Capitulo veintidos

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Nota; como soy buena persona y ya tengo la historia finalizada, voy a publicarla de una. Gracias por haberme apoyado en esto, de verdad los quiero.

—¿Donde está tu Adonis?

Jessica se sentó a su lado mientras ella levantaba los hombros, ignorante de esa información y extrañada por la ausencia de él rizado. El campo estaba siendo llenado poe los chicos del equipo, pero Liam y Harry no aparecían por ningún lado. Las personas a su alrededor gritaban con frenesí, y lograban ponerla un poco mas nerviosa de lo que ya estaba.

—No lo sé, no me responde desde el medio día.

Y eso sí que era extraño. Estaba preocupada porque la ultima vez que había pasado algo como aquello resulto que Harry le estaba dando una paliza al novio de su madre. No quería pensar de esa forma ni ser tan negativa, pero la verdad es que estaba muy inquieta.

Sin embargo, que Liam tampoco estuviera la alivio un poco. Ella sabía que cualquier cosa que pasara, si se trataba de algo malo, ambos iban a intentar protegerse.

—Michael me dijo que no llegaron a el entrenamiento tampoco — Jessica le dijo en el oído. Las personas gritaban tan fuerte a su alrededor que no dejaban que las dos chicas tuvieran una conversación clara.

—Está con Liam, no creo que este sucediendo nada malo.

Jessica sabía lo que estaba pasando, pero no podía decírselo a su mejor amiga, por mucho que quisiera soltarlo todo de golpe. No era el momento. No podía hacerlo.

Cuando faltaban cinco minutos para comenzar el juego, Liam y Harry aparecieron con jadeos que aclararan lo apresurados que habían estado por llegar. Corrieron hacia el grupo bajo los gritos exaltados de las personas al verlos a ambos.

Allison suspiró aliviada cuando Harry se quito el casco y se acomodo el cabello. No tenía un solo rasguño, y la alivio saber que todo estaba en orden. Al menos a simple vista. El rizado echo un vistazo a las gradas solo para guiñarle un ojo a Allison cuando dio con ella. Temía que no asistiera por no haberle contestado el teléfono en toda la tarde, pero como había prometido, allí estaba.

Ella estaba un poco molesta por su repentina desaparición, pero aun así le sonrió de vuelta. Se veía estupendo, sobretodo con ese uniforme.

El juego comenzó a favor del equipo invitado, estaban ganando por varios puntos que fueron vencidos gracias a Harry y Michael. Ella no era muy fanática del fútbol americano, pero si hacia feliz a Harry entonces le hacía feliz a ella.

Gritó en cada touchdown y cada vez que tackleaban a alguien del equipo lanzaba improperios que desconocía de ella. Se sentía feliz apoyando a su chico, y por primera vez le pareció que aquel deporte era bastante divertido.

Las chicas miraban con emoción y recelo a Allison, aunque ella no se daba cuenta en lo absoluto. Había capturado el corazón del capitán de americano y ellas querían ser Allison Gallagher, irónicamente.

Jessica lo sabía. Se daba cuenta de las miradas que le lanzaban algunas, pero a la castaña no parecía importarle nada mas que el chico de cabello largo corriendo dentro del campo. Eso alegro a la rubia. Estaba feliz por su amiga.

Cuando el juego acabo los del grupo lo festejaron, abriendo las puertas que dividían el campo de las gradas para que todos pudieran entrar y felicitar al los jugadores. Jessica y Allison no dudaron en salir corriendo hasta sus respectivos novios, quienes estaban sobre los hombros de los chicos siendo aclamados por todos.

Cuando Harry observó a Ally correr hacia el les pidió a los chicos que lo bajaran, y la recibió con los brazos abiertos, gustoso. Apreto su pequeño cuerpo contra el de él, oliendo ese aroma dulce que tanto le gustaba.

—¡Felicidades, Harry!

—Gracias, preciosa.

—¡Dios mío, fue un juego increíble! — el corazón de Harry estaba derritiéndose al ver la emoción de la castaña por su victoria.

Justo cuando beso su frente apareció Liam cargando un ramo de flores. Ally lo miró sonriente pero confundida y le abrazó con un poco menos de fuerza que a su Adonis.

Que juego, hombre —le dijo. Liam besó su coronilla asintiendo y le dio el ramo a Harry antes de echarse hacia atrás y mirarlos en silencio.

De pronto, se dio cuenta que todos habían hecho un pequeño círculo a su alrededor. Varios chicos del equipo se acercaron a darle otros ramos a ella, y cuando ya no pudo sostener más, se los dejaron sobre el suelo.

Allison no entendia nada de eso, y tampoco la sonrisita que Harry llevaba en los labios. La vergüenza por ser el centro de atención se vio interrumpida cuando Harry se acercó a ella y rió bajito al verla cargar tantas flores.

—¿Que es esto, Harry?

—Son flores — dijo burlón, ella rodó los ojos — cada flor es una razón.

—¿Una razón?

No entendía nada, solo sabía que si así era, entonces habían demasiadas razones.

—Una razón de por qué estoy tan enamorado de ti, Ally.

Eran demasiadas.

La sangre se le fue del rostro. Ally se quedó en silencio por varios segundos que Harry se dispuso a quitarle los ramos de las manos y dejarlos junto a los demás. Todos estaban en silencio, mirándolos atentos.

Que escena más cliché.

—Yo se que puedo no ser el mejor chico, y que te mereces el cielo mismo, pero quiero intentar hacerte la chica mas feliz el tiempo que me dejes serlo.

¿Eso acaso era..?

—Entonces, Ally, ¿quieres ser mi novia?

Joder.

Parpadeó sorprendida.

Harry Styles. Su Harry le estaba pidiendo ser su novia. No podía creérselo, y no podía sentirse más feliz. El silencio pareció preocupar a Harry, porque vio que su sonrisa se desvanecía poco a poco. Sin embargo, ella sonrió todavía más antes de saltar sobre sus brazos y besarle los labios.

—Por supuesto que quiero.

El bullicio de las personas volvió tan pronto ella habló, y le parecio el panorama más tierno del mundo. Sus compañeros estaban feliz por el, y comenzaron a darle golpecitos de felicitaciones en el hombro. Así, se perdió entre tantas personas.

Allison se rió mientras negaba con la cabeza y se giraba hasta donde estaban sus dos mejores amigos mirándola burlones.

—Ustedes lo sabían.

—Harry nos hizo prometer que no diríamos nada —Aclaró Jess.

Sintió una brazos abrazarla por detrás y un beso en su mejilla —Ya puedo decirte cuñada, ¿eh?

Era Jake.

Se echó a reír antes de asentir, y volverse para mirar al chico que tanto le gustaba sonreír feliz mientras recibía más felicitaciones y la observaba en la distancia.

Era su novio, oficialmente, y no podía elegir nada mejor que eso.

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