🌵Sparta🌵

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No me gusta estar triste. No creo que a nadie le guste estar triste. "Entonces, para que vas al cementerio", me reprocha mi abuelita. Ella está espantada con esas extravagancias mías, según dice. Pero el cementerio no es lo que me das tristeza. No digo que haya alegría, pero allí encuentro a belleza de la quietud y de esa majestuosidad con la cual las personas expresan lo que consideran sagrado.

Quizá sí fuera otro cementerio, no iría, pero el de Colón, situado centro de La Habana, es un lugar impresionante con sus esculturas de ángeles y vírgenes, algunas de mármol blanco, otras de mármol negro. Es tan extraordinario que se ha declarado patrimonio de nuestra cultura y yo he visto a turistas paseando por sus calles y tomando fotos... No sé si todos los turistas sabrán apreciar lo que se llevan en sus cámaras, pero eso no es importante. De seguro las gentes van allí a recordar a los que ya no están, ofreciéndoles flores, sienten la grandeza y la humildad que se mezclan en todas esas obras de arte.

La verdades que cuando yo voy, no me siento triste.

Pero esta mañana fue diferente. Me encontré al muchacho del sombrero. Es a imagen más desolada que guardo en mi memoria.

No me gusta estar triste, no. Pero tampoco hay que huirle a la tristeza. Desde pequeño pienso que para un gran artista no puede sentirse sólo felicidad porque, entonces, no sería capa de captar la vida real en mi obra. Bueno ya sé que todavía no tengo obra, pero la tendré. "Las musarañas te están llenando esa cabeza dura" , insiste  mi abuela. Y me hace reír. Mi abuelita siempre me hace reír. Para ella, las cosas son mucho más simples. Son, y ya está y se resume así, como vienen. Y al mal tiempo, buena cara, que es su refrán preferido.

Cómo definir la tristeza. No lo sé. Es muy difícil hacer una definición de algo. Para mí, la tristeza es gris y casi no se mueve como ese mar de anochecer en los días de calma.

<<lα мαɢια del αмor>>[ѕpαrтor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora