Fragmento n. 6

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“Oye, despierta”. Una voz lo despertó. Kongpop movió su cabeza y se encontró a P’Niran mirándolo inexpresivo y con sus manos sobre su cadera.

“Ooh… Phi… estuve despierto hasta las cuatro de la madrugada” Dijo lastimosamente, le dio la espalda a P’Niran y se escondió en la sabana.

“Despierta” Su Phi le sigue mandando con una voz severa. Le quita la sabana de encima y lo levanta dejándolo en una posición para sentarse.

“Ooh… ten piedad, por favor” Kongpop sabia que no podía derrotar a P’Niran, pero al menos lo intentó. Miró al reloj al lado de su cama, marcaba las seis de la mañana. “¡Mierda, Phi! ¡Aún es muy temprano!” Se queja y pero P’Niran solo roda los ojos.

“Tenemos muchas cosas que hacer. No es mi culpa que te durmieras tan tarde. Otra vez” Él mayor replicó. Kongpop solo pudo desplomarse, dando gritos de resignación.

Entonces P’Niran lo sacó de la cama, le ordenó a tomar una ducha rápida, comer su desayuno y luego lo arrastró al carro.
… ¿Acaso este hombre es su manager o el tecladista de la banda? Parece una mamá gallina.

Tenía tanto sueño… primero ellos tenía una reunión. A las malditas ocho de la mañana. Por la mierda.

Cabeceó durante la reunión, sin importarle sus alrededores y el resultado de esto. No hasta que alguien lo llamó y P’Niran, al lado de él, le dio un empujoncito para despertarlo.

“¿Huh? ¿Qué?” Dijo casi incoherentemente. Deberían dejarlo dormir. ¡Maldición!

“Estamos listos para que Scarlet Moon lance su primer álbum”. Uno de los productores, el cual Kongpop no recuerda su nombre, dijo.

“Huh. ¿Estás seguro de querer confiar en nosotros?” Kongpop bostezo. Se quejó de dolor cuando P’Niran le dio otro codazo.

Curiosamente, el productor sonrió. “¿Así que no tienes ninguna confianza en realizar un álbum de calidad?”

Kongpop entrecerró los ojos, reflexionando si debería aceptar el reto o no. Se encogió de hombros.

“Claro que la tengo. ¿Y usted mismo tiene la confianza que podría promocionarnos lo mejor que pueda? No quiero no estar listo para eso”. Sonrió de vuelta.

“Haz tu trabajo y yo haré el mío”.

“Trato”.
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Estaba acurrucado en su escritorio, a su izquierda había un teclado, a su derecha una guitarra y hojas de música regadas enfrente de él, cuando una mano le golpeó su cabeza.

“¡Ow!” Se acarició su cabeza y la alzó para enfrentarse a P’Niran con sus manos sobre su cadera. “¡Phi! ¡No puedes pegarme así! ¿Qué tal si me IQ se baja por eso?” Apuntó a P’Niran.

“Bastardo adicto al trabajo, ¿haz ido ya a la cama?” Él mayor preguntó. Kongpop solo obstinadamente hizo un puchero con sus labios.

“Dormir no es la gran cosas para el ser humano”. Respondió inteligentemente y su cabeza fue golpeada otra vez. “¡Ow, Phi!”

“Pequeña mierda, no puedes sobrevivir de esto” Su Phi jaló su cabeza para mostrarle bastantes botellas vacías sobre la mesa. Entonces su Phi lo quitó de su asiento.

“¡Nooooo… Phi! ¡Mi leche rosa! Solo queda un poco… solo un poquito…” Kongpop gimió y estiró su brazo hacia la mesa mientras P’Niran lo seguía empujando hacia su cama.

“¡Tu leche rosa, mi trasero! Si te dejo volver a sentarte ¡estarás ahí hasta mañana y entonces estarás despierto tres días seguido! ¡Duerme!"

El sueño que te envió a míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora