Díez.

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Harry tenía la mirada fija en el camino, de vez en cuando miraba el mapa que el Waze la proporcionaba, la hermosa melodía de fools gold sonaba de fondo, yo tarareaba partes de la canción, mientras miraba por la ventana y de vez en cuando miraba al hombre que estaba conduciendo.
Saliendo del jardín botánico Marco, Caroline y Bella tomaron la desicion de dejarnos solos, con excusas completamente tontas, Harry pareció no darse cuenta de lo estúpidas que eran las razones que los tres nos daban para irse, por lo que yo lo deje ser y no me opuse.
Harry puso su mano libre en mi rodilla, y me miró mientras sonreía, estábamos volviendo a casa después de haber visitado dos de mis lugares favoritos; un mirador a las afueras de la ciudad y un lindo estadero campestre en medio de la autopista que conducía a las afueras de la ciudad. En ambos lugares Harry se encargó de tomar suficientes fotos de mi distraída y selfies de los dos como para llenar un álbum con solo la salida de hoy. En el estadero cenamos en medio de risas e historias. Me encontré a mi misma disfrutando del brillo que había en los ojos del hombre que frente a mí contaba un sinfín de recuerdos de cuando estaba en one direction.
El parecía saber de memoria el camino de regreso a casa, la canción cambio por una de dua lipa y el subió el volumen y comenzó a marcar el ritmo de la canción con sus dedos contra el volante.
Estaba disfrutando ésto, la paz que me recorría cada que lo escuchaba cantar o lanzar comentarios divertidos sobre lo que encontrábamos en la carretera.

- ¿estás cansada? - me preguntó y yo asentí - ¿Mañana tienes clase también? - volvió a preguntar mientras me regalaba una mirada rápida para volver a centrar su atención en la carretera.

- si y si - le respondí ambas preguntas mientras me acurrucaba en el asiento.

- ¿no puedes faltar?- cuestionó, yo abrí la boca para responder pero él me interrumpió - te tengo una sorpresa para mañana - aprovechó que habíamos cogido un semáforo en rojo para mirarme, en sus ojos podía ver el nerviosismo y yo pensé que tal vez, era buena idea faltar y pedirle a las muchachas que me desatrasaran de la única clase que teníamos en la tarde.
El semáforo volvió a cambiar a verde y él arrancó esperando mi respuesta.

- está bien Harry - le dije y el sonrió.
***

Al llegar al apartamento no había rastro de mi hermano, deje mis cosas encima de la silla de mi escritorio y me metí corriendo al baño, escuché como Harry movía cosas en la habitación y luego el sonido del televisor. Al salir mire la hora, 10:45pm sabía que no estaba tan tarde pero aún así mi cuerpo me pedía acurrucarme entre las sábanas y dormír.
Tomé una pijama de mi closet y fui a cambiarme a la habitación de mi Madre,dejando que Harry libremente se preparara para dormir en mi habitación.
Volví y lo mire dentro de las sábanas esperando por mi con el control en la mano buscando algo en Netflix, en el carro cuando veniamos quedamos en que empezaríamos juntos una serie en cuanto llegáramos a casa.

- ¿ya decidiste que vamos a ver? - le pregunté mientras me metia bajo las sábanas a su lado y el niega.

- ¿que tal Grey's anatomy? - me miro y yo le regale una sonrisa mientras asiento. - perfecto - le puso play a la serie y se acomodó mejor en su lado de la cama.
***
Harry

El molesto sonido de una alarma hace que salga de la comodidad de mi sueño solo para querer apagarla, estiró mi brazo buscando el celular que está haciendo ruido pero no tengo éxito, Kathe quien se encontraba dormida en mi pecho se acurrucó más contra mi cuerpo mientras murmuraba algo que no logré entender. Vuelvo a intentar buscar el aparato que estaba haciendo tal bullicio y está vez lo logro.

