Capitulo diecisiete

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—Buenos días.

Allison miró sonriente a Anne cuando entro a la cocina. Su ojo seguía hinchado, pero sus rasguños estaban ya secos. Se alegró de verla más descansada y tranquila. La noche había sido bastante dura para todos, y sobretodo para ella.

—Tardes, querrás decir.

Anne observó el reloj en su muñeca antes de levantar las cejas con sorpresa al notar que era ya medio dia. Había dormido más de lo que jamas había dormido en sus últimos años, y se sentía extrañamente tranquila con eso, pero algo avergonzada por ser una invitada en la casa Gallagher.

—Lamento dormir tanto.

—¿Que dices? — Ally se rió bajito — No lo lamentes, Anne. Lo necesitabas.

Anne no conocía a Allison por completo, pero si que había escuchado de ella demasiado. Jaxon y Harry solo hablaban de ella y de lo asombrosa que era. No se lo había cuestionado a ninguno porque ella sabía muy bien que si ellos lo decían, era cierto, y ahora lo podía asegurar.

La castaña se había preocupado por ella como si fuera un miembro más de su familia, lo que a Anne le había gustado en sobremanera. Le sentó bien conocerla como una chica amable y adecuada para su hijo.

—¿Que preparas?

—Pasta — Respondió la castaña, terminando de revolver la salsa de carne — Gemma y Jaxon salieron hace un rato porque tenían que ir a verificar las invitaciones para la boda, pero aseguraron que volverían en un momento y no te querían despertar.

Anne asintió, sonriendole —¿Hablaste con Harry?

Allison la observó por el rabillo del ojo antes de asentir un poco con la cabeza. No es que le gustara mucho tocarle el tema, pero asumía que ya estaba más tranquila.

Harry la había llamado para avisarle que habían arrestado a Ronald y que él estaba bien, quería que llegara y descansara lo que no pudo en toda la noche. También conversó con Liam y Jake, ninguno había dejado solo a su mejor amigo.

—Me dijo que vendría a almorzar, así que no debe tardar — Le aviso Allison.

—¿Te dijo algo sobre Ronald?

Allison apretó los dientes e intentó no cambiar la mueca tan drásticamente. No podía estar tranquila con el tema de ese idiota, pero tampoco quería incomodar a Anne.

—Si, lo llevaron a comisaría y ya la denuncia está puesta.

Noto como los hombros de la mujer caían, aliviados, y soltaba un suspiro sonoro. Ella no disimuló su alivio, y tampoco su tristeza. Allison no dudo en acercarse a ella y darle un corto abrazo que Anne recibió con necesidad.

—No pienses en eso por el momento — intentó decir — ¿por qué no vas a darte un baño en lo que llega Harry?, ¿o prefieres comer ya?

Anne sintió que su pecho se hinchaba con cariño al escucharla hablarle tan suavemente. Le gustaba mucho Allison, le gustaba la familia Gallagher, y que sus dos hijos estuvieran dentro de ella le hacia muy feliz.

—Lo esperaré.

Allison la observó mientras asentía. Ella lucia triste y cansada, aunque había dormido un montón. Anne era preciosa, comprendía de donde habían sacado la belleza Gemma y Harry.

—Está bien, vamos arriba para que te des un baño.

—No traje ropa, cariño. Está bien.
La castaña negó con la cabeza, tomando con suavidad la mano de Anne. Ella sentía ese cariño extraño por Anne porque, era parte de la vida de Gemma y Harry, y eso, sin duda, le dejaba un buen sabor de boca. Además, la mujer siempre le había parecido muy amable y tierna.

A Allison le parecía que ella era una mujer fuerte, un ejemplo para sus hijos. Eso era de admirar. Esa fuerza y determinación era la misma que veía todo el tiempo en Harry, lo que tanto le gustaba de él, y ahora sabía que lo había aprendido de su madre.

La llevó hasta su habitación con cuidado de no empujarla demasiado.

—Espera aquí un momento.

—¿A dónde vas? — la frenó Anne.

—Voy a buscar algo de mi madre para que te vistas.

La mujer negó con la cabeza varias veces, sintiendo que sus mejillas se sonrojaban antes la amabilidad de Ally

—Cariño, no tienes que hacerlo.

Allison le sonrió, pero no dijo nada. Con paso rápido salió de su habitación y en menos de cinco minutos ya estaba entrando de nuevo con las manos ocupadas por la ropa deportiva de su madre. Se la tendió a Anne para después indicarle dónde estaba el baño.

—De verdad, Ally, muchas gracias por todo esto. Sabes que no era necesario.

—Quiero hacerlo, Anne, y Jaxon también lo hubiera hecho, no te preocupes — restó importancia — Te traje ropa interior nueva, mi madre suele comprar demasiada para sus viajes, y hay toallas en la última gaveta. Tomate el tiempo que necesites.

Anne le sonrió mientras asentía. Allison era una chica extraordinaria. Le pareció autentica y muy amable, algo que siempre había intentado educarle a sus dos hijos. La humildad iba primero que nada, y eso Ally lo sabía perfectamente.

—Eres una niña preciosa, Allison — Ella se sonrojo — Estoy muy feliz de que estés en la vida de Harry.

En realidad lo estaba. Ella agradecía que Harry tuviera a personas tan buenas como ellos que lo cuidaran, apoyarán y protegieran de esa forma.

Y Allison era perfecta a sus ojos.

Ally dejó que Anne se metiera en su baño y salió dispuesta a seguir preparando el almuerzo. Tarareo una canción de camino a la cocina, pero se interrumpió cuando escucho los golpecitos en la puerta de entrada. Ella sabía que se trataba de Harry, así que corrió a su encuentro y lo estrechó entre sus brazos tan pronto lo vio recargado en la pared.

Sintió su olor ya conocido mientras escondía la cabeza en su cuello. Había estado muy preocupada por él, y le aliviaba en sobremanera sentir que estaba bien, y que estaba con ella.

Por su parte, Harry sintió el revoltijo en el estómago cuando sintió los brazos de Allison rodearlo y su boca rozar su cuello. La sensación familiar de tranquilidad le llegó de golpe, y sin pensarlo la apretó contra él, buscando ese calor de ella que tanto le gustaba.

—¿Estas bien? - le preguntó él.

—Eso te lo tendría que preguntar yo a ti — se rió  bajito mientras se alejaba.

Observo entonces su labio roto, y la sangre ya seca que había en diversas partes de su rostro, también en sus nudillos y ropa. Harry lucia mal, y era un desastre.

—¿Como es que estuviste en comisaría y nadie te ayudó a limpiarte?

El se encogió de hombros —Lo intentaron, pero la verdad es que estaba más preocupado por Ronald.

Ella no iba a reprocharselo, así que lo empujó dentro y corrió hasta la cocina en busca del botiquín de primeros auxilios.

Harry sonrió sin que ella se diera cuenta, enternecido por los arrebatos preocupados y tiernos de Allison. Después de tanta mierda, le había sentado muy bien llegar a descansar y conseguirla a ella.

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