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La sala de la casa de sus padres es grande, viniendo de una familia numerosa, así es como se supone que debe de ser. Su madre es la menor de siete hermanos y su padre el mayor de cinco, así que, Jungkook siempre fue un niño que recibió muchos regalos en navidad de parte de sus diez tíos. Creció rodeado de sus primos, sin embargo, ninguno de esos niños le entretenía tanto y le hacía tan feliz como Kim Taehyung, el nieto de los ancianos que eran sus vecinos y a quien solo veía en las vacaciones de verano y en las de invierno.

Taehyung siempre fue un niño completamente extrovertido, así que una tarde de verano lo invitó a mojarse con una manguera en el jardín de sus abuelos. Jungkook tenía sólo seis años y el mayor ocho, pero la diferencia nunca había sido un problema. Adoraba a Taehyung con todo su corazón y vivía contando los días en el calendario para volver a verlo.

Jungkook puede arrepentirse de muchas cosas en su vida, pero nunca de decidir incluir a Taehyung en ella, porque después de veinte años de conocerlo, aún lo tiene allí, sentado en la sala rodeado de su enorme familia, siendo como siempre, el centro de atención.

-Les juro que nunca había corrido tanto en mi vida, demonios, iba como un loco corriendo tras el chico que me dejó esa pizza. -dice el rubio, riendo.

Las personas a su alrededor se ríen también al escucharlo. Uno de los hijos más pequeños de algún primo de Jungkook se acerca a Taehyung y tira de su pantalón. Taehyung le sonríe y se inclina a su altura, escuchando, después lo carga en brazos.

-Taecito, mi papá dice que eres doctor.

El mayor le sonríe mientras asiente. -Así es, pequeñín.

Aquello da tema a que Taehyung cuente sus heroicas hazañas en el hospital de Seúl salvando vidas. Jungkook sonríe mientras lo mira completamente rodeado de toda su familia. Hace un buen tiempo que no tenía a su amigo así, en medio de la gente que ama, toda su familia reunida, en un día tan importante para él.

La cena para formalizar su compromiso.

Todos los presentes allí saben que Jungkook va a casarse con una hermosa mujer extranjera que conoció en un viaje hace un año. La cena es meramente una formalidad y aunque a él le hubiese gustado que la familia de su futura esposa estuviera presente, es imposible debido a que todos residen en otro país. Esa noche, Jungkook siente que las manos le sudan un poco, está nervioso y casi da un brinco cuando el móvil suena en su bolsillo. Los nervios le hacen meter la mano en la bolsa izquierda del pantalón, entonces siente el anillo y recuerda que su celular está en la bolsa derecha.

Habla apenas descuelga. -Hola, bonita, ¿cómo vas?

-H-hola, Gukkie... Yo... -titubea un poco. -Yo lo siento, lo siento mucho.

-Oh, ¿es por la tardanza? No te preocupes, Tae tiene entretenida a toda la familia, ya sabes como es. -responde, riendo ligeramente.

Del otro lado de la línea escucha silencio. Jungkook siente que su corazón comienza a latir más rápido y ese nerviosismo sólo va en aumento cuando comienzan los sollozos.

-Jungkook... No sabes como lamento estar haciendo esto. P-pero... Pero no puedo seguir mintiendome. Y-yo... Yo no voy a llegar.

El corazón casi se le detiene.

-¿Qué tu qué? -pregunta, incrédulo.

Hay más sollozos tras la línea. -N-no puedo casarme contigo, Jungkook. No voy... Yo no voy a hacerlo.

Se queda mirando el lugar. La casa elegantemente limpia, todos los presentes allí, el anillo en su bolsillo, su traje impecable, sus familiares sonrientes, las cena lista y todos los preparativos para esa noche.

Plantado [KV] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora