Una promesa en el olvido

2 1 0
                                    

Pov. Malison

Recuerdo que fue hace 4 años, cuando tenía 18 años, decidí mudarme a un departamento con mi novio Liam, para estar más cerca de la universidad, ambos asistíamos a ella, así que teníamos trabajo de medio tiempo en una cafetería para pagar el alquiler, claro que nuestros padres tambien nos apoyaban.

—¿¡Ya está lista la comida!? —grito Liam desde la sala

—Si, si, si, ya está la comida —era mi turno de hacer de comer

—¡Ya tengo hambre! —entra en el comedor con una expresión de angustia

—Si alguien no me hubiese detenido tanto, hubiera acabado más rápido
—lo miro sarcástica

—Bueno emm... Hace tiempo que no estábamos juntos, parecíamos unos completos extraños

—Ya sabes que era por los exámenes

—Pero podríamos haber estudiado juntos

—Vamos.. sabemos que si estudiamos juntos, no hubiéramos hecho nada, ni tu, ni yo

—Bueno.. admito que tienes razón jaja

—Ya siéntate ¿No que tienes mucha hambre?

—Si, la tengo jajaja

—Entonces, ya siéntate

Seguimos hablando, empezamos a hacer todos los deberes, yo barría y el lavaba los trastes, solo que mi tarea se vio interrumpida por alguien que se le ocurrió jugar con el agua

—¡Oye! ¡El agua no se desperdicia! —le doy un golpesíto en el hombro jugando

—Se me escapó —silva mirando hacia arriba

—Claro, se te escapó... —levanto la toalla con la que nos secamos las manos y lo golpeo con ella

—¡Hey! Eso es jugar sucio

—¿Eso que tiene de injusto? ¡Ah!
—nuevamente me moja y está vez con más cantidad

—Okey... Ya me hiciste enfadar.. ¡Toma! —lo golpeo nuevamente pero con más fuerza

—¡Malisooon! —corre hacia mi con un trapo con el que limpiamos la mesa

—Tu te lo buscaste jajajaja —me pongo en posición de guardia

—Esta bien, lo hice, pero tú seguiste con mi juego, así que no digas que no te lo advertí

—Mira que miedo tengo —hago una expresión sarcástica

Corre hacia mi y empieza a querer darme con el trapo, ambos recibimos golpes y al final entre risas volvemos a los deberes.
Después de hacerlos, Liam me invita a un parque cercano, nos sentamos en pasto y miramos como se divierten unos niños.

—Oye Malison.. —mira hacia abajo con una expresión de ternura y con una mirada llena de amor

—Dime

—Me gustaría que hiciéramos una promesa

—¿Una promesa? —lo miro confusa

—Si —volteo hacia mi —me gustaría que ambos nos prometieramos que siempre vamos a estar el uno para el otro, que siempre estaremos juntos, sin importar el obstáculo que venga

—Pero si siempre lo hemos hecho ¿no? Sabes que te amo Liam

—Ya lo sé y también te amo pero me gustaría que fuera nuestro juramento

—Esta bien, está bien... Te lo prometo mi amor

—Asi será entonces cielo

Cómo en los cuentos de hadas, el después de decir eso, miró hacia mis labios y me beso. Disfrute de sus besos mientras pasaba el día, hasta que nos toco volver al departamento.

Cuando las mascaras se caenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora