<<lα мαɢια del αмor>>[ѕpαrтor]

🌵Sparta🐷

Anoche soñé con el muchacho del cementerio y con la paloma que dibuje saliendo del sombrero.

La paloma venía a buscarme y me llevaba hasta él. Pero no podía alcanzarlo. Un lago enorme se interponía entre los dos.

El lloraba en la orilla y yo le hacía señas para que me viera. Un cisne blanco nadó hacía mí. Traía un mensaje en el pico. Cuando abrí el papel, me desperté.

Un sueño raro.

Se lo cuento a Rius. "Sparta, no debes volver al cementerio". Rius aparentemente no prohíbe, siempre se hace el que sugiere. "Ya la vida por sí sola nos trae las tristezas, así que no hay que salir a buscar las de otros y mucho menos si no puedes ayudarlos".

Decido callarme. ¿Pará qué discutir, si cuando vuelva a de serlo, iré al cementerio? Me molesta tratar de convencer a otro de algo que pienso o siento yo. Cada cual hace lo que piensa que es mejor. No estoy haciendo nada prohibido. Yo quiero vivir. Deseo sentir, no sólo el aire que me entra en los pulmones, sino también cada partícula de alegría, pero no lo es. Por tanto, no puedo estar ajena a eso. Creo que es una forma de amar no sólo a las personas cercanas, sino también a esos que nunca sabrán quién eres.

He hablado con Rius, pero me dice que esas grandes obras son para personajes literarios como Don Quijote o para personas excepcionales como la Madre Teresa de Calcuta. Ojalá yo fuera como uno de los dos. Soy sólo un muchachito que nada hace por nadie.? Por qué negarme la capacidad de sentir amor por los otros?

"Nadie lo hace por ti", me dice Rius, Timba y mi abuela. Pero a mí no me importa. Yo siento que el corazón me crece, que dentro de mí, algo se hace mejor cuando me suceden cosas así.