Capítulo 05 - El Equipo Bandido

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Bell Cranel
Lv. 2
Fuerza: G 267 —> F 365 Resistencia: H 144 —> G 271 Destreza: G 288 —> F349 Agilidad: F 375 —> E469
Magia: H 189 —> G 270 Suerte: I
<Magia>
[Firebolt]
 Magia de Lanzamiento Rápido
<Habilidad>
[Deseo del Héroe (Argonaut)]
 El derecho a cargar para una acción activa
Hestia le informó a Bell de su nuevo <Estado> dentro de su tienda de campaña.
--Hmm, este es tu primer gran salto en un tiempo...
--¿E-Es así...?
No había plumas o papel para que escribiera su <Estado> en lenguaje común, pero así como había dicho Hestia,
las Habilidades Básicas de Bell no habían mejorado desde que había conseguido el <Aumento de Nivel>. Al
parecer, viajar desde el 13º al 18º Piso y escapar por los pelos de un Jefe de Piso le dio suficientes <Puntos de
Experiencia> para recibir un gran impulso.
--Tus habilidades subieron, pero tambien conseguiste un poco de <Puntos de Experiencia> de rango superior.
--¿Eh?
--Hiciste algo grande. Significa que estas un paso más cerca de conseguir otro <Aumento de Nivel>.
Hestia se rió al ver la expresión de asombro en el rostro de Bell.
La superación de innumerables encuentros con la muerte en el viaje hacia el 18º Piso debió haber sido lo que lo
hizo.
Lograr algo grande, superar un obstáculo extraordinario—esas cosas eran requeridas para un <Aumento de
Nivel> y no se podía hacer derrotando continuamente monstruos de bajo nivel. Bell reflexionó sobre estos
pensamientos en su mente mientras se reequipaba su armadura.
--Los niños de Loki están ocupados preparándose. Debemos salir de su tienda de campaña tan pronto como sea
posible.
--También pienso lo mismo.
Hoy era el día en que la <Familia Loki> dejaría el 18º Piso. Los antídotos habían llegado de la superficie a
última hora de la noche anterior, así que finalmente eran capaces de irse como un grupo. Los sonidos de los
Aventureros de la <Familia Loki> desmontando el campamento sonaban de todos los alrededores de su tienda
de campaña.
Bell le dio un rápido saludo a Hestia, quien todavía estaba limpiando el equipo que necesitaba para la
actualización de su <Estado>, y salió.
--¿¡Por qué demonios está aquí el chico conejo!? ¡Nadie me dijo absolutamente nada!
--Porque sabíamos que reaccionarías así, Bate. ¡Ahora vamos, sigamos adelante!
--¡Hey, quítame las manos de encima, Amazona idiota!
Bell caminaba por el área rodeada por personas ocupadas plegando las tiendas de campaña y se dirigió hacia el
lugar en donde estaban reunidos los líderes de la <Familia Loki> en las afueras del campamento.
--¡A-Aizu-san!
Noto a una chica con largo cabello dorado parada lejos de los demás y la llamó.
La chica que se dio la vuelta estaba totalmente equipada para la batalla, un cómodo peto sobre su pecho y una
espada colgando a su lado.
--¿Ya te vas?
--Sí... me pidieron que me uniera al primer grupo.
Debido a la gran cantidad de miembros necesarios para una expedición, se le exigió a estos grupos viajar en
grupos más pequeños desde el 17º Piso, para evitar el bloqueo de los túneles. La <Familia Loki>se había
dividido en dos.
Aizu, junto con Tiona y los demás, fue asignada al primer grupo.
Sin embargo, el grupo de Bell regresaría a la superficie junto con el segundo grupo.
--U-Um...
--¿…?
Por supuesto, esto significaba que Aizu participaría en la batalla para matar al Goliat acechando justo arriba.
Bell se sintió avergonzado de que sólo podía esperar a que ellos abrieran un pasaje seguro para él. Le recordó lo
mucho que le faltaba para alcanzarla.
Sabía cuán inútiles eran estas palabras, pero se adelantó y las dijo de todos modos.
--... Por favor, ten cuidado
--... Tú, también, ten cuidado.
La boca normalmente inexpresiva de Aizu se suavizo un poco mientras respondía.
--Nos vemos de nuevo.
Dijo en voz baja. Ella se unió a sus compañeros mientras se dirigían hacia la abertura del túnel que conducía al
17º Piso. Bell se quedó allí y la vio irse hasta que cada uno de los miembros del primer grupo había
desaparecido en el túnel.
--Bell-sama, ¿No deberíamos estar preparándonos?
--¡Ah, sí!
Escucho a Lili llamándolo desde detrás y rápidamente se giró hacia ella.
Se dirigieron hacia el centro del campamento que estaba reduciéndose, para asegurarse de que sus mochilas
estaban completamente abastecidas, y revisar sus armas.
--¡Yo, Bell, pásame tus dagas!
--Seguro. Gracias, Welf.
Bell saco sus dagas de sus vainas y se las entregó al chico pelirrojo, quien las pasó rápidamente a través de una
piedra de afilar. Bell vio como la <Daga de Hestia> y <Ushiwakamaru> brillaban más y más con cada momento
que pasaba, su bordes de corte revivieron.
Mikoto se acercó al lado del hipnotizado Bell, sus espadas ya estaban afiladas y equipadas.
--Me disculpo, Welf-dono. Para afilar nuestras armas así como las suyas...
--No es gran cosa. Este es mi trabajo, después de todo. Otras tres o cuatro no son nada.
--¿Acaso compraste esa piedra en Rivira?
--Nah, bajé la cabeza y pedí algunos favores...
Welf señaló con la cabeza hacia algunos de los herreros de clase alta restantes en el campamento en respuesta a
la pregunta de Ouka.
Los precios habían sido tan altos en Rivira que todo lo que grupo Bell pudo permitirse el lujo de comprar en la
ciudad fue una vieja espada y la nueva mochila de Lili. Ambos habían sido comprados usando el emblema de la
<Familia> de Welf, así que ya estaba sintiendo el espacio vacío en su cartera.
La espada en cuestión, así como el arma larga envuelta en tela blanca, yacían en el suelo junto a él mientras
trabajaba.
--Me he estado preguntando... ¿Dónde están Hermes-sama y Asfi-dono?
--Hermes-sama dijo que quería una oportunidad más para ir a explorar. Le dijo a Lili que regresara a la
superficie con todo el mundo por delante de él. Asfi-sama se veía muy cansada y frustrada por la situación.
--Que trabajador...
La conversación de Mikoto, Lili, y Welf hizo que Bell pensara en Ryuu. Ella también tenía la intención de
regresar sola, al menos eso es lo que le había dicho la noche anterior después de escoltarlo con seguridad hasta
el campamento.
Teniendo en cuenta su situación y <Estado>—la mandíbula de Bell cayo cuando le dijo que era Lv. 4—su plan
no era ninguna sorpresa.
Todos estamos divididos.
Bell pensó mientras miraba hacia la <Mañana> por encima del bosque.
× × ×
--Okay, todo listo...
Poniendo la última de las pociones que recibió de Naaza en su bolsa, Hestia dio un paso fuera de la tienda.
El dosel del espeso bosque bloqueaba una gran parte de la luz de la mañana procedente de los cristales de
arriba.
Todo lo que podía ver era el verde oscuro del bosque que la rodeaba. El campamento estaba casi desierto, sólo
unas pocas cajas aleatorias yacían todavía en el suelo y no había personas a la vista. Hestia estaba a punto de
llamar a Bell para que le ayudara a doblar la tienda.
--... ¿…? ¿Hay alguien?
*Swissh, swissh*
El sonido de alguien pasando a través de la hierba le llamó la atención y se dio la vuelta. Pero todo lo que vio
fueron árboles y la sombra de color verde oscuro que proporcionaban. No había nadie allí.
¿Tal vez cayeron algunas hojas?
Pensó para sí misma mientras miraba hacia las ramas superiores.
-- —¿¡Muguu!?
Repentinamente algo fue colocado sobre su boca.
Pero no termino ahí. Sintió un brazo densamente envuelto en armadura alrededor de ella y algo sólido
presionándose contra su espalda. Sus ojos se movían frenéticamente por todas partes, buscando
desesperadamente algo que no podía encontrar. Fue casi como si estuviera actuando una escena en la que estaba
siendo restringida.
Entonces sus pies dejaron el suelo mientras su pequeño cuerpo era levantado en el aire y se alejaba del
campamento.
¿¡Un humano invisible!?
Casi como si confirmara su especulación, un extraño objeto que se parecía a un puñado de papel apareció de la
nada debajo de ella, golpeo el suelo, y rodó hasta detenerse. Ella agitó su cuerpo, pataleando sus piernas
mientras las pociones dentro de su bolsa todavía abierta caían sobre la hierba.
--¿¡Mgghh!?
Los gritos ahogados de Hestia no fueron escuchados mientras era llevada hacia el bosque.
× × ×
--¿Kami-sama? ¿Kami-sama?
Bell miraba de izquierda a derecha, llamándola.
Con todo listo para su retorno a la superficie, el chico se dio cuenta de que Hestia no estaba allí. Volvió a la
tienda en donde acababa de actualizar su <Estado>. Se fue poco después, rascándose la cabeza una vez que se
dio cuenta de que tampoco estaba allí.
--Esto es extraño…
Bell dio otra vuelta por el campamento, con su mano derecha en la parte posterior de su cabeza. Sólo quedaban
unas pocas de las tiendas de campaña; no había nada que obstruyera su campo visual. A pesar de que había
muchos árboles en esa zona, ninguno de ellos era lo suficientemente grueso para ocultar por completo el
pequeño cuerpo de la Diosa.
Sin embargo, no había manera de que simplemente pudiera haber desaparecido.
--Tal vez fue a ver irse a los demás...
Bell se dirigió hacia el túnel que conectaba al 17º Piso con un aspecto aún más confundido en su rostro.
Los árboles se volvieron mucho más gruesos a sólo unos pasos fuera del campamento, lo suficiente como para
bloquear su visión. A pesar de que era relativamente seguro en esa zona, también era cierto que los monstruos
acechaban en esos bosques. Y era muy diferente de Hestia desaparecer sin decirle una palabra a nadie... Estos y
otros pensamientos pasaban por la mente de Bell.
--¿Eh...?
Lo encontró inmediatamente.
Era una pequeña zona de césped sólo un poco retirada del campamento. Había muchos viales de pociones
esparcidos por el suelo y una pequeña bola de papel.
Bell se detuvo repentinamente, sus ojos prácticamente saltaron de su cabeza ante la escena delante de él.
--¡¡Estos son...!!
Recogió el vial más cercano—una Poción Dual hecha por Naaza, una que Hestia había traído con ella desde la
superficie. Bell cayó de rodillas, olvidándose de respirar. La forma en que los viales estaban tendidos en el
suelo le dio un indicio de lo que le había pasado a Hestia.
Su cabeza se levantó, sus ojos escanearon los alrededores. La sensación de que algo malo le había sucedido lo
inundó mientras alcanzaba el trozo de papel arrugado.
[... Pequeño Novato. Tengo a tu Diosa. Si la quieres de vuelta, ven al cristal en la zona este del
Árbol Central, solo...]
Los ojos de la Bell se abrieron en estado de shock al leerlo antes de levantarse de un salto.
Un mapa áspero estaba dibujado en la parte inferior del mensaje. Bell salió corriendo a toda velocidad, con el
papel firmemente en sus manos.
--Ah...
Chigusa alcanzó a ver a Bell por el rabillo de su ojo, pero él había sido ajeno a su presencia.
¿Quién haría algo así, y por qué?
Una nueva ola de confusión corrió a través de la cabeza de Bell. No era un monstruo, sino un Aventurero justo
como el quien había puesto sus manos sobre Hestia. Sólo había una cosa que sabía con certeza: El Aventurero
en cuestión no estaba jugando. Sus acciones y la nota fueron suficientes para que se diera cuenta de eso.
Suficiente para hacerlo sentir mareado.
¿Hestia estaba bien?
Esa pregunta encendió un fuego dentro de él. Atravesó el bosque a toda velocidad, dejando nada más que polvo
y sudor en su estela.
Bell corrió. Salió del bosque y entro en la gran llanura dirigiéndose directamente al Árbol Central en la
distancia. *Thump, thump, thump* Aumento aún más la velocidad de sus piernas. Los monstruos en la zona se
fijaron en él y lo persiguieron pero no pudieron mantener el ritmo. El conejo blanco los dejó a todos en el polvo.
—¡JYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Varias sombras grandes bloquearon su camino.
Un grupo de monstruos insecto de tamaño medio con dos patas llamados <Escarabajos Locos> se mantuvieron
firmes. Bell extendió su brazo derecho en respuesta.
--¡¡<Firebolt>!!
Rayos de llamas surgieron de su palma en el mismo instante en que la voz de Bell surgió de su garganta. Un
segundo más tarde, Bell se abrió paso por el agujero en la formación de los <Escarabajos Locos> y continuo
yendo recto.
× × ×
--Hehe, esto es impresionante... es auténtico.
Mord contuvo las lágrimas de alegría.
Sostenía un casco negro con la forma de un sombrero entre sus manos.
Bajó la mirada al Item Mágico hecho por Asfi, también conocida como <Perseo>—<Cabeza de Hades>—con
los ojos de un Aventurero que acababa de encontrar oro.
--¡Hey, tu allí, libérame! ¿¡Crees que podrás salirte con la tuya!? Soy una Diosa, ¿¡Sabes!?
Mord miró sobre su hombro a la fuente de las protestas.
Estaban en algún lugar en medio del bosque sur en el 18º Piso del Calabozo. Los cristales eran escasos en esa
zona, mientras que hierba espesa crecía entre los árboles. Hestia estaba debajo de uno de los grandes, con sus
manos y pies atados con una cuerda.
--Mis disculpas, Diosa-sama. Por favor, perdona mi rudeza.
--No te sientes mal en absoluto, ¿¡No es así...!?
Había dos Aventureros más parados alrededor del árbol, los mismos que se habían sentado junto a Mord en el
bar en Rivira.
Rodearon Hestia a su izquierda y derecha, mirándola.
--Desapareciendo y reapareciendo de la nada, ¿¡Esa es tu Magia!? ¿¡Por qué me has traído aquí!?
--Hahaha, no puedo responder a todas esas preguntas a la vez, Diosa-sama.
Mord mantuvo la <Cabeza de Hades> fuera de la línea de visión de Hestia mientras se giraba hacia ella, con una
leve sonrisa en su rostro.
El poder del Item Mágico que recibió de Hermes le concedía la invisibilidad al usuario. Al no requerir Mente o
fuerza física para realizar una Habilidad, la persona permanecía invisible siempre y cuando el Item estuviera
equipado. Mord utilizo esa capacidad para secuestrar a Hestia desde el campamento y traerla aquí.
Fue fácil para él encontrar una abertura una vez que supo que el grupo de Bell, junto con la <Familia Loki>,
estaría ocupado preparándose para su viaje de regreso el día de hoy.
--No tenemos nada contra ti directamente, Diosa-sama. Así que por favor no te preocupes. Ninguno de nosotros
es tan estúpido como para levantar una mano contra un Dios. Las repercusiones serian demasiado aterradoras.
¿Así que podrías hacer el favor de mantenerte tranquila?
--¿Qué razón tengo que estar tranquila, ahora que sé que no me lastimaras?
--Hehehe, Diosa-sama. Por favor, perdóname, pero si no permaneces tranquila... me veré obligado a cortar ese
hermoso cabello tuyo, o tal vez esa ropa, hasta que cierres la boca.
Mord sonrió mientras sacaba la Espada Larga colgando de su cintura hasta la mitad de su vaina. Hestia se quedó
en silencio. Sus pechos bien formados se sacudieron bajo la delgada capa de tela que los mantenía contenidos,
como si expresaran el temor que la alcanzó.
Mord se mostró satisfecho por la mirada de angustia en los ojos de la pequeña Diosa y envaino su espada de
nuevo.
Dejando a los demás a cargo, una vez más le dio la espalda.
--¡Hey, no hemos terminado aquí! ¿¡Que estás tratando de hacer!?
--... Le enseñare una lección a un miembro de tu preciosa <Familia>.
Los dientes de Mord brillaron mientras sonreía ante los ojos completamente abiertos de Hestia.
--Ese chico tiene una cosa o dos que aprender sobre el código que siguen los Aventureros.
× × ×
--¿¡Los encontraron!?
--¡No, Bell-sama y Hestia-sama se han ido!
La temblorosa voz de Lili respondió a la llamada de Welf mientras el joven corría hacia ella.
No había transcurrido mucho tiempo desde que Bell se precipito solo para encontrar a Hestia. Lili fue la primera
en darse cuenta de su ausencia y pidió ayuda para buscar en el campamento y el bosque circundante.
Lili se encorvo, tratando de recuperar el aliento. Mikoto y Ouka se unieron a ellos.
--Esto no está bien. Si no los encontramos pronto, la <Familia Loki> nos dejará atrás.
--No hay tiempo…
Ambos continuaron buscando por el bosque, incluso mientras hablaban.
Aunque el segundo grupo de la <Familia Loki> había acordado escoltarlos de regreso a la superficie, no estaban
obligados a esperar. Sin un acuerdo formal para contenerlos, comenzarían su viaje de acuerdo a su horario. La
ventana de los jóvenes Aventureros para unirse a ellos se estaba cerrando con cada segundo que pasaba.
Welf frunció el ceño y dijo:
--Esto no es como Bell y Hestia-sama, especialmente no en un momento como este.
--Eso significa... ¿Qué algo ha pasado con ellos?
Lili dijo lo que todos estaban pensando. Los cuatro rápidamente formaron un círculo, el estrés y ansiedad los
inundaba. Estaba escrito claro como el día en sus rostros.
--¿Podemos solicitar la ayuda de Hermes-sama y Asfi-dono?
Podrían estar en el otro lado del bosque por ahora. Y no hay forma de encontrarlos, perderíamos demasiado
tiempo.
--Ryuu-sama... No, la Aventurero con capucha. ¿Alguien sabe dónde está?
--Sólo Bell tendría alguna idea de dónde comenzar a buscar.
Welf comenzó a maldecirse a sí mismo, la frustración lo abrumaba mientras se cruzaba de brazos. Fue entonces
cuando una nueva voz llegó al grupo.
--¡C-Chicos—!
Chigusa llegó corriendo de entre los árboles del norte del campamento, agitando frenéticamente sus brazos.
--¿Qué pasa?
--¿Pasó algo?
En lugar de tratar de explicar, Chigusa los condujo hasta el lugar donde los viales de pociones cubrían el suelo.
--¿No son estos los viales que recibió Hestia-sama de Naaza-sama...?
--Ah, y también, vi a Cranel-san correr en esa dirección. Se veía muy angustiado...
--... Lili piensa que es seguro decir que se involucraron en algo malo.
Dijo la Hobbit mientras se agachaba para inspeccionar las pociones por cualquier tipo de pista.
--De hecho, parece poco probable que un monstruo le hiciera algo a Hestia-sama. ¿Eso significa que esto fue el
trabajo de otros Aventureros?
--¿Secuestro? ¿Sin que ninguno de nosotros o la <Familia Loki> lo notara?
Con la conversación de Welf y Mikoto pasando sobre su cabeza, la mano de Lili se sacudió cuando se encontró
con algo.
--Esto es…
× × ×
--¡Lo encontré…!
Bell vio un gran cristal azul que llegaba hasta el techo mientras se abría paso entre los árboles.
Metiendo el mapa en la parte delantera de su camisa, Bell aceleró el paso. El suelo era desigual, con miles de
raíces gruesas. Rasgó a través del bosque con pasos poderosos como si fuera guiado por el viento.
El Árbol Central estaba al este del cristal, que servía de punto de referencia, que estaba directamente delante de
él.
Entrecerró los ojos mientras el resplandor del cristal se hacía más intenso con cada paso. Los árboles disminuían
mientras salía a una ubicación muy abierta y luminosa.
--¡Él está aquí, Mord!
Un Aventurero oculto en la sombra de uno de los últimos árboles restantes vio al chico y lo llamó hacia el
cristal.
Bell se detuvo. El Aventurero que salió de detrás del cristal azul no era otro más que la persona con la que había
chocado en Rivira, Mord.
--¡Eso fue rápido, Pequeño Novato!
--… ¿¡Donde esta Hestia-sama!?
De inmediato descubrió que el hombre frente a él era el responsable de la desaparición de Hestia y no perdió el
tiempo preguntándole al respecto. Mord salió de debajo de la sombra del cristal, sus labios formaban una amplia
sonrisa.
--Tu Diosa no era nada más que el cebo para atraerte, mocoso. ¡No le hemos hecho una mierda! Después de
todo, ¿Quién sería tan estúpido como para herir a un Dios? ¡Ellos pueden tener un infierno de resentimiento!
Los ojos de Bell se afilaron. Él era su verdadero objetivo.
--¿Por qué...? ¿Qué quieres conmigo?
--Debes tener alguna idea. Realmente no puedes ser tan estúpido, ¿Verdad, <Poseedor del Récord>?
La voz del hombre estaba llena con un grueso y frio odio. Le dijo a Bell todo lo que necesitaba saber.
La razón por la que el hombre había ido tan lejos como para secuestrar a Hestia era para hacerlo salir...
--¿Viniste solo?
--… Sí.
--¿Es así? Bueno, traje un pequeño seguro, por si acaso.
*Shf, shf*
Aventureros de Clase Alta emergieron desde atrás de los árboles y bajo la hierba. Había demasiados para que
Bell los contara, al menos veinte en total.
El grupo de Mord se movió para rodear a Bell, su cuerpo se tensó en el acto.
--¡No tienes de que preocuparte, ellos no te tocaran—sígueme!
Mord hizo un gesto con la barbilla sobre su hombro. Bell no tuvo más remedio que hacer lo que se le dijo. El
grupo de Aventureros no se quedó atrás—*Clank, Clank*—golpeando sus espadas desenvainadas contra sus
armaduras como si estuvieran esperando a que comenzara la diversión. Bell mantuvo la boca cerrada y trató de
ignorar las disimuladas sonrisas excitadas que lo rodeaban.
Su primera prioridad era rescatar a Hestia, pero eso era imposible en estas condiciones. No sabía en donde
estaba, y allí nadie estaba dispuesto a permitirle buscar. Bell llegó a la conclusión de que no tenía más remedio
que escuchar sus demandas por el momento.
Había luchado contra suficientes monstruos para estar tranquilo en la cara del peligro. Sin embargo, no
reconocía el temblor corriendo por sus extremidades en este mismo momento como miedo.
--Este lugar…
Mord llevó a Bell a una pequeña meseta.
La superficie era casi perfectamente lisa, con una superficie circular ligeramente más elevada que el resto. De
alrededor de siete metros de diámetro, sin lugar a dudas era un escenario diseñado para una audiencia.
--Sube, ahora.
Una vez más, Bell hizo lo que le dijo. Mord le siguió de cerca. El grupo de Aventureros rodeo el escenario.
No había manera de escapar.
--Y ahora es cuando comienza la diversión. Tendremos un duelo.
--¿Un duelo…?
--¡Así es, un duelo! Y el patético perdedor tendrá que hacer lo que el ganador le diga... Cuando gane, tomare
todos tus equipos de buen aspecto y los venderé.
Las cicatrices en el rostro de Mord se deformaron mientras sonreía una vez más, como si quisiera decir:
“tambien podrías entregar todo ahora”. La mirada en sus ojos y el tono de su voz mostraban extrema confianza.
El ganador tomaría todo del perdedor. Bell necesito un momento para asimilar esa regla arcaica y violenta.
Entrecerró sus ojos, sus cejas se hundieron tanto como podían.
Para estabilizar su respiración, Bell respondió con toda la determinación que pudo reunir.
--Libera a Hestia-sama si gano.
--…Seguro, seguro. Si ganas.
El rostro de Mord se quedó en blanco por un momento cuando Bell hizo su demanda. Sin embargo, una delgada
y fría sonrisa volvió a aparecer en sus labios en un momento, sus ojos brillaban.
La superficie del escenario estaba cubierto de tierra y pequeños pedazos de cristal. La forma imponente del gran
cristal azul no estaba demasiado lejos. Bell y Mord tomaron sus lugares en el centro del escenario, sacando sus
armas de las vainas alrededor de sus cinturas.
El tipo de armas que llevaban daba pistas sobre los estilos de lucha de los combatientes. Con la <Daga de
Hestia> en su mano derecha y en su izquierda <Ushiwakamaru>, Bell luchaba con una combinación de alta
velocidad y una oleada abrumadora de cuchilladas. La multitud de Aventureros alrededor del escenario
comenzaron a silbar y gritar mientras Bell tomaba una postura defensiva.
En cuanto a Mord, saco lentamente una Gran Espada que estaba atada a su espalda, la Espada Larga todavía
estaba en su cintura.
--Pero no tengas la idea equivocada, mocoso de mierda.
Descansó la gigantesca espada en su hombro derecho y llevo su mano izquierda detrás de su espalda.
Entonces se rió. Oscuros y malvados, sus ojos destellaron en Bell.
--¡Este es un espectáculo—donde te sacare la mierda!
Oscilo el arma masiva hacia el suelo.
La fuerza del impacto fue suficiente para romper el escenario, así como levantar una explosión de polvo y tierra.
Bell sintió temblar la tierra a través de sus botas mientras Mord desaparecía de su visión.
--¡Maldita sea, Mord!
Escucho la voz enfadada de un Aventurero detrás de él mientras el polvo golpeaba de lleno su rostro. Bell saltó
rápidamente de la nube de polvo para ganar un poco de distancia, tomo una postura, y observó atentamente.
--¿Huh...?
La nube de polvo se había ido, pero Bell no podía creer lo que veía.
La gran espada todavía estaba clavada en el suelo, pero Mord había desaparecido. No estaba a la izquierda ni a
la derecha—Bell rápidamente escaneo la audiencia para ver si trataba de acercarse sigilosamente a él por detrás
usándolos como cobertura. Mord no estaba allí.
Arriba.
Sus ojos se agrandaron mientras miraba hacia el techo—pero el golpe llego desde un lado.
--¿¡Guha!?
Algo del tamaño y la forma de un puño fue oscilado desde el lado derecho de su cabeza. Era lo suficientemente
poderoso como para mandar a volar a Bell. Se recuperó rápidamente, rodando un par de veces antes de saltar
hacia arriba. Bell miró rápidamente por todo el escenario, haciendo todo lo posible por ignorar el dolor
punzante en su sien derecha. Pero Mord no estaba por ningún lado.
Bell solo tuvo el tiempo suficiente para registrar la confusión antes de que llegara el siguiente golpe.
—¿¡Una patada de salto!?
*Whoosh*
Pudo escuchar el silbido del aire por sus oídos un momento antes de que el tacón de una bota sabaton6
de hierro
se enterrara en su pecho. Sus ojos se abrieron mientras todo el aire de sus pulmones era expulsado, Bell fue
mandado a volar una vez más hacia atrás.

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