Capitulo veinte

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Maratón 2/3

—¿Puedes creer que Jaxon y Gemma se casen en solo un mes?

Estaban en una de las mesas del Mcdonalds esperando que su pedido fuera anunciado. El ambiente y volvía a ser el mismo entre ellos después de la conversación sobre Ronald, y Harry se sentía mejor por habérselo contado finalmente. Podía decir, ahora, que Ally lo conocía a la perfección. Le gustaba eso.

—La verdad es que no, siempre pensé que ella iba a ser la tía solterona de mis hijos.

Ally se echó a reír con ganas. Sus líneas de expresión se acentuaron más y Harry las observó con una sonrisa, adoraba verla reír. Podría pasarse toda la vida haciéndolo y no iba a aburrirse nunca.

—Gemma es preciosa, tu eres quien tiene más probabilidades de quedar como el tío soltero.

—¿Lo crees?

Ambos sabían que ella estaba mintiendo. En realidad, Ally esperaba que ella fuera la tía que lo hiciera a él un perfecto tío con pareja y una viña bonita.

—Por supuesto.

—Si, claro, voy a fingir que no te babeas cada vez que me miras.

Lejos de avergonzarla, le causo gracia. Ella ya sabia que Harry conocía sus sentimientos mucho antes de decírselo. No era nuevo para ninguno que se babeaba por él. Se sentía en confianza, estaba muy tranquila junto a Harry.

Cuando la muchacho anunció el número de su orden ambos se pusieron de pié y caminaron hasta la larga barra. A Ally no se le pasó que era la misma que los había atendido en la caja, y que también estaba mirando de más a Harry.

—Aquí tienen — levantó la bandeja para dársela a Harry, y el le sonrió sin ganas cuando rozo sus manos.

El había visto bien que ella le lanzaba miradas significativas, pero no le importaba en lo más mínimo mientras tenía a una chica tan extraordinaria como Allison al lado.

—¿Puedes traer las salsas, cariño?

Ally se aguantó una sonrisa burlona, no se había preocupado por la muchacha porque Harry no había dado indicios de interés, y aquel intento porque creyera que ambos eran pareja le gustó y también le divirtió.

—En un segundo te alcanzo, amor.

La muchacha vio con algo se vergüenza a Allison mientras le servía las tacitas con salsa, y no se volvió a girar para ver a Harry caminar de regreso a la mesa. Le sonrió en agradecimiento y se fue a sentar de nuevo con el rizado.

—¿Cariño? — se burló.

—¿Amor?

Ally se echó a reír — Tenía que seguirte, tu empezaste.

—Bueno, puedo acostumbrarme a que me digas así.

Ally lo observó en silencio varios instantes. ¿Le estaba pidiendo que le apoyara de una forma tan íntima?

No le molestaba, pero jamas pensó que a Harry le gustaría algo así.

—Puedo pensármelo.

Después de comer y charlar un rato, Allison noto que Harry se removía incómodo en el asiento. Le pareció extraño, porque él no solía incomodarse con cualquier cosa.

—¿Estas bien?

—Si, claro, es sobre la boda.

—¿Que..?

—Bueno, tu eres la dama de honor y, uhm..yo soy uno de los padrinos.

Allison comprendió un poco a lo que iba eso y le causo gracia. Probablemente él estuviera intentando pedirle que fueran como pareja a la boda, pero no pudo decir nada debido al esfuerzo que estaba haciendo para no reírse. No quería que pensara que se estaba burlando de él. Le causaba ternura.

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