Lo siento

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Oscura, húmeda, fría, antihigiénica.
Demasiados pasillos y a lo largo de todos ellos había velas que parecían nunca acabarse. Múltiples habitaciones, insalubres por supuesto, destinadas a investigar personas con Kekkei Genkai, habilidades especiales, o cualquier cosa que le llamara la atención al Sannin serpiente.

Guaridas creadas con el único propósito de esconderse y investigar personas, no importaba que estos fuesen niños, mujeres o hombres. Nunca había distinción. Al final, cómo siempre, se trataba de poder, poder y más poder. Usado para terminar con la vida de las personas, casi nunca hay villanos, solo personas que creen que hacen su justicia, que creen que hacen lo correcto.

Esta vez hay una excepción, Orochimaru, al parecer muchos de los problemas de Konohagakure no sato giran en torno a este "Hombre", si es que se le puede llamar así.

Él no hace las cosas por justicia, las hace por simple gusto, eso es lo que lo ha movido todos estos años, lo que le ha dado fuerza para seguir con sus investigaciones es simple ambición.

En este momento se encuentra conversando con 2 cosas, producto de su ambición.

- He cumplido mi parte del trato, les di a ustedes un cuerpo. Ahora quiero que me den aquello que más anhelo. La inmortalidad.- Siseo Orochimaru mientras miraba fijamente a los dos entes frente a él.

- Si bien nos haz dado un cuerpo para poseer, no es todo lo que necesitamos.- Respondió el más alto de los entes.

- Entonces ¿Que necesitan?.- Orochimaru ya sentía cerca su  inmortalidad.

- Es simple lo que queremos es...-

- Lo que necesitamos Licht, son tropas. Estamos aquí con el único objetivo de eliminar a la raza humana, exceptuando claro aquellos que nos puedan ser útiles, ya sea para crear mestizos o para que sean esclavos.- interrumpió el que parecía ser el líder.

- Kukuku, mientras yo esté bien no me importa.-

- Si, ¿Cómo nos darás lo que necesitamos?.- tenía una mirada estoica mientras negociaba con Orochimaru.

- Se me ocurrió que podríamos tomar una aldea o un pueblo y les obligamos a trabajar para nosotros.- dijo el Sannin serpiente lamiéndose los labios.

- Es una buena idea. Una vez que tengamos tropas, te daré lo que quieras, siempre y cuando pueda dártelo. Pero antes que nada, dime ¿Que es lo que más anhelas en esta vida?.-

- Esa es una buena pregunta. Lo que yo más deseo es poder ser inmortal.-

- Si, bien. Me temo que eso no se va a poder.-

- ¡¿Que?! ¡Deberías poder cumplirlo!
¡¿Que no se supone que cumples todo?!.- Orochimaru ya estaba exaltado, y enojado a decir verdad.

- Pues es algo muy difícil ¿Sabes?.
Necesitaría tener mis poderes demoníacos al 100% de su capacidad. Dado que acabamos de salir del Makai tardaremos por lo menos 7 años en poder usarlos. ¿Estás dispuesto a esperar todo ese tiempo?.- Él líder solo quería una respuesta por parte de Orochimaru.

- ¡No voy a esperar! El trato era que yo les daba lo que necesitaran y ustedes me daban lo que yo quisiera.- En este momento Orochimaru estaba muy enojado.

Los había invocado, perdió una guarida segura, su impunidad, sus sujetos de prueba. Todo por huir con ellos y que le cumplieran su deseo.

- Bien. Te daré lo que deseas, solo dame una semana. Es todo lo que necesito.-  El líder ya tenía un plan para cumplir el deseo de su invocador.

- Tienes una semana. Ni más ni menos. Adiós.- Con esto dicho Orochimaru se fue a una de las tantas habitaciónes que había en la guarida.

- Licht. Quiero que salgas de aquí y busques una aldea con personas a las que secuestrar. No una de las 5 grandes aldeas, no por ahora, solo que sea una aldea Shinobi. Averigua cuánta gente tiene y la manera de atacar. Y por último, recuerda esto, solo somos tú y yo. Siempre, por siempre. Solo tú y yo.-

Todo Tiene Un PropósitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora