𝐕𝐨𝐲 𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 ~Levi Romance Fanfic

Capítulo 12: Regreso al refugio

Ya era de noche cuando el capitán galopando a toda velocidad, atravesó el puente y llego frente al refugio del equipo de exploración. 

Escuchó el sonido de las campanas de alerta de la zona de vigilancia, que ya debían haber advertido su presencia, y las luces del edificio empezaron a encenderse progresivamente. Nada más detener el caballo, escuchó la puerta de entrada abrirse de par en par, y vio una figura esbelta avanzando en su dirección con pasos veloces, seguida de varios reclutas más.

—¡¡Levi!! ¡¡Estás vivo!!

Pero él apenas prestó atención a aquella voz, a pesar de reconocerla casi al instante. Con rapidez, bajó del lomo del animal sosteniéndose la herida con una mueca de dolor y, como pudo, tomó la joven que yacía encima.

—¡¡Rápido, Hanji!! ¡¡Hay que llevarla dentro!!

La científica se acercó desamparada y enseguida reconoció a la joven que yacía inconsciente. Al ver su respiración agitada y su enfermizo aspecto , colocó una mano sobre su frente y volteó hacia sus subordinados.

—¡¡Traed una camilla!! ¡¡Hay un soldado en estado crítico!! ¡¡Tenemos que tratarle ya!!

Al cabo de un rato tras su llegada, dos soldados ayudaron a Levi a entrar a la sala que servía como enfermería. Donde Hange, junto al equipo de reclutas que sabían de medicina examinaban la joven. Lo dejaron sobre otra de las camillas y su cabeza se deslizó en dirección a la veterana, que no tardó mucho tiempo en dejar a sus compañeros expertos en la materia a cargo mientras iba a ver a su amigo. 

—¿Hace mucho rato que está en ese estado?— preguntó la veterana nada más llegar hasta él.

—Era media tarde cuando se ha desmayado, lleva así hasta ahora.

— ¿Se ha quejado de alguna clase de dolor antes? ¿Ha dicho si se encontraba mal en algún momento?

—No. No me dijo nada. Ha sido ella quien me ha sacado del lugar en el que nos encontrábamos y ha vendado mis heridas cuando estaba inconsciente hace unas horas. Creía que se encontraba bien.

—Quizás estaba resistiendo el dolor por ese mismo motivo.

El hombre se quedó unos segundos sentado en silencio, tratando de recordar algo que pudiera ser de utilidad. 

Imágenes de él, horas antes, agarrándola bruscamente para que le contestara a gritos y empujándola con desgana rondaron su memoria.

Chasqueó la lengua y alzó la voz en un tono grave que disfrazaba su verdadero temor.

—¿Es muy grave? 

Hange le miró sin saber muy bien que responder, y cuando estaba apunto de decir algo uno de los reclutas se acercó.

—¡Mayor Hange! Hemos encontrado una notable contusión en la parte trasera de su cabeza. Puede que ese sea el causante de su estado.

Los ojos del capitán se abrieron. Recordando el modo en el que aquel hombre había golpeado múltiples veces la cabeza de la joven.

—¿Una contusión? ¿Pero tan profunda como para dejarla en ese estado?—Dijo la veterana en dirección al recluta.

Una voz se alzó entre los dos.

—Fueron tres veces—pronunció Levi con la mandíbula tensa.—Le golpearon tres veces. Dos estampándole la cabeza contra la pared, y una con el pie contra el suelo.

Los dos presentes le miraron perplejos. El chico enseguida asintió y salió de allí con paso decidido para comunicárselo a sus compañeros, que rodeaban a la chica en la camilla del otro extremo de la sala.