Capítulo 10.

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El sonido de la puerta al cerrarse me despierta. El sonido de la lluvia intensa y el frío hacen que no quiera moverme o abrir los ojos, estoy demasiado calentita y cómoda para renunciar a ello. El clima no me sorprende, Hallstatt tiene un clima tan bipolar que un día puedes estar con el sol más radiante y deseando ir a la playa con mucho calor, pero al otro día es lluvia y truenos que te hacen no querer salir de la cama jamás.

El aire está impregnado de olor a café y perfume masculino. Trato de mover mi cuerpo para salir de la cama pero no puedo, algo pesado esta sobre mi, o mejor dicho alguien. Abro los ojos lentamente encontrándome con un pecho desnudo, bien formado y fuerte.

una barba no tan tupida adornan sus mejillas y la boca color rojo cereza semi abierta de Emanuel es lo primero que capto al verme abrazada a él. Un escalofrío recorre mi columna vertebral al sentir un aliento cálido acariciando mi nuca, veo unos brazos alrededor de mi cintura y percibo un bulto enorme rozar mis nalgas. Estoy en el medio de dos focas enormes y yo me siento como un plantón, ósea que me están haciendo mierda aplastándome. Mi vejiga está por explotar así que intento quitármelos de encima despacio.

— No te muevas Meiby, ¡Joder!. — se queja Emanuel.

— Si, quédate quieta. — apoya Nimer con la voz ronca a mi espalda. Me abraza con más fuerza y eso hace que detalle aún más al amigo de sus pantalones.Muevo mi cuerpo y trato de despegarme a Nimer que queda acostado sobre su espalda.

— Esto es muy rico y todo chicos pero…— doy un suspiro viendo a Emanuel abrir los ojos. — número uno: si hacemos un trio me romperían el culo. Y número dos: si no me muevo rápido voy a orinarme sobre ustedes.

— ¡ERES UN ASCO! — Exclama Nimer.

— Pierdes el encanto cuando hablas. — concuerda Emanuel.

— ¡Me vale verga!.— respondo.

Aisha estaba de pie frente a nosotros y suelta una carcajada, al pareces despierto súper primero que nosotros porque trae unos vaqueros negros ceñidos, botas para lluvia y una camisa de manga larga color verde. En sus manos cuatro vasos de café de Starbucks y ahora entiendo el olor.

— Los tres son un caso perdido. — arrastra la mesita de noche que quitamos para colocar las mantas y coloca los vasos. — soy un jodido ángel para ustedes porque Salí con este clima que casi me congela, vamos, dense prisa y arreglen el desastre.

Veo a los dos chicos y me acerco a Emanuel para darle un beso en la mejilla y me vuelvo hacia Nimer para hacer lo mismo. Me incorporo y extiendo mis brazos para golpearles el pecho al mismo tiempo.

— Les toca recoger todo, putitos.— me levanto y salgo corriendo al baño de mi alcoba.

— ¡Tramposa!— gritan al unísono mientras cierro la puerta con pestillo muerta en risa.

Después de una ducha relajante me coloco una camisa amarilla de manga larga y unos shorts blancos sencillos pues no pienso salir con este clima. Cuando me reúno con los chicos veo que los dos están listos y me pregunto cómo lo hacen, son súper rápidos y yo me tardó media hora en el baño solo para lavarme el cabello, soy una tortuga para estar lista por eso llego tarde a todos lados.

Mi puesto está al par de Aisha y ella me tiende el vaso con mi veneno favorito. Tomamos el café en silencio y pasamos ahí un poco más hasta que Emanuel rompe el silencio.

— Tengo hambre, ¿que vamos a preparar?

— Que Meibelyn hornee el pollo delicioso de navidad. — sugiere Aisha a lo cual acepto.

Pasada una hora y media Aisha esta preparando arroz, Nimer exprimiendo unas naranjas para jugo y Emanuel corta los vegetales. La cocina es pequeña y con cuatro personas más todavía, tengo que chequear el pollo y necesito apartar a Aisha así que la tomo de la cintura y me le pego a la espalda para poder susurrar en su oído…

— Permiso, hermosa — ejerzo presión en mi agarre y suelta un gruñido.

— Así me gustan, salvajes.

— Yo se, zorra descarada.

Emanuel se aclara la garganta y giró la cabeza para verlo por encima del hombro.

— Ok, admito que me gustan las escenas lésbicas en el porno pero… no lo quiero presenciar de mi hermana, es desagradable.

— Concuerdo con Emanuel.— habla Nimer.— a ustedes no les queda bien.
Aisha se voltea y queda a centímetros de mi, toma mi cara entre sus manos y el espacio es cada ves más nulo.

— ¿Ah si? Yo pensé que les gustaban estas cosas. — hace un puchero muy cerca de mi boca y roza nuestros labios.

— Aisha que hace…— estampa sus labios contra los míos en un movimiento salvaje que me deja sin respiración por un momento.

Correspondo al beso con la misma energía que ella porque se que es para joder a su hermano así que la atraigo más a mi y abro mi boca dejando que su lengua me invada. Colocó mi mano sobre su pecho izquierdo y comienzo a masajear por sobre su ropa mientras ella suelta un suspiro.

— ¡JODER! — escucho que exclaman, pero estoy demasiado perdida en las sensaciones de esta maldita con boca de Ángel.

Nos separamos las dos jadeantes, veo que sus labios están rojos e inflamados y se que nos mis deben verse igual.

— Esto fue violación, si me gusto pero no me gusta a la fuerza Aisha.— me cruzo de brazos.

— Perdón Meiby, es que te pones bien moral a veces. — eso nos hace reír a ambas.

Cuando veo la cara de los chicos es un poema, Emanuel esta como un tómate de rojo y Nimer esta con la boca abierta y  no nos quita los ojos de encima.

— Tengo una erección, una muy grande gracias a ustedes.— confiesa Nimer.

— Esto es pecado, ¡SE ME PARO AL VER A MI HERMANA BESAR A MI AMIGA! Me hicieron pecar malditas hijas del demonio. Voy a ir al infierno porque me gusto eso ¿pueden repetirlo?.— nos muestra sus dientes en una sonrisa inocente.

— No cariño, esto solo es por diversión. — dice su hermana.

— Que voy a hacer con esto. — Nimer sale detrás de la encimera y tiene una gran protuberancia en los pantalones. — tengo la imagen de la lengua de Aisha en la boca de Meibelyn grabada en el cerebro.

— Lo siento chicos, el espectáculo se acabó. — voy hasta el estéreo y decido poner algo de música. — ven cariño, vamos a bailar. — tomo la mano de Emanuel.

La música invade el lugar  y comenzamos a movernos al ritmo de la música que es algo dinámica, brincamos por todos lados hasta que Nimer nos interrumpió hablando.

— Aisha, ¿podríamos fumar aquí dentro?.

— Claro, solo no cerca de mi.

Nimer se une a nosotros en el salón, saca de sus cosas un rollo de yerba, lo enciende y le da dos caladas antes de pasárselo a Emanuel que repite Y lo tiende hacia mi.

Después de unas canciones en silencio la marihuana comienza a hacer efecto, me siento mucho más relajada y sin preocupaciones, es como si nada te importara. Yo pensaba que era como en las películas y la primer vez que la probé creí que vería duendes salir de todos lados o alguna pendejada por el estilo pero no es así, yo me siento en paz y sin problemas, alegre y con fuerza de seguir aunque esta vida sea una mierda. Se y tengo muy claro estoy estropeando mi cuerpo y debilitando mi salud, que podría morir a largo plazo por el consumo de drogas pero no me importa mucho, tarde o temprano vamos a morir después de todo.

— Voy al baño y después a ver a Aisha. — avisa Emanuel dejándonos solo a Nimer y a Mi en el Salón.

Una canción lenta y con un ritmo de reggae que los dos conocemos bien comienza a sonar y veo que Nimer se pone de pie y extiende su mano hacia mi.

— ¿Qué?.

— Ven, vamos a bailar un rato. — tomo su mano con algo de duda y me apega a su pecho comenzando a cantar.  — cuídame bien, que lo mío es serio.

— Quiero que estés a mi lado esta vez. — sigo la letra viéndolo directamente a los ojos del hermoso azul oscuro, tiene las pupilas dilatadas y están algo rojos que resalta más el azul.

— Voy a fumar mientras te espero… — una sonrisa radiante aparece en su rostro y se ve divino. Me abraza fuerte mientras yo contorneo mis caderas despacio.

— Voy a formar un espacio mejor. — hace un poco más de presión en su agarre y yo sonrió como boda.

En un abrir y cerrar de ojos siento sus labios contra los míos y me quedo de piedra porque no es un simple beso como los que normalmente me da, esto es la madre de los besos. Cuando quiero darme cuenta de lo que hago muevo mis labios al compás del ritmo. Me presiona más fuerte contra su pecho y yo cruzo mis brazos alrededor de su nuca atrayéndolo  más aún.

Mi subconsciente grita y exige que me detenga porque estoy haciendo todo mal pero su lengua se abre paso y al hacer contacto con la mía envía una corriente de electricidad por todo mi cuerpo que me deja sin una gota de raciocinio, atrapó su labio inferior con mis dientes y doy un tirón que lo hace soltar un gruñido. Vuelve a atacar mi boca de manera salvaje y baja su mano estrujando una de mis nalgas siguiendo con el beso, sus labios suaves y húmedos son una maravilla y no pensé que se sintieran tan bien.

No separamos por falta de aire y cuando por fin logró pensar con claridad me percato del error que acabamos de cometer. Sus labios están inflamados y tiene algo de sangre en el interior por la fuerza de mi mordida, las mejillas están algo sonrojadas y no me quiero imaginar como estará mi cara.

— Lo siento, pero quería probar lo mismo que Aisha, me ha dejado intrigado el espectáculo de antes y la verdad sabe muy bien. — dice limpiado la comisura de su boca y chupado el dedo con sangre.

Yo por mi parte no me lo creo aún, mis labios arden y siento mi cara caliente.

— Yo eh…— no puedo contestar porque Aisha se asoma en la esquina que lleva a la cocina y al vernos parados en el medio del salón arquea una ceja.

— El cronómetro ya acabo y Emanuel quiere comerse todo de una vez.— informa dando la vuelta.

— Voy en un segundo, dile a tu hermano que saque las garras de la comida. — grito viendo a Nimer aún perpleja. Quiero pasar por su lado pero toma de mi brazo deteniéndome.

— Deberías esperar un poco más, tu cara aun está roja.— siento el calor hasta en mis orejas y se que me veo patética. Suelta una risa ronca que se escucha por sobre la música. — tranquila Meiby, no es nada.

— Por poco y me tragas viva, ¿eso te parece nada?. — pregunto frunciendo el ceño y cruzando los brazos sobre mi pecho, estoy un poco más calmada y eso quita un poco de tención en el ambiente.

— Ok, no pero….

— Déjalo no importa. — tomo su mano restándole importancia a lo ocurrido, por mi parte are como que no pasó. — vamos a comer antes de que Emanuel nos deje sin nada.




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Notita:
¿Porque tenemos que complicar todo? Pues... porque si, eso apenas viene comenzando,solo podemos decir.... ta potente😗👌🏼

Besos.....

E'R y V'E.

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