FLEUR FANÉE

capítulo 4

Intento recuperar el aire  y me siento un poco mareada al levantarme así de rápido, veo que Nimer está abrazándome y mi furia aumenta a nivel Dios.

— Oye bonita, ¿estás bien?. — pregunta el muy perro.

— Arschloch ( Estúpido ), ¿Qué mierda te pasa?. — espetó furiosa intentando zafarme pero como es de esperarse me es imposible.

— Tranquila guapa, fue un accidente, vale lo siento me pase.

— ¿ahora si te das cuanta?¿Que putas te pasa por la cabeza?.— mi cabeza está por estallar.

— En estos momento… — hace una pausa y se acerca a mi oído.— en lo perfecto que te queda el color rojo en el encaje de esas bragas. — y yo me quedo horrorizada.

— Eres un Schwein ( Cerdo).

siento mis mejillas arder el triple al poner la vista al frente y notar al menor de los hermanos Eloy viéndome fijamente, no puedo creer que se este fijando en mi por primera vez cuando estoy en los brazos de su hermano y menos aún cuando todos aquí han visto mi pobre culito.

— Lo siento, enserio no fue mi intención que cayeras aunque no me quejo de tener tu culo expuesto.— me guiña un ojos que son un poco más oscuros que los de su hermano. Comienzo a golpear sus pectorales y darle algunos arañazos hasta que por fin me libera.

— Vamos a casa ¿quiere?, estoy muy avergonzada de todo esto. — pido tapando mi cara con ambas manos.

— Bien. — toma mi mano y la lleva a su boca depositando un beso en mis nudillos. siempre tenemos esa costumbre aunque nos confunden con novios solo somos buenos amigos. — aunque no tienes porque avergonzarte, tienes un cuerpo que es arte.

— ¡Oh! Cierra la boca ¿quieres?.— demando Comenzando a caminar hacia su auto. — deja de actuar como estúpido que esta me las vas a pagar.

Al estacionar frente al apartamento soy la primera en salir del auto aun con la sangre hirviendo, estoy muy enojada con este imbécil aunque se que solo fue una broma, es más cuestión de orgullo.

Cada que huyó el me alcanza y esta vez no es la excepción cuando escucho sus pasos ya es demasiado tarde para correr y me toma del brazo pegándome a él.

— Vamos bonita, no puedes ignorarme todo el tiempo.

— ¡Oh! claro que puedo.

— ¿Como puedo hacer para que me perdones?.— pregunta con voz suave.

— No lo sé, pero piensa en algo bueno porque le mostraste mi trasero a todos.

— Bien, tengo una idea. — dice cogiéndome las manos. — te compro helado de dulce de leche y vemos una película el jueves ¿Qué te parece?.

— Mmm, me parece que puedes esforzarte mejor.

— Aver…. Hay una fiesta en casa de unos amigos este sábado, ¿te gustaría venir?.

Me quedo unos segundos en silencio antes de contestar y...

— ¿Puede ir Aisha?. — pregunto.

— Claro muñeca, las dos son una sola.

— Bien, ¿ puedes pasar por mi después del trabajo el jueves?. — y eso le saca una linda sonrisa.

— Claro bonita, te estaré esperando afuera.— dice emocionado.

— Me parece perfecto. — y con eso me despido con la promesa de vernos el jueves preguntándome como tengo amigas tan lindos. Al parecer la vida no me dio la familia buena  de sangre para que yo pudiera elegir quienes serias los mejores.