercó al agujero.
Hestia y los demás se dirigieron al siguiente piso, siguiendo su capa agitándose mientras ella descendía primero.
× × ×
Justo como una cuerda de arco estirada demasiado, estaban cerca de su punto de ruptura.
La tensión aumentó.
--La bolsa fétida se ha agotado...
Lili dijo con un temblor nervioso en su voz.
Para Welf, esas palabras no solo rompían la cuerda del arco en su mente. Lo hacían añicos.
Estaban al final del túnel en el 17º Piso. Welf y los demás habían estado avanzando con la esperanza de
encontrar otro agujero que condujera a un piso inferior. Llegaron a una parada en medio del camino. No tenían
mucha elección.
El aire era pesado, sus respiraciones calientes. La presión era inconmensurable.
El olor que los mantenía a salvo de los ataques de los monstruos se había desvanecido. Un aura sanguinaria
había tomado su lugar.
El tres no eran más que un blanco fácil. Welf nunca había experimentado ese tipo de intensidad. Sus oídos
estaban tan centrados en cada pequeño sonido que algo tan simple como un paso hacia adelante empañaba su
visión. Estaba mucho más allá de su límite. Tuvo que apretar los dientes para no perder el conocimiento debido
a la tensión.
El cuerpo de Bell, el único que lo mantenía en posición vertical, también estaba extremadamente caliente.
*¡Snap!* Su corazón saltó de nuevo cuando Lili sacó la bolsa de su cuello y la dejó caer al suelo.
Todos sus ojos se centraron más adelante en el túnel.
Sabían que algo acechaba en la oscuridad. Cada latido enviaba un escalofrío a sus columnas vertebrales, sus
palmas estaban húmedas de sudor. Lo que estaba envuelto en la oscuridad tenía un aura tan fuerte que su sola
presencia era una tortura.
¡Esto no está sucediendo! En serio, ¿¡Qué demonios!? Dame un descanso.
La mente de Welf había llegado a su punto de ruptura.
¡No lo sé, no sé una puta mierda! ¿¡Quién demonios sobrevive el tiempo suficiente para ser tan
desafortunado!?
Sus pensamientos estaban atrapados en un bucle. Quería preguntarle a alguien, a cualquier persona, si realmente
era posible que los monstruos mataran a alguien sin tocarlos.
Finalmente—*¡Thud!* *¡Thud!*
El suelo se sacudió mientras nuevos sonidos emergían desde el oscuro vacío.
La guillotina caminaba hacia ellos. Eran los presos condenados a muerte en esta pesadilla.
Esto-Esto-Esto es…
Campanas de alarma estallaban en la cabeza de Welf. Sujeto la empuñadura de su espada como si fuera su
última línea de defensa. Su agarre era tan feroz que sus nudillos se volvieron blancos al instante.
Él entrecerró los ojos, obligando a los músculos de su rostro a tensarse mientras trataba de ver en la oscuridad.
Por fin, los puntos brillantes en el techo ardiendo como antorchas finalmente revelaron un cuerpo de color rojo
oxido, claro como el día.
Sus respiraciones cortas y violentas eran acentuadas por cada paso de sus poderosas pezuñas. Las luces por
encima acentuaban sus incipientes músculos en espantosas sombras.
El monstruo que se presentó ante Welf tenía magníficos cuernos en su cabeza, sobresaliendo como faros de la
muerte.
-- ——
La cabeza de un toro en el cuerpo de un hombre.
De dos metros de altura y construido como un muro de piedra.
Sostenía un hacha de piedra, un <Arsenal del Calabozo>, con ambas manos delante de su rostro. Sus ojos
miraban hacia abajo a su presa a ambos lados de la hoja.
Welf estaba tan abrumado por su primer encuentro con un Minotauro que se olvidó de respirar.
¡¡VUUUUUUUUUUUUUUOOOOOOOOOOO!!
No había manera de defenderse.
Su voluntad se estaba rompiendo. La primera en desaparecer fue su voluntad de luchar, entonces su capacidad
para hacer frente al enemigo, entonces sus instintos.
Un rugido devastador.
Era lo suficientemente intimidante para atar la mente y el cuerpo de cualquier ser vivo con el miedo. Tomando
todo el peso del rugido del Minotauro Lv. 2, el Lv. 1 Welf estaba completamente indefenso contra su propio
miedo paralizante. Se congeló en su lugar, con su mano aún colapsada en la empuñadura de su espada.
Viendo su oportunidad, el Minotauro golpeó el suelo con su poderosa pezuña y saltó hacia él, levantando su
enorme hacha por encima de su cabeza.
Welf podía ver su propio terror reflejado en los ojos de la bestia.
—Muerte.
Welf acepto su destino; ese monstruo sería su verdugo.
Un segundo después—*¡Slip!*
--¿…?
Todo lo que Welf pudo ver fue repentinamente hacia los lados.
El hombro que lo había mantenido en pie había desaparecido.
Lili corrió rápidamente para atraparlo ya que había perdido el equilibrio. Plantando su rodilla sana firmemente
en el suelo, Welf levantó la cabeza.
Había un par de hombros corriendo hacia la bestia.
¡¡VUUUUUOOOOOO!!
El chico de cabello blanco atravesó poderosamente el rugido del Minotauro frontalmente.
Cargando hacia adelante como un rayo. Rápidamente como un conejo.
Los ojos de Welf se abrieron tan anchos como podían, pero antes de que su garganta agitada pudiera hacer un
sonido—
Un gran rayo de luz apareció delante de él.
¿¡VUUOO!?
El ataque dio en el blanco. El hacha del monstruo cayó al suelo con un ruido sordo.
El chico parado frente al asombrado y sangrando Minotauro con una daga negra en su mano derecha y una daga
carmesí en su izquierda—no había terminado.
Disparó hacia adelante, cuchilladas brillando en la luz.
—¿¡VUUUUAAAAAAA!?
Un incontable número de líneas atravesaron todo el cuerpo del Minotauro.
Violeta, entonces, carmesí, y entonces violeta de nuevo. Cada color brillaba mientras el chico de cabello blanco
desataba su furia. Sostenía sus dagas en un agarre inverso mientras desgarraba a la criatura. Ni siquiera podía
gritar de dolor bajo el ataque.
Lili y Welf sabían una cosa al ver la carnicería desarrollándose frente a sus ojos:
Bell se había roto.
Cargó contra un poderoso enemigo sin ninguna duda. Más rápido que cualquier cosa que jamás le habían visto
hacer, demasiado rápido. Welf y Lili no podían seguir la tormenta de cuchilladas que estaba desatando. Sin
darle al Minotauro una oportunidad para contraatacar, Bell continúo acumulando daños con golpes directos a su
cuerpo.
Un continuo bombardeo que ni siquiera los ojos podían capturar.
Velocidad extrema, junto con movimientos rápidos: <Furia del Conejo>.
Los destellos finalizaron cuando Bell cortó a través del intestino del Minotauro por última vez. Su cuerpo se
desmorono mientras daba un paso atrás, la bestia dejó escapar un suave “Vuoooooo”, mientras moría y caía al
suelo.
Estaba silencioso y tranquilo.
--... ¡…!
Welf y Lili miraron con ojos atónitos cuando Bell recogió el Hacha de Guerra que el Minotauro dejo caer y
tomó una postura defensiva. Siguieron su mirada de vuelta al oscuro vacío del túnel sólo para ver emerger a tres
Minotauros más.
Sus aullidos se combinaron en un coro de terror que dejó a todos sin palabras. Incluso Bell no tenía ninguna
esperanza enfrentando a tres de ellos a la vez.
Pero no huyó. Repentinamente—*Ding, ding*
El túnel se llenó de un suave sonido de timbre como una campanilla, mientras pequeños destellos blancos
rodeaban las manos de Bell.
—Eso es…
Welf había visto esos destellos antes. Esos recuerdos de repente comenzaron a llegar de nuevo a él al mismo
tiempo que los Minotauros cargaban hacia adelante al mismo tiempo.
El ataque requería diez segundos para acumular suficiente poder. Bell se preparó para oscilar el hacha tan
pronto como el ataque estuviera listo.
La cuenta atrás llego a cero. Los Minotauros que se habían dirigido hacia él con sus cuernos preparados
recibieron un impacto directo.
--—¡¡…!!
El túnel se inundó de una luz brillante.
Era absolutamente cegadora. La luz pareció explotar desde el hacha mientras las bestias se detenían en seco,
antes de vaporizarlas con un estruendoso bramido. La explosión destrozo el túnel.
La secuela fue muy similar a la vez que Bell había utilizado la misma técnica para derrotar a un Dragón Infantil
no hace mucho tiempo. Grietas cubriendo las paredes quemadas como una tela de araña eléctrica habían
aparecido a través del túnel, el suelo estaba quemado y chamuscado. El camino delante de ellos estaba cubierto
de pedazos de roca ardiente.
En el momento en que lo último del humo y la neblina se desvanecieron...
Lo que quedaba del Hacha de Guerra cayó al suelo en pedazos.
Sus enemigos se habían ido.
--…
--…
Welf y Lili no se movieron, simplemente se quedaron allí en silencio sin poder hablar.
Bell tenía su espalda hacia ellos, sus hombros subían y bajaban con cada respiración superficial.
Había derrotado cuatro Minotauros en una fila.
Era un logro que iba más allá de su nivel o habilidad y ponía la técnica y la estrategia en exhibición.
Fue entonces cuando Welf entendió que todos esos rumores sobre el chico derrotando a un Minotauro no eran
sólo habladurías.
—Asesino de Minotauros.
Welf se tragó el aire que quedaba en su garganta, con sus ojos clavados en la espalda del chico.
× × ×
--Creo que es hora de que me digas lo que estás tramando, Hermes.
Dijo Hestia en voz baja, pero fuerte.
El grupo de búsqueda siguió adelante en la penumbra. Hestia igualo el ritmo de Hermes mientras apuntaba la
lámpara en su mano por todo el lugar. Primero hacia Ouka y Mikoto, y luego de nuevo hacia Chigusa,
iluminando todos sus rostros alternadamente.
Luego arrojo la luz bajo la barbilla de Hermes, proyectando sombras oscuras en su rostro.
--¿A qué te refieres?
--La verdadera razón por la que quieres ayudar a Bell-kun.
La formación actual del grupo de búsqueda fue diseñada para proteger a los Dioses en el medio. La Aventurera
encapuchada en la vanguardia con Ouka y Mikoto a ambos lados de Hestia y Hermes; Chigusa estaba detrás de
ellos mientras Asfi mantenía un ojo en su retaguardia.
Asegurándose de que todos estaban lo suficientemente lejos como para no ser escuchados por casualidad, Hestia
se acercó estrechamente al lado de Hermes.
--Hey, hey, ¿No te lo dije antes? ¡Cuando un amigo mío está en problemas, es natural que les ayude!
--Basta con ese acto. Ya hemos llegado hasta aquí, ¿Cuál es el punto de mantenerlo? Quiero la verdad, Hermes.
Hestia presiono con fuerza en busca de respuestas. Incluso el azul de sus ojos se volvió un tono más serio de lo
habitual.
Al ver la gran determinación en sus ojos, Hermes decidió que era inútil resistir y mostro una débil sonrisa.
--Está bien entonces, Hestia.
Sus ya estrechos ojos se entrecerraron aún más. Las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba mientras
comenzaba a hablar.
--La razón por la que regrese tan pronto de mi viaje esta vez fue para hacerle un favor a alguien.
--¿Un favor…?
--Sí. Ese cierto alguien quería que viera como estaba Bell.
Ese favor era la razón por la que Takemikazuchi había sospechado tanto de Hermes en primer lugar.
Teniendo cuidado de mantener baja su voz, Hestia presiono aún más.
--¿Y quién es este misterioso alguien?
--El hombre que crio a Bell. Sus palabras, no las mías.
Esa era una persona de la que había escuchado muchas veces, esa persona sin rostro que a menudo surgía en sus
conversaciones con Bell. Su abuelo.
Sin embargo, según Bell, su abuelo ya había...
--... El abuelo de Bell-kun falleció, ¿Verdad?
Hermes se inclinó para que pudiera hablar en voz baja al oído de Hestia.
--Algo inevitable ocurrió, algo que tenía que mantener en secreto de su pequeño y precioso nieto. Así que fingió
su propia muerte y ha estado escondido desde entonces.
Ella ya sabía un poco sobre esa persona desde Bell, haciendo que su rostro se retorciera mientras diferentes
emociones comenzaban a burbujear desde su interior.
--Así que de todos modos, ha estado manteniendo un perfil bajo después de abandonar a Bell... ya ves, el título
de Bell y el hecho de que es el nuevo Poseedor del Récord se anunciaron en la última Reunión de Dios,
¿Verdad? Él casualmente tomaba el té en el momento en que escuchó esa información. Provoco un gran caos,
según escuche.
Hermes parecía estar disfrutándolo mientras continuaba con su historia.
--Como era de esperar, siendo una figura paterna, quería saber lo que estaba haciendo su niño. Pero no podía
hacerlo personalmente. Dio la casualidad que yo estaba allí y me hice disponible. Salgo y entro de Orario todo
el tiempo, así que era perfecto. ¿No es muy simple?
Hermes dijo mientras extendía su dedo en el aire.
Un grupo de monstruos había aparecido de repente en frente de su equipo, y la Aventurera encapuchada se
movió para luchar. Los otros Aventureros rápidamente se pusieron en alerta para protegerse de ataques furtivos
mientras que una masacre unilateral ocurría frente a ellos.
El grupo de búsqueda se detuvo. Hestia había estado en silencio hasta este punto. Ignorando los sonidos del
combate, le pregunto a Hermes en voz baja:
--Entonces, ¿Quién es el Dios usándote como su mandadero? No hay manera de que sea—
--Oh, ¿Acaso dije que esta persona era un Dios? Esto es sólo entre tú y yo, y estaría muy agradecido si lo
mantienes de esa manera.
Hermes forzó una sonrisa muy poco natural.
Aunque Hestia no estaba encantada de que Hermes esquivó la pregunta, podía sentir que había falsedad en su
voz. Llegó a la misma conclusión que una cierta Diosa de la Belleza—no tenía ninguna intención de dañar a
Bell.
Y si la historia de su favor era cierta, estaría en una situación difícil si Bell no lograba salir vivo.
--… Entiendo tu situación. Sin embargo, eso no me dice por qué estás aquí abajo. No hay necesidad para que
vengas hasta aquí para ver cómo esta. Podrías tener un número ilimitado de posibilidades en la superficie, ¿No
es así? No tengo idea de por qué estás en el Calabozo, Hermes.
Tal vez porque Hermes no estaba en absoluto intimidado por Hestia, o tal vez porque quería ver su reacción,
pero le dijo la verdad. Sin embargo, había una diferencia entre decir la verdad y revelar hasta donde llegaba la
verdad.
¿Qué tan lejos estás dispuesto a ir? Pensó para sí misma mientras miraba a los extrañamente perfectos ojos de
Hermes.
--Es cierto que me lo pidieron, pero también estoy interesado en Bell.
Hermes sonrió.
Pero no era su habitual sonrisa encantadora. Era una expresión más suave, una que un Dios normalmente no
mostraría.
--Quiero ver con mis propios ojos de que es capaz, Hestia.
Los ojos anaranjados del Dios parecían brillar en la oscuridad mientras una vez más se inclinaba a la altura de
Hestia.
Entonces le dijo al oído.
--Necesito saber si posee lo que esta era requiere de él.
× × ×
Otra ronda de explosiones violentas.
Toda una manada de Hellhounds cayó al suelo en una lluvia de chispas y columnas de humo. No sabía cuántas
veces la había visto hasta ahora—la Magia Anti-Magia de Welf. Él todavía tenía su mano extendida en el aire
delante de nosotros.
Sus ásperas respiraciones agotadas estaban justo al lado de mi oreja.
-- ——
--¿¡…!? ¡Welf!
*Thud*
Su cuello se volvió lánguido, y su cabeza golpeo mi hombro. Su cuerpo se aflojo en un instante. Todo su peso
repentinamente cayó en mi hombro. Doblando mis rodillas, arregle mi agarre y evite que se cayera.
Su rostro cayo delante del mío mientras luchaba para recuperar el equilibrio. Los ojos de Welf estaban cerrados,
y su rostro completamente empapado en sudor.
¡Agotamiento Mental...!
Habíamos dependido demasiado de él. El Poder Mental, o Mente, era necesario para utilizar la Magia. Welf
había utilizado tanta de ella que su cuerpo ya no pudo soportar la tensión mental. Mis ojos se llenaron de
lágrimas mientras miraba su cuerpo apático colgando por encima de mi hombro.
Todas las pociones mágicas y Pociones Duales que teníamos se habían ido.
No podíamos ayudar a Welf.
--... Ah.
Escuche un largo y débil suspiro detrás de mí justo antes del sonido de algo cayendo.
Gire la cabeza justo a tiempo para ver los ojos de Lili desenfocándose mientras caía de cabeza en el camino de
grava.
--Lili...
Di un paso en su dirección. Al igual que Welf, estaba inconsciente.
La combinación de ansiedad y fatiga—un nuevo tipo de estrés que nunca habíamos experimentado en los Pisos
Superiores—debió haberla desgastado.
Había estado pasándonos sus Ítems curativos, sin tomar ninguno para ella. Su <Estado> era el más bajo de
cualquiera de nosotros. Probablemente se quedó sin fuerza hace mucho tiempo y había estado forzando su
cuerpo hacia adelante hasta ahora.
--... ¡…!
El único sonido que quedo en el túnel era mi propia respiración. De repente todo se volvió más oscuro y más
aterrador que antes.
Pero era sólo mi imaginación. El Calabozo no había cambiado en absoluto.
Esto solo era, seguramente... algún tipo de simbolismo, al ver mi miedo volviendo a la vida.
No quedaba nadie que me ayudara. Tenía que enfrentar los terrores del Calabozo solo. Toda esta oscuridad y
desesperación rodeándome estaba solo en mi cabeza.
Podía escuchar mi corazón latiendo en mi pecho. De repente, el aire se sentía frío. Mis ojos se abrieron,
escaneando el túnel.
--... ¡¡…!!
Apreté mi mandíbula con tanta fuerza que sentía como si mis dientes fueran a romperse.
Sujete la mano extendida de Lili y acerque a Welf aún más.
Tenía que superar este miedo. Tenía que enfrentarlo cara a cara antes de que aplastara el poco valor que me
quedaba.
No tenía suficiente tiempo para tener miedo. Muévete hacia adelante. Levántate.
¡Todos saldremos con vida de esto...!
--¡Perdónenme…!
La espada de Welf, la mochila de Lili—solo reducirán la velocidad.
Me deshice de todos los objetos pesados, dejándolos con sólo el equipo más básico, y los levante a ambos.
Puse a Welf encima de mi hombro derecho y sostuve el pequeño cuerpo de Lili bajo mi brazo izquierdo.
Abandonando la mayor parte de los equipos de nuestro equipo, me moví hacia delante de nuevo.
--¡Gah, uwaa...!
Los brazos de Welf colgaban delante de mí, oscilándose como un péndulo.
No hacía falta decir que las personas inconscientes eran pesadas. Pero podía cargarlos, manteniéndome en
movimiento. Era todo gracias a mi <Estado>, pero podía seguir avanzando con el peso de dos personas en mis
brazos.
Inhalando y exhalando, levante un pie, empujando el suelo.
Podía escuchar las rodilleras metálicas de Welf, la armadura sobre sus pantorrillas, chasqueando junto con cada
paso que daba.
¡Tengo que encontrar un agujero antes de que aparezcan más monstruos...!
Si los monstruos atacaban ahora, se acabó.
Ni siquiera sería una batalla, seriamos aniquilados antes de que pudiera moverme. No podía protegerlos, y
escapar sería casi imposible.
Un tsunami de sudor frío corría por mi cuerpo mientras mis músculos gritaban de dolor. No podía pensar en eso
ahora. Necesitaba enfocar toda mi fuerza en avanzar hacia delante.
--¡...!
Había uno.
Otro túnel intersectaba a éste, haciendo una intersección de cuatro vías. El camino de la derecha terminaba en
alrededor de diez metros. Pero sólo podía distinguir una abertura en la tenue luz en la parte posterior del túnel.
Echando un vistazo rápido alrededor para asegurarme de que no había monstruos esperando para una
emboscada, me apresure hacia el agujero.
Camine sobre el borde del agujero y mire hacia abajo. Entonces tome una respiración profunda y salte.
-- —¿¡Ugh!?
El aire silbo junto en mis oídos antes de un duro impacto.
Falle el aterrizaje. Mis pies golpearon en un mal ángulo y perdí el agarre sobre Lili y Welf. Ambos rodaron
hacia adelante, sus cuerpos inconscientes quedaron tumbados en el suelo frío.
Un palpitante dolor inundo mi cuerpo. Forcé mis hombros hacia arriba y me arrastre hacia ellos. Los fríos
pedazos de grava que estaban pegados a mi rostro caían mientras avanzaba. Los escuchaba golpear el suelo a mí
alrededor.
Llegando finalmente al lado de mis amigos, sujete sus cuerpos y me levante en la oscuridad. Entonces di mi
primer paso en el 17º Piso.
Mi cuerpo... pesa demasiado...
Mis brazos y piernas se sentían como si estuvieran hechos de plomo.
Algo muy extraño estaba pasando. Había llegado a mis límites físicos desde hace mucho tiempo, pero esto era
mucho más de lo que había sentido antes.
Sólo se me ocurría una razón.
<Deseo del Héroe, (Argonaut)>
Fue esta habilidad la que me dio la fuerza para acabar con los Minotauros. Sentí como si algo hubiese sido
sacado de mí tan pronto como lance el ataque cargado. Como si toda mi Mente y fuerza física hubieran sido
totalmente exprimidas.
Por supuesto, un ataque tan poderoso no vendría sin algún tipo de precio. Haciendo todo lo posible para ignorar
los efectos secundarios del <Argonaut>, mi cerebro instaba desesperadamente a mi cuerpo hacia delante.
--Hah… hah...
¿Cuánto tiempo había estado aquí? Perdí la noción del tiempo hace mucho tiempo. ¿Un día completo? Podría
ser más largo hasta donde sabia. Nunca había querido ver el sol tanto en mi vida.
Estaba bastante seguro de que el 17º Piso era un tono más oscuro que los Pisos Superiores. Todavía no había
visto a ningún monstruo, así que me concentre en mi respiración, apretando mi barbilla.
¡Vamos rodillas, dóblense!
Estaban gritando de dolor.
Me zumbaban los oídos, prácticamente pidiendo ser liberados de esta caminata agotadora.
Estaba atrapado, solo en la oscuridad, buscando una salida que no podía ver. E incluso si la encontraba, ¿Habría
una luz al final del túnel? ¿Habría alguna esperanza?
Una parte de mí quería rendirse, abandonarlo todo en este momento.
Era muy atractivo. Solo rendirme y abrazar el final.
--¡¡Dame… un descanso…!!
Ajuste mi agarre en mis amigos. A pesar de que esas palabras salieron de mi boca, sentía como si Welf las
hubiese dicho.
Yo era el único que quedaba. Si me rendía ahora, tambien morirían. Mi amistad con ellos era lo único
manteniéndome avanzando aquí abajo en el borde del infierno.
Poco a poco, avanzaba atraves del aire estancado. Cada sonido, cada eco parecia invocar el espíritu de la Muerte
misma empuñando su guadaña. Podía sentirlo alcanzando la parte de atrás de mi cuello, con sus dedos
frotándose contra mí muchas veces.
Me di cuenta de algo, mientras era empujado tan lejos al límite:
Moriría en el momento en que esos dedos me alcanzaran.
Al igual que tantos Aventureros antes de mí, que nunca regresaron a casa desde el Calabozo.
Los túneles están... convergiendo...
Las paredes de roca parecían abrirse delante de mí, lo suficientemente ancho como para que grandes grupos de
Aventureros pasaran fácilmente. El masivo túnel no se doblaba ni bifurcaba, así que era algo así como caminar
dentro de una serpiente gigante. El techo era muy alto; pequeñas gotas de luz no más grandes que las llamas de
las velas eran las únicas cosas que podía ver.
Decidí ir hacia el extremo más ancho del túnel. Debería llevar a la parte más profunda del 17º Piso.
Lili me dijo cuando decidimos ir al 18º Piso que buscara los túneles más anchos, y hare precisamente eso.
El Calabozo estaba tranquilo.
… ¿Por qué?
El 17º Piso estaba demasiado tranquilo.
No tenía una respuesta. Cada pequeño sonido parecia hacer eco de siempre. Los pedazos de roca que pateaba
fuera del camino rodaban en la oscuridad, los sonidos de su caída se desvanecían silenciosamente.
No había monstruos aquí.
Antes podía sentirlos a mí alrededor, pero este lugar se sentía vacío. Era completamente antinatural, llegar tan
lejos en el Calabozo sin un solo encuentro.
Era como si estuvieran esperando algo—no, tenían miedo de algo que estaba a punto de nacer.
Los monstruos estaban escondidos, manteniéndose lo más silenciosos posible.
Un escalofrío corrió por mi columna vertebral.
Tenía un mal presentimiento sobre esto.
Pero no podía parar ahora.
El razonamiento logro dominar a mis instintos y mis pies avanzaron más rápido hacia el final del túnel. El jinete
estaba azotando su caballo, avanzando hacia adelante. El silencio era mi ventana de seguridad. Todavía podía
atravesarlo.
Entre en una zona muy abierta del túnel que parecia estar diseñada para un tipo de monstruo absolutamente
gigante.
Corrí hacia el otro lado, casi perdiendo el equilibrio más de un par de veces mientras trataba de mirar a mí
alrededor.
Entonces—
--... ¡…!
Lo atravesé.
Y entre a una habitación muy amplia y alta.
La forma de esta habitación era completamente diferente de todos los otros diseños al azar y aleatorios que
había visto hasta ahora en los Pisos Intermedios.
La gran entrada circular conducía a una habitación rectangular que tenía que ser de al menos 200 metros de
largo. Este lugar era incluso más grande que la Despensa del Calabozo. Creo que era de alrededor de 100
metros de ancho, el techo estaba a unos 20 metros sobre mi cabeza.
Las paredes y el techo estaban hechos de muchas rocas de diferentes tamaños apiladas una encima de la otra—
con la excepción de la de mi izquierda.
Totalmente lisa, parecia que alguien o algo la había construido con sus propias manos. No podía creer lo que
veía.
Quienquiera que sea este artesano masivo, su pared plana corría de un rincón de la habitación todo el camino
hasta la parte posterior. Era abrumadora.
Había una extraña clase de belleza en ella, pero se sentía muy antinatural. No pertenecía aquí.
--¡<La Gran Muralla de las Angustias>...!
Este lugar—te inundaba con una sensación de desconcierto antes de desaparecer de repente.
Había dejado a tantos Aventureros con una sensación vacía de desesperación que los que regresaron con vida
del 17º Piso viéndola le dieron a la pared ese nombre.
Era una pared del Calabozo de la que sólo nacia un cierto tipo de monstruo—la pared del rey.
Me trage el aire atrapado en mi garganta y aparte los ojos de la pared. Tenia que llegar al otro lado.
No habia ningun monstruo aquí. La pared se cernia sobre mi lado izquierdo mientras me adentraba más en la
habitación, luchando por recuperar el control de mi corazón palpitante. Les di otro vistazo a Welf y Lili,
apretando mi agarre. Sus ojos estaban cerrados, y sus cuerpos languidos e indefensos.
Todavía podemos hacerlo.
Todavía podemos atravesar este piso sin ningún problema.
Podia ver la salida, la entrada de una pequeña cueva en el extremo de la habitación. Si sólo pudiera llegar alli—
Me rei de mí mismo entrecortadamente—ese pensamiento de una sola via—mientras me ponia en curso hacia la
salida.
*¡Creak!*
-- ——
Lo escuché.
Ese sonido.
Mi cabeza se giro rapidamente a la izquierda.
Ahí estaba, justo en frente de mí. Mis ojos se abrieron exageradamente.
Una grieta masiva corria por la pared de arriba a abajo como un rayo masivo.
--... ¡¡…!!
Mi mente se quedo en blanco, pero mis pies aceleraron.
Sujetando a Welf y Lili aún más fuerte, levante mis pesadas piernas tan rápido como podia.
Ni siquiera estaba a medio camino. La salida estaba lejos, muy lejos. Me movia tan rápido como podia, pero no
cubria ninguna distancia. ¿¡Qué está pasando!?
*¡Creak!* *¡Creak!*
Incluso más rayos corrian por la pared del Calabozo, ensordecedores ecos llenaban la habitacion. Dolor y miedo
llovian sobre mi, mientras cada uno golpeaba mis oídos. Toda la habitacion se sacudia. Una avalancha repentina
de fragmentos de la pared choco contra el suelo del Calabozo, dividiendo mis tímpanos.
Todo esto aumentando hasta un punto crítico. Fue entonces cuando senti—un impacto aún más fuerte.
Una explosión ensordecedora.
No podia respirar.
Un momento de quietud, pedazos de la pared rota cayendo al suelo, unos ecos relativamente suaves. La pared
detrás de mí habia sido completamente destruida.
*Boom*
Algo enorme salio del agujero, sacudiendo la habitación con su primer paso.
--......
Deje de moverme. Sentia como si hilos invisibles se hubieran aferrado a mí.
No, detente—¡No mires!
Pero mi cuerpo no entraba en razon. Mi cuello parecia girarse por su cuenta mientras guíaba a mis ojos por
encima de mi hombro izquierdo.
Antes de que supiera que estaba en frente de la bestia, mis oídos zumbaron de dolor.
--......
Podia verlo emergiendo desde una gran nube de polvo.
Era demasiado grande para ser real. Gruesos cuello, hombros, brazos y piernas. Casi parecia humano. Era difícil
decirlo en la oscuridad, pero su piel se veia de color marrón grisáceo.
Tenia grasiento cabello negro procedente de la parte posterior de su cabeza que era lo suficientemente largo
para alcanzar sus omóplatos.
Habia una cosa que podia decir con absoluta certeza: De todos los seres vivos que habia visto, esta criatura era
por mucho la más grande.
—Esta cosa.
Todo mi cuerpo se estremecio.
Este no era el mismo miedo traumatizante que se apodero de mi ese día contra el Minotauro.
Esto era sobrecogedor. La reacción humana al darse cuenta de la existencia de un nivel diferente de poder.
La disparidad entre su existencia y la mía.
—Este era un Jefe de Piso.
Era un gigante de más de siete metros de altura.
El Monstruo Rex—Goliat.
—Oooo.
El polvo se aclaraba más y más a cada segundo. Entonces uno de sus ojos rojos—del tamaño de la cabeza de un
humano—se movio.
Mi pequeño cuerpo se reflejaba en su enorme ojo. Todo su cuerpo se giro hacia mí mientras la habitacion se
sacudia debajo de sus pies.
Una nueva llama se encendio dentro de mí.
Mi cuerpo repentinamente se libero de la parálisis, el tiempo se movio una vez más.
¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOO!!
Corri.
Cada fibra de mi ser queria estar en cualquier lugar menos aquí.
El penetrante rugido del Goliat me perseguia por la habitación. El suelo saltaba debajo de mí cada vez que la
bestia daba un paso. Mis oídos eran abrumados por los ecos explosivos arremolinandose en toda la zona.
Solo corre. Solo corre. Solo corre.
Podia sentir sus ojos asesinos fijos en mí. Una vez más estaba siendo perseguido por la propia Muerte. El terror
expulso cualquier sensacion de fatiga o cansancio. Las únicas dos cosas en mi cabeza eran seguir sujetando a
mis amigos y llegar a esa salida del tunel.
Las paredes de la habitación se precipitaban mas alla de mí mientras hacia una loca carrera hacia delante. La
entrada al 18º Piso parecia rebotar delante de mis ojos. Pero por encima de todo, desafortunadamente, los pasos
del gigante estaban cada vez más cerca.
¡Corre, corre, corre, corre, corre, corre, corre, corre, corre!
Dejé escapar un grito al mismo tiempo que el Goliat llenaba el espacio con otro aullido.
Una gran ráfaga de viento vino de detrás de mí. Me dio la sensación de que algo se elevaba muy por encima de
mí, mientras dos manos hacian un puño gigante. Un ataque lo suficientemente poderoso como para pulverizar
todo se acercaba rapidamente.
Aún más rápido, incluso más grande, un segundo más rápido, un paso más.
Puse hasta la última gota de fuerza que tenia para patear el suelo.
Una inmersión desesperada, en un intento de escapar.
Pase a través de la entrada del túnel.
¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
La fuerza bruta del ataque.
En el momento en que alcance la relativa seguridad del túnel, una poderosa onda de choque se apodero de mí
desde atrás—la peor parte de la explosión.
--¿¡Gahhh!?
Fui lanzado alto en el aire.
El inmensamente poderoso viento me recogio y me lanzo como nada más que una pluma con forma humana.
Entonces, de repente desde atrás—*¡BANG!*
Mi cuerpo se estrello contra la pared del túnel, pero mi impulso me hizo seguir adelante.
Otro y otro impacto mientras caia por el camino estrecho.
--¿¡Geh, uah, gahhh—!?
El techo, el piso y la pared, mi cuerpo rebotaba como una pequeña bola.
Mis ojos giraban, debido al creciente dolor de todos los impactos, perdi mi agarre sobre Lili y Welf. Los tres
caimos juntos mas y más lejos por el túnel.
Mi mente estaba brumosa, oleadas de dolor estallaban desde más lugares de los que podía contar. A pesar de
todo, tenia la sensación general de que estabamos cayendo.
Más y más profundo en el túnel, nuestros cuerpos ensangrentados y rotos, hasta que finalmente—
--¿¡Uh—!?
*Whoosh*
Nuestros cuerpos prácticamente fueron expulsados de lo que probablemente era la salida del túnel.
Chocamos contra el suelo con toda la fuerza y nos deslizamos hasta detenernos.
Estaba sobre mi estómago, y no tenia ni la mas minima fuerza para mover un músculo. No creo que siquiera
pueda levantar la cabeza un solo milimetro.
Todo a mi alrededor estaba de costado y teñido de color rojo.
Cada rincon mi cuerpo gritaba de dolor. Debia estar en muy mal estado. Las heridas en mis mejillas se abrieron
de nuevo, y mi cabeza estaba cubierta de sangre fresca.
Pero habia aterrizado sobre algo blando, tal vez... ¿Hierba?
Todo a mi alrededor estába bañado con una luz cálida. ¿Que esta pasando? No tenia idea.
--...
*Fssshhh*
¿Es era el sonido del susurro de las hojas en la brisa? ¿Donde están mis amigos?
Lili y Welf estaban... aquí. Ambos todavía respiraban. Los tres caimos juntos, lado a lado durante todo el
camino.
Sentia que mi conciencia se desvanecia, pero todavía no. ¡Todavia no podia rendirme!
No hasta que ambos, Lili y Welf... sean ayudados. Curarlos, rápido.
¡Muevete, muevete! Le grite a mi cuerpo completamente frío... Espera, ¿Acaso alguien viene?
--... ¡…!
*Shf, Shf*
Ese era el sonido de pisadas sobre hierba; estaban cerca.
Estaban justo en frente de mí, mirandome hacia abajo, su sombra estaba sobre mí.
En ese momento—mi cuerpo entro en acción.
*¡Gashi!*
Mi brazo derecho se disparo hacia delante y sujeto una pierna delgada.
Podia sentir la bota sacudiendose en mi mano mientras débilmente levantaba mi cabeza y trataba de hablar.
--¡Por favor, salva a mis amigos...!
Como intentando liberarme, suplicando con mi propia alma.
Mis ojos se desplazaron hacia arriba para mirar a mi salvador.
Las siluetas se entremesclaron en una sola forma con largo cabello dorado.
Todo se oscurecio.
ESTÁS LEYENDO
Danmachi Vol. 5
FantasyLa ciudad de Orario la más grande y prospera debido a la mazmorra subterránea llena de monstruos, y que es una fuente de todo tipo de materiales proporcionados por los aventureros que arriesgan su vida para llegar a la gloria y fama. Bell Cranel una...