Capítulo 10: La verdad

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Dolor. Un punzante dolor en la parte inferior de su cabeza fue lo primero que percibió. Sus piernas estaban dobladas, mientras permanecía arrodillado sobre el frío suelo. Poco a poco, notó como el peso de su cuerpo residía sobre sus brazos, donde las muñecas eran las encargadas de soportar un fuerte agarre que los mantenía alzados en el aire. Las memorias regresaron y abrió los ojos muy despacio, como si quisiera evitar que el leve movimiento de sus párpados fuera apenas perceptible.

A su alrededor, un cuarto oscuro, iluminado únicamente por unas pequeñas velas situadas al fondo de la sala, donde se podía distinguir una puerta metálica y una pared de ladrillos oscura. Más adelante, las sombras de lo que parecían varios muebles en la pared, que apenas era capaz de distinguir por la reducida visibilidad. El ambiente era húmedo y frío. El único sonido en la sala era el de gotitas de agua impactando contra un charco detrás de él, muy posiblemente goteras. Enseguida supo que se trataba de un sótano, pero no era el mismo en el que se encontraba cuando perdió la consciencia. La imagen de la joven que le había traído hasta allí vino a él.

Bajó la guardia, se dejó capturar sin apenas oponer resistencia. ¿Cómo podía haber sido tan descuidado? Pensó que ella trataba de huir por mero miedo o confusión, pero estaba equivocado. Desde un principio tenía planeado traerle hasta ahí.

Siempre se había considerado ágil al leer a las personas, reconocer sus buenas o malas intenciones con un simple vistazo. O por lo menos eso había aprendido durante tantos años en un lugar como la ciudad subterránea. Pero, por primera vez habían logrado engañarle. La imagen de la recluta pequeña de aspecto bondadoso y testarudo hizo que se confiara lo suficiente como para ni siquiera contemplar la mera posibilidad de que estuviera embarrada en un plan como aquel. ¿Cuál eran sus intenciones? ¿Qué necesitarían de él?

De repente, recordó las palabras de Erwin. Aquella carta de la que Hanji le informó días atrás y que comentaron la noche anterior. Sus ojos se abrieron y notó como una presión se instalaba en su estómago, dándole incluso náuseas. Le dijo a la científica que no se preocupara, que mientras estuvieran en zona de titanes no podrían actuar de ningún modo contra el equipo de exploración. Pero...

¿Y si en realidad la recluta de extrañas habilidades formaba parte del bando enemigo? ¿Y si aquella trampa era un plan organizado por aquellas influencias con las que siempre habían lidiado procedentes de la oposición?

¿Y si por culpa de su descuido conseguían llegar hasta Eren?

Su mandíbula se tensó y tiró un poco de las cadenas que ataban cada uno de sus brazos al techo inmovilizándolos. Pero tras varios intentos se percató de que sus esfuerzos eran inútiles, incluso él era incapaz de hacer nada para liberarse de unas cadenas de acero. Se fijó en su propio cuerpo y la ligereza en él.

Le habían quitado tanto la capa como la chaqueta del uniforme, de modo que su torso solo quedaba cubierto por la camisa. Sus armas y equipo le habían sido retirados. Ni siquiera notaba la pequeña daga que escondía siempre en el interior de su bota y un repugnante trapo le enmudecía la boca. Pero más allá de eso, el único daño que le habían infringido fue el golpe en la cabeza para dejarlo inconsciente. Un pequeño detalle que le indicaba que como mínimo la joven poseía un aliado más.

En cuanto su oído detectó el sonido de lo que parecían pasos, relajó los brazos y cerró los ojos para simular que seguía inconsciente. La puerta de metal se abrió con un vibrante sonido que resonó por toda la sala y enseguida escuchó aquellas voces.

- Miradlo, sigue durmiendo como un bebé- dijo una grave voz masculina.- ¿Estás seguro de que no lo has matado con ese palazo en la cabeza?

- No, y cierra el pico de una puta vez, Kou- respondió otra voz.- Te he dicho que te quedaras haciendo guardia fuera.

𝐕𝐨𝐲 𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 ~Levi Romance FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora