Había pasado un gran fin de semana, incluso olvidando el dolor, pero desde que llegó el lunes y con él el estrés, llegó también ese dolor que me recordaba lo corta que es la vida en este mundo.
Es increíble como la cercanía de la muerte te hace sentir la vida más intensamente.
Ya era de madrugada, y el pequeño dolor de cabeza ahora era enorme, insoportable. Corrí hasta el baño para buscar mis pastillas para el dolor, ahora eran tan necesarias como el mismo aire, pero ya había alcanzado un punto crítico. Tomé un par a pesar de que la vista ya era borrosa, y caí de rodillas junto a la pileta.
En los días buenos casi olvidas las tormentas, pero en los días de huracán te parece demasiado lejano el sol.
Traté ahogar mis gritos con un paño; mordí hasta que la tela comenzó a romperse, pero no paraba. Yo no quería despertar a nadie ni hacer que se preocuparan o sufrieran por mi, era más que suficiente el dolor que yo sentía.
El aire comenzaba a faltar haciendo que mi mareo creciera más allá del dolor, fue bueno, eso comenzó a calmarlo. A rastras llegué de nuevo a mi cama, rogando porque mis meses no fueran solo días, pues aún tenía mucho que hacer.
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A la mañana siguiente me levanté adormecida, aún con dolor pero ahora más soportable.Abi: Buenos días!
Keila: Buenos días! Ya es viernes, mañana puedo dormir tarde... (Lo bueno de trabajar en la cocina de la escuela, es que la semana es más corta).
Sofía: Que envidia! Yo igual trabajo medio día.
Keila: Cierto, pero el domingo no, y quiero que hagan algo loco conmigo...
Abi: Qué tan loco?
K: Bueno, es que ya probé el fuego y fue con el pecado. La tierra es la penitencia, así que quiero hacer algo.
Abi: En serio? Tan temprano y ya quiere hablar de sus planes antes de "partir"
Kei: Si, porque sé que me queda poco. Yo no tengo tanto tiempo para perder... ~Justo anoche tuve mi recordatorio, pero fue demasiado doloroso para admitirlo~
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No se Dice Adiós
RandomSinopsis Una joven de 27 años se da cuenta de que su vida está por acabar y quiere darle sentido, para dejar algo latente de ella el día que se marche.