Doce

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Katherine.

Los rayos del sol hacen que me despierte de golpe, miro a mi al rededor y veo a Harry durmiendo a mí lado con sus piernas enredadas en las mías mientras qué uno de sus brazos me mantiene pegada a él.
La noche anterior bebimos la botella completa de champagne,en medio de bromas e historias,el chico de cabello rizado y yo nos confiamos mutuamente los malos amores y las experiencias traumáticas.

Debo aceptar que escuchar la parte verídica de todas las historias me llenó de calma, Harry escuchó atentamente mi historia con el tan famoso innombrable odiado por mis amigas y mi hermano, llegamos a la conclusión de que ambos estábamos lo suficientemente hartos de los amores fallidos como para no querer más decepciones.

- buenos días corazón- escucho la voz ronca del rizado y sonrió.

- buenos días - respondo tranquila y el se acurruca más contra mí.

- no quiero irme, quiero quedarme aquí así - me dice, y yo simplemente miro el cielo a través de la burbuja, es perfecto, todo es infinitamente perfecto.

- a qué hora debemos entregarla? - le pregunté sin querer salir de la comodidad, pero el pareció darse cuenta de algo y se levantó corriendo de la cama.

- a las 11am - me respondió y miro la hora en su celular - y son las 10:30am - soltó un suspiro con pesadez y me tendió la mano para que me levantará yo también.

- gracias - murmuré, sabía que él había alquilado hasta temprano hoy por qué debía ir a clases en la tarde, esperando claro que él tráfico en carretera estuviese bien para llegar al apartamento por mis cosas y salir para la universidad.

No había sentido las consecuencias de haberme alcoholizado la noche anterior hasta que estuve completamente de pie frente al ojiverde, todo me dió vueltas y la garganta se me secó, Harry pareció darse cuenta y se rió.

- como puedes no tener ni un poquito de resaca? - le pregunto y el se encoge de hombros aún sonriendo.

- llevo mucho conviviendo con la bebida - me dice y yo niego, él deja un par de billetes encima de una mesita y me mira de nuevo - hora de tomar nuestras cosas y volver a casa - asentí y lo seguí dentro de la cabaña para recoger lo que habiamos dejado en la habitación.
El día estaba frío, Harry se cambió la ropa que uso para dormir por la ropa que tenía puesta ayer cuando llegamos, y yo me encerré en el baño para ponerme el conjunto deportivo que había traído como cambio de ropa, rapte el hoodie de Harry en cuanto salí para refugiarme del aire frío.

En cuanto Harry me vio salir de la habitación buscando el bolso que llevábamos, su sonrisa amenazaba con partirle la cara en dos y me mostró el bolso en su mano.
- ¿guardaste todo? - el asintió, por mi parte quise devolverme a mirar que no quedará nada nuestro en la cabaña, Harry se limito a rodar los ojos y regalarme una mirada incrédula.

- ¿ves? No deje nada por fuera,ya nos podemos ir - el rizado me miró impaciente y ambos salimos de la cabaña para meternos en el carro.

Harry arranco, no sin antes entregarme una tarjeta para salir del conjunto que debíamos entregar justo al salir junto con el pago de nuestra estadía, el ojiverde casi se ofendió cuando yo rebusque en el bolso hasta sacar mi cartera y preguntarle por el valor que debíamos pagar, me miró con el ceño fruncido y negó levemente con la cabeza en mi dirección. Él se tomó la molestia de estacionar el carro en frente de lo que parecía la recepción, bajar y adentrarse para pagar, y advertirme expresamente que si me atrevía a seguirle los pasos se enfadaría conmigo.

Media hora después Harry estaba cantando un rap de su lista de reproducción mientras que yo lo miraba, los efectos de la resaca brillaban en mi haciéndome sentir mareada y desubicada, Harry me ordenó dormir mientras llegábamos a la ciudad, pero sus órdenes se ven imposibles en el momento en el que cierro los ojos y el mundo parece perder su eje, provocándome náuseas.

Unexpected | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora