🍁Raptor🪁

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Me despierto asustado. He dormido de un golpe.

La cama de mi abuelo, vacía, me ha traído otra vez el recuerdo de su ausencia.

Nunca pensé en esta posibilidad. Es tan injusto. Abuelo, si pudieras oírme... Te necesito tanto. Busco con la mirada todas sus cosas… ¿Y el sombrero? ¿Dónde está el sombrero? ¿Y la capa?

Me levanto y corro hacia el escaparate. Ni una sola ropa de mi abuelo.

Salgo como un rayo hasta el cuarto de mi madre. Parece dormida. No está la ropa en su armario. Voy a la habitación de mi abuela. También duerme. Busco en las gavetas. No hay nada.

Revuelvo la casa por todas partes. En el cuarto de atrás, lleno de cosas viejas, tampoco encuentro.

—¿Dónde lo esconsdite?—despierto a mamá, bruscamente

—¿No te entiendo, Ari?—me responde, haciéndose la inocente. La delató que me llama por mi nombre y no por mi apodo como acostumbraba

—Las cosas de mi abuelo no están en su lugar. ¿Qué hiciste con ellas? ¡¿Piensan que se puede desaparecer así como así?!—estoy fuera de mi. Nunca le había levantado la voz a mi madre.

—No lo hemos escondido, Ari. Soló intentamos mitigar tu pena—escucho a mi abuela detrás de mí, pero con más furia me vuelvo hacia ella

—Claro tenía que eras su cómplice, abuela—le digo casi a gritos—¿Creen que escondiendo su ropa pueden borrarlo de mi cabeza? ¿Como se les ocurre que me olvide de él porque no estén todas sus cosas en el lugar de siempre?¡Claro, para ti fue muy fácil! ¡Hace mucho tiempo que no lo querías!

—Ari, ¿cómo puedes tratar así a tu abuela?—gritando me lo dijo mi madre

De pronto sentí mucha vergüenza. Voy a irme, pero me detiene la voz de mi abuela.

—No tiene importancia lo que digas, hijo. Sólo yo tengo la medida de mi tristeza. Y ahora sé, que no haberlo perdonado es un castigo.

El final de la frase fue un susurro, mientras se alejaba asía su habitación.

Escapó de la casa. Salgo a caminar sin rumbo. Me siento mal por lo que dije, pero de todos modos estoy rabioso./raptor es un perro, ahrE-/¿Cómo se atreven a tocar sus cosas?

Sin darme cuenta he llegado. No puedo evitarlo. Me dirijo a la tumba de mi abuelo y conversó con él, como si estuviera a mi lado. No van a lograr que te olvide, abuelo. No van a separarnos. Yo encontraré tus cosas y las pondré donde siempre. En nuestro cuarto, donde nadie más tiene que entrar. Me gustaría tanto hablarte. Ahora que no estás, me vienen a la mente los cuentos que me hiciste de tu niñez y que, en parte, he olvidado, quizá porque no te prestaba demasiada atención, porque aveces me cansaba de tus recuerdos y ahora quisiera tenerlos grabados en la memoria, como en un libro. ¿Te acuerdas cuando leímos "Los tres mosqueteros" juntos? Yo quería ser D'Artagnan y a ti te gustaba Athos.

Estoy frente al panteón familiar. Increíble que aquí me sienta mejor que en otro lugar.

No sé por qué las personas nos aferramos tanto a la idea del cuerpo. Vengo al lugar donde sé que está guardado tu cuerpo. Pero tú no estás ahí. Tú estás en otro lugar, no sé cuál, pero en alguno que no es ese agujero congelado y negro.

Un hombre viejo está barriendo las hojas secas de los árboles. ¿Cuántas veces tú y yo hicimos eso mismo en el patio de la casa?

Recuerdo:
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—Una buena limpieza siempre es necesaria—me dijiste un día, no hace mucho—. No hay nada como cuidar el jardín, hacerlo florecer y limpiarlo. También hay que limpiar el alma.

Eso de él alma fue mirando hacia la abuela, que arrancaba limones de la mata.

Ya teníamos hecha una gran montaña de ojas secas.

—Eso estas diciéndolo por lo que te pasó con la abuela. ¿Quién tiene que limpiarse el alma, tú o ella?

Me miraste y no hubo respuesta. Encendiste la hoguera.

—Un fuego que no supe apagar me apartó de tu abuela—respondiste en voz baja, casi para ti mismo.

Te miré sin entender bien.

—¿Que tiene que ver el fuego con la abuela?

—El fuego es hermoso—dijiste, contemplado la hoguera cada vez más viva—. Pero hay fuegos que arrasan con todo, con lo bueno y con lo malo. Hay que aprender a cuidar el fuego bueno y ser capaz de apartarse del otro, del que aún siendo lindo, destruye promesas y sueños.—
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No te comprendí muy bien aquel día—te gustaban los enigmas como a la serpiente de "El principito"—, pero sentí que tu amor por la abuela era algo muy especial.

Me gustaría amar así a alguien. Quisiera encontrar a algún muchacho o muchacha a quien darle todo lo bueno que siento dentro de mí. Como quisiste tú a mi abuela… Mi abuela… Creo que eso de que no perdonar es un castigo, eso que dijo con tanta tristeza hoy, encierra también mucho amor.

Me molesta haber sido tan duro con la abuela. Si te quería tanto, debe haberse sentido muy triste. Pobre abuela.

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Eh vuelto! Hace ya un año que no actualizo esta historia, pero eh vuelto inspirad@, muy pronto subo la siguiente parte que sería el capitulo de sparta, voy a aclarar algo, acá en mi historia raptor es bisexual uu. Bueno sin nada más que decir, Sayonara! ✨

-903 palabras-

<<lα мαɢια del αмor>>[ѕpαrтor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora