¡Segundo concurso de la página Diamond no ace yaoi Traducciones por diversión!
¡No te pierdas las grandes participaciones de este concurso!
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Todos los créditos de la creación de este fic le pertenecen a: LanieZila
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Era 22 de Diciembre un día de descanso, uno cercano a la víspera de navidad. El último día sin esperanza.
Nishino se encontraba en su casa, aquel día frío no le dio motivos para salir. La noche por su parte le dejó un firmamento decorado para admirar desde su ventana.
La chica llevaba ya medio año en Seidou, una escuela con un respetable equipo de béisbol. Ella no era una devota sobresaliente del deporte, sin embargo tenía algunos compañeros de su clase que vivían por él.
Ella revolvió su chocolate con una sonrisa. Ya tenía curiosidad por los compañeros que estaba conociendo.
Aquel equipo de individuos tan característicos se encontraba dividido a entre los varios grupos de la escuela. Incontables oportunidades para conocer a los amantes del rey de los deportes. Precisamente en el grupo 1-C, donde estudiaba la azabache, estaba él: Sawamura Eijun.
Quienes iban a los partidos hablaban de lo brillante que era la presencia del pitcher, las chicas lo conocían gracias a su gusto por los mangas shojo. Unos meses habían bastado para notarlo, no, solo unos minutos eran necesarios en realidad.
El castaño era ruidoso pero cuando estabas cerca de él, ciertamente no era algo molesto. Le gustaba sonreír, animar a todos así como también que lo alagaran. Nishino, como muchos otros, comenzó a mirarlo. Dentro y fuera del campo Sawamura era luminoso, distinto.
La chica miró el cielo mientras bebía, simulaba el estadio de béisbol. Había aficionados muy concentrados, otros muy ruidosos, había de ambos lados, había también porristas; todo dispuesto para vibrar tras cada lanzamiento.
Por un instante casi escuchó la voz del castaño. Era como el oxígeno, en el campo llegaba al corazón y en el salón llegaba a tocar lo profundo de una persona.
Nishino se recargó en su silla, pensando, solo habían sido dos torneos pero sentía que no hacía suficiente por su compañero, por Sawamura. Durante aquel temprano invierno lo decidió; no podía ser manager pero haría algo más.
La azabache no era una chica especialmente tímida, sin embargo ser animadora requería más esfuerzo del que otros pudieran pensar.
"¿Animadora?" Su mejor amiga no cupo en asombro cuando leyó el mensaje de Nishino. Todavía faltaba para volver a la escuela pero necesitaba más opiniones, en especial fuera de su familia.
"Sí, de esa manera podré animar a Sawamura-kun con todas mis fuerzas"
"Claro, ya decía yo que era mucho amor al equipo del cual no sabes suficiente"
