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Taehyung no se encontró con Jungkook hasta una semana después, tal vez, la realidad es que la cuenta de los días era en lo que menos pensaba.

Siempre fue un empleado ejemplar y tenía un buen rato que no pedía vacaciones, así que, obtenerlas no fue difícil. No era la gran cosa, Taehyung solo quería una semana, dos cuando mucho, en lo que se ubicaba un poco, porque en verdad que no tenía ganas de pensar.

El encuentro con Jungkook fue una tarde de lluvia, estaba algo cansado, vestía aún el pijama azul oscuro que usaba en casa, y seguramente su cabello estaba hecho un desastre. Había bajado para sacar unos papeles de su portafolio que había quedado olvidado en el auto, y entonces, él estaba allí.

Jungkook estaba guapísimo en sus habituales vestimentas de color negro. Lucía joven, pero algo inquieto y sin calma cuando sus ojos se miraron. Taehyung no intentó evadirlo, porque no es esa clase de persona, así que, con lentitud se acercó a él, ambos bajo un paraguas.

—¿Cómo estás? —Fue lo primero que el menor le dijo.

Taehyung le sonrió y se aferró a su paraguas mientras le decía que se encontraba bien, Jungkook le respondió lo mismo, y ambos se sonrieron un poco, pero el decir que estaban bien y la sonrisa, eran mentiras y lo sabían.

El menor estaba callado, pero tenía esa mirada que Taehyung le había visto poner cuando estaba pensando muchas cosas y no encontraba la manera de expresarlas. Francamente, Jungkook parecía perdido, y ciertamente, se sentía así al no encontrar como decirle a Taehyung... Que no le estaba mintiendo.

—Me he pedido vacaciones en el trabajo, pero... Tal vez vuelva a casa, hay una cede allá, puedo solicitar el cambio. P-pensé que querrías saberlo. —dijo, rompiendo el silencio.

El rostro de asombro y pena de Jungkook fue tan obvio que Taehyung no lo apartó cuando se acercó a él y lo envolvió en sus brazos. El paraguas del menor cayó al suelo y su espalda se mojó un poco al no ser cubierta completamente por el otro paraguas, pero no le importaba en esos momentos.

Jungkook lo abrazó como nunca y aferrándose a él le pidió en voz bajita algo que jamás pensó que iba a tener que hacer: que por favor se quedara. Cuando tomó el rostro del mayor entre sus manos y vio la firmeza en sus ojos, quizás le lloró un poquito, porque de alguna manera, siempre pensó que Taehyung iba a estar para él.

Taehyung le acarició el cabello y le dijo que su amistad no iría a ninguna parte, pero ambos sabían que era una mentira. Por ello, dejó que el menor le diera un beso en la frente que le supo a despedida sin palabras, y Jungkook no le insistió más por su presencia, porque francamente, nunca había llevado bien el rechazo, mucho menos el del hombre a quien amaba y con quien quería envejecer.

Y Jungkook lo dejó ir sin decirle mucho, pero le costó una parte de sí mismo soltarle la mano.

▪️▪️▪️

Su casa es silenciosa, porque su familia no es ni de cerca igual de grande que la de Jungkook. Es hijo único, es por eso que cuando Taehyung conoció a Jungkook, encontró en él a un hermano. Desde que era un niño había amado tenerlo a su lado, pero a medida que crecía, se dio cuenta de que lo suyo era completamente diferente.

Tal vez fue cuando, alguna tarde mientras veían películas sentados sobre la cama de Jungkook, Taehyung había sentido que su amigo lo veía demasiado. Miró a Jungkook y le preguntó qué tanto le veía, a lo que el menor respondió de inmediato.

"Estaba pensando que eres muy guapo. En realidad creo que pocas veces pienso en la belleza de un chico, ya sabes, como que siempre miro a las mujeres, pero si te veo bien, tienes facciones muy lindas. Me gustan tus lunares, también la curva de tu nariz. ¿Haz pensando que tienes un rostro muy simétrico?"

Plantado [KV] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora