Paper Hearts ❥ Kookmin Omegaverse {Paper Hearts I}

🐁Capítulo 45🐁

Jimin despertó entre lamidas de Nun y voces de su padre.

-¿U-Uh?

-¡Feliz cumpleaños!

Minwha lo abrazó y llenó de besos, aún cuando el rubio no podía ver más de tres palmos lejos de él y ni si quiera se había desperezado. Nun se unió a los besos y los mimos, haciendo que el Omega más pequeño se viera completamente derrotado.

-P-pero... ¿Qué hora es?- sus ojos se percataron de que ni si quiera el sol había salido.

-Las cinco de la mañana- su padre se rió nervioso- Es que me iba a trabajar y no quería irme sin felicitarte.

El rubio gimió ocultándose bajo las sábanas.

-Papá, ¿por qué me haces esto?- gruñó con fastidio- Ahora no podré dormir otra vez.

-Anda- Minwha tiró de las sábanas con impaciencia y golpeó su trasero con diversión- Lo dices como si fuera la primera vez que te levantas a esta hora. Corre y ve al salón, hay una pequeña sorpresa para ti.

El rubio se incorporó como un resorte.

Olvidó el sueño rápidamente, también el dolor de la herida que todavía no curaba del todo en su nariz, y trastabilló hasta salir de la cama y correr al salón. El perro lo siguió. Incluso se había olvidado las gafas, pero aquello no le impidió ver una caja envuelta en papel de colores sobre la encimera y abrirla entusiasmado.

Jimin amaba los regalos.

Minwha sólo esperaba que fuera de su agrado. Si fuera por él le habría comprado algo mucho más costoso, pero no tenía dinero ni para acabar el mes. Trabajando él sólo, no había dinero para absolutamente nada, pero siempre conseguía salir adelante.

-¡Calcetines de colores!- el pequeño chilló emocionado- ¡Oh, por la luna, hay unos de Hufflepuff! ¡Y de runas!

Bajo aquella marea de calcetines de todos los colores del arcoiris y estampados jamás vistos de todos los fandoms posibles, había un libro.

-P-pero...- lo sacó sorprendido- No quedaba ningún ejemplar en ninguna parte y...-

-Tengo mis contactos- Minwha confesó con cariño. Eso significaba que se había recorrido la ciudad de punta a punta, y había mirado en todas las librerías hasta dar con una donde podía encargarlo, pero sí, tenía sus contactos.

-Papá, no tenías por qué comprarlo. Sabes que con los calcetines es suficiente y este libro es muy caro.

-Déjame que te consienta un poco.

-¿Cuánto te ha costado? Leí en Internet que estaba como por los setenta dólares y...

-¡Olvídate de eso!- Minwha refunfuñó- Es un libro muy importante para tí. Es tu pasión y quiero que lo tengas para cuando empieces la carrera.

El rubio abrazó la enciclopedia de Anatomía contra su pecho.

-Bueno, eso si llego...- bufó.

-Mi niño es el más listo del mundo, por supuesto que entrarás en Medicina.

-Pero si no me da la nota tendremos que ir a la privada y es un dinero que no tenemos y, por la luna, me estoy agobiando- apretó el libro nervioso.