Capítulo 10: || Jardín||

805 73 22
                                    


♡♡♡

—¡¿Lo hiciste?! —

— Ya te dije que no, no puede hacerlo, sentí pena por él — Someya dio un suspiro de alivio, creyó que ese alfa sería tan estúpido desconsiderado y que no controlaría sus hormonas y tomaría anoche al pobre chico. Sin embargo fue razonable y no lo hizo.

Vino a la oficina de Kanou para preguntar por Ayase que había quedado solo con el alfa anoche, quedo preocupada por él. Kanou estaba ahí viendo unos papeles mientras hablaban.

— Más te vale, ya es demasiado para él —

— Tuve que resistir con todas mis fuerzas — Apretó