Capitulo veintiuno

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Maratón 3/3

Allison y Harry no habían dejado de mirarse en toda la noche, y Anne se había dado cuenta. Estaba feliz por su hijo, Ally le parecía la chica ideal para él y sabia perfectamente que no sería capaz de lastimarlo jamás. Tenia ese sexto sentido maternal que se lo decía. Además, no había que ser un genio para darse cuenta de lo mucho que se gustaban si apenas y mantenían las manos lejos del otro.

—Entonces, ¿que es lo que quieres estudiar, Ally?

—Estoy entre psicología y fotografia — Le respondió despues d tragar.

Estaban comiendo. Jaxon y Gemma también estaban allí, y todo se sentía muy familiar para Allison. De alguna manera no necesito conocerlos de siempre para sentirse como en casa. Anne tenía ese poder de hacerte sentir cómodo.

—Harry me contó que también tienes opción para Nueva York.

—Así es — Miró unos segundos al rizado, quien le sonrió y entrelazo sus manos por debajo de la mesa — Tal vez vaya allí.

Nurva York era su sueño. Siempre lo había sido para ella, además de que sus dos mejores amigos y el amor de su vida podían ir allí también, la universidad era increíble. Le emocionaba saber que, en caso de decidirse por ella, iban a seguir todos juntos.

La cena transcurrió divertida. Hablaron un poco sobre ella y luego el tema de conversación se centro en Jaxon y Gemma. Luego de la boda venía el baile de despedida, y después tendría que decidir si ir a Nueva York o a alguna otra universidad si es que la aceptaban. Todo estaba realmente cerca y ella todavía no se había decidido por completo. No estaba segura, pero tenía una idea bastante clara.

¿Que tanta casualidad podría existir para que todo el grupo estuvieran en la misma universidad?

Le parecía inhumano, así que ambos creían que era un mensaje del destino diciéndoles que la mejor opción era aceptar ir todos juntos a una misma universidad. Sin embargo, no estaba segura de que la aceptaran. No estaba segura con ninguna otra universidad, la verdad, pero tenía que mantenerse positiva.

Lo estaban considerando. Harry estaba casi seguro de asistir allí, Liam lo haría también, y el sabía que serian los mejores del equipo de americano.  Pero no podía dejar de rogar porque Allison también asistiera. La quería ahí con el, apoyándose mutuamente y creciendo como una posible pareja.

—¿Que quieres hacer? — Harry la miró intrigado. Allison estaba sentada sobre el mueble mirando el álbum de fotos que Anne le había prestado — Con la universidad — aclaró al ver su mirada confundida.

—No lo se — se encogió de hombros, cerrando el álbum — Nueva York suena bien, pero también tengo una buena opción en Colombia.

Harry lo sabía, y aunque sonara egoísta quería que asistiera a New York. Quería estar con ella.

Él asintió antes de sentarse en silencio junto a ella. Allison lo noto extraño, su gesto era serio y algo distante, así que dejo el álbum a un lado y se acerco hasta donde él estaba para acariciar su mano con suavidad.

—¿Que ocurre?

—Nada — Harry le sonrió de lado para aparentar indiferencia, pero ella ya lo conocía muy bien y sabía que estaba mintiendo.

—Dime, se que mientes.

A Harry le gustaba que ella lo conociera tanto, pero hasta cierto punto le intimidaba ser tan transparente y facil de descifrar ante los ojos de ella.

—No tengo nada.

Pero Allison no le creía. Sin embargo, lo dejo pasar y se acerco para darle un beso corto en los labios, lo que hizo que Harry sonriera como un idiota. Le encantaba esa chica mucho más de lo que ella incluso podía imaginarse.

No quería decirle lo que le pasaba y hacer que se sintiera mal. Era un deseo bastante egoísta, pero en el fondo el solamente deseaba que ella hiciera lo que más le hiciera feliz. Él estaría muy feliz de poder compartir mucho más con ella, pero no si eso la privaba de su felicidad.

—Te quiero, Harry, y sabes que si necesitas hablar puedes hacerlo conmigo.

Se sintió el chico mas afortunado del mundo. Ella era sensacional y jamas iba a ser lo suficiente para ella, sin embargo, podía intentarlo.

—Lo sé. También te quiero.

Paso su brazo por los hombros de la castaña y dejó que ella se acurrucara sobre su pecho mientras volvía a tomar el álbum y lo abría para que los dos lo vieran.

—Mira lo tierno que eras de bebé — lo señaló.

Miro más de la cuenta sus manos. Eran preciosas. Y el esmalte rosa pastel le quedaba tan tierno que tuvo que levantar su cabeza para volver a dejarle un beso sobre los labios. Ella parecía tan frágil a sus ojos, tan delicada y perfecta.

—¿Sabias que Gemma una vez me tumbo de la silla porque no dejaba de llorar?

—¡¿Qué?!

—Y lo volvería a hacer, idiota —contestó la mencionada entrando a la sala de la mano de Jaxon.

—Entonces es por tu culpa que Harry es medio tonto — se burló Ally, ganándose una sacudida divertida de Harry —no te preocupes, así te queremos.

—La tonta aquí es Gemma, debe ser porque mamá te dejó caer de la cuna cuando tenías meses.

—¡Harry, deja de ponerme en una mala posición delante de tu novia!

Ambos se sonrojaron ante la formalidad de su relación, pero ninguno se molestó en desmentir a Anne. Jaxon observaba medio serio a Harry, pero era ese instinto protector de hermano mayor, porque el sabia que no había un mejor partido para Ally que él.

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