- mierda Katherine, son las 6, debemos estar listos en cuarenta minutos - le dije, ella levanto la cabeza de mi pecho y me miró.
Anoche mientras veíamos la serie, hablamos sobre la sorpresa que yo había preparado y luego Katherine me utilizó como almohada mientras veía la televisión y hacía pequeñas anotaciones sobre las escenas que veíamos. Ella se volvió a acomodar en mi pecho, luego pareció darse cuenta de lo tarde que era e hizo una cuenta con sus dedos aún sobre mí.

- Harry, estamos tarde - me dijo mientras se levantaba de la cama y yo reí.

- es lo que te trate de decir hace un momento - le dije divertido, ella abrió su closet y se dedicó a sacar la ropa que usaría.

- iré a organizarme al cuarto de mi Madre - salió de la habitación.

Sin esperar mucho me dirigí al baño de la habitación y empecé a alistarme.
Minutos después, gracias a Dios luego de que yo me duchara y me pusiera la ropa, Kathe entro a la habitación, y de nuevo pude ver la bonita ropa interior que vestía, junto con un leggings negro y unas zapatillas Nike blancas.
Decidí darle su espacio y me metí al baño para afeitarme y cepillarme los dientes.

- Harry, está camiseta - llamo mi atención y la miré, estaba frente a mí aún sin camisa, mostrando el bonito brasier negro que vestia. Puso sobre su torso una camiseta azul de Adidas - o está - quitó la camiseta azul y puso una camiseta corta de un rosa muy bonito, me miró esperando mi respuesta y yo señalé la camiseta rosa.
Ella sonrió y se miró en el espejo mientras terminaba de organizar su ropa.

- lindo bra, cariño - le digo cuando yo ya terminé de organizarme y ella está apunto de empezar a lavarse los dientes.

- gracias Harry - me responde como si nada y yo puedo jurar que esta chica es increíble.

Minutos después estaba sentado en la cama mirándola armar un pequeño bolso pues nos quedaríamos a dormir en el lugar al que vamos, la había obligado a meter en ese mismo bolso mi cambio de ropa, desodorante y loción, por lo que ahora tiene una expresión de molestia al ver que el bolso no cierra por la cantidad de cosas que llevamos.
Le ayudo ejerciendo más presión hasta que el cierre cede y el bolso queda completamente cerrado, me levanto colgandolo en mi hombro y le hago una seña a la morena para que salgamos.

- te ves extremadamente lindo con el bolso de lentejuelas rosita - escuchó como se burla y la miro sonriendo mientras salimos del apartamento.

- deberías prestarmelo más seguido- le digo y ella ríe.

El ascensor nos deja en el parqueadero subterráneo y dejo que ella camine frente a mí hacia el carro, nos espera un viaje de tres horas por lo que me doy el tiempo de prepararme psicológicamente para conducir tanto tiempo con Katherine al lado, que es tan inquieta cuando se lo propone.

- señorita, su carroza la estaba esperando - le digo mientras abro la puerta del copiloto para que entrara al auto y ella me sonríe. Me apresuro en entrar también en el asiento del piloto.

- será un gran viaje - Katherine me mira divertida mientras salimos del parqueadero del edificio donde vive la morena.

En el camino nos detenemos a comprar unas cuantas cosas para comer, que en realidad no fueron unas cuantas, Kathe parecía una niña pidiéndome cuánta chuchería se le apetecia y terminamos comprando un poco más de lo que estimabamos.

Ahora estoy conduciendo mientras Kathe canta una canción en español, demasiado dedicada utilizando el envase del jugo de naranja que estaba tomando como micrófono, le doy breves miradas aún manteniendo mi atención en la carretera, Waze en mi celular me indica que aún falta hora y media para llegar a la cabaña que el hermano de Caroline me ayudó a conseguir.
Me encuentro a mí mismo disfrutando de escuchar a la chica que tengo al lado mientras canta canciones que no entiendo, incluso disfrutando del temor que siento a perderme intentando llegar a nuestro destino. Me encuentro disfrutando esta locura que se me ocurrió en el afán de sentirme vivo nuevamente, y siento la alegría golpearme al darme cuenta que en poco menos de dos días  Katherine había provocado en mí sentimientos que hacía mucho no tenía.

Unexpected | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora