Capítulo 11: No quiero que te vayas

41 5 0
                                    

Todo estaba oscuro pero, por debajo de una puerta entraba la suficiente luz para discernir el espacio en aquella pequeña habitación. No había mucho más que un horno, varias vasijas de almacenaje, una vieja cómoda junto a una silla, y una cama de madera enfrente. Pero, encima de esta última pudo divisar una pequeña figura.

Estaba sentado con la espalda apoyada en la pared. Mechones oscuros cubrían parte de su rostro, mientras con las manos sujetaba una manta que le cubría hasta por debajo la nariz y no se movía ni un milímetro de su lugar. A pesar de la reducida visibilidad se percató de que se trataba de una criatura.

De repente, se escucharon pasos provenientes del exterior y el infante por primera vez se tensó. Estos fueron directos hasta llegar al otro lado de la puerta, y se detuvieron en seco. El niño parecía asustado. Rápidamente se tumbó para esconderse por completo bajo el edredón. Justo entonces, la luz de fuera se abrió paso a través de la puerta, iluminando la habitación.

Apareció una mujer. Su cabello era oscuro y se deslizaba con gracia por debajo de sus hombros. Llevaba puesto un vestido de aspecto viejo con un color blanco desgastado, que no disimulaba mucho la delgadez de su cuerpo. Su rostro era fino, con pómulos marcados y una nariz pequeña y delicada. Pero le llamaron la atención sus ojos, afilados de una forma un tanto exótica y de color grisáceo, que le daban un aire misterioso pero ciertamente bello. Sin embargo, cuando estos últimos se posaron en la habitación, un destello de preocupación se hizo presente.

— ¿Eh? ¿Dónde está? susurró con un hilo de voz.

Tras escuchar aquella voz, el niño rápidamente removió las sábanas que le cubrían y sacó la cabeza.

— ¡Mamá!exclamó nada más verla. Ella, miró en dirección a la cama sorprendida, y la criatura enseguida bajó del colchón y caminó con la mayor velocidad que le permitían sus pequeñas y delgadas piernas para llegar hasta ella. La mujer extendió los brazos para envolverle en su interior, y suspiró aliviada.

 ¿Qué hacías ahí debajo y a oscuras?  Lo separó un poco para ver su rostro y apartó el cabello que le cubría los ojos, reposando la mano delicadamente sobre su mejilla. Por un momento creía que no estabas.

 Ya es de noche...

Ella lo contempló durante unos instantes y deslizó la vista a la ventana detrás de él. A pesar de que allí abajo no hubiera un cielo nocturno, gran parte de las luces de la calle estaban apagadas, como si ya no fueran necesarias. De inmediato volvió la atención al niño y le abrazó con fuerza. Apoyó la barbilla sobre su pequeño hombro y le acarició la parte posterior de la cabeza.

 Cariño... susurró con dulzura.Lo siento, no me había percatado de que ya era tan tarde...¿Tenías miedo de que no regresara?

Él asintió moviendo la cabeza arriba y abajo entre sus brazos y con una expresión apenada, la mujer lo tomó entre sus brazos para llevarlo hasta la cama y tumbarse a su lado, sin dejar de abrazarle.

De inmediato, apartó el cabello que cubría su frente y la besó.

 Debes ser valiente. Yo... Estoy trabajando para que podamos salir de este horrible lugar. Reuniré dinero y compraremos una casa de verdad, en la superficie. 

 ¿En la superficie?

— Así es. Verás lo bien que se siente el aire acariciando tu piel, los rayos de la luz del sol, las cosquillas de la hierba bajo tus pies... Y podremos pasarnos horas y horas contemplando las nubes en el cielo, tú y yo... ¿Qué te parece?

𝐕𝐨𝐲 𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 ~Levi Romance FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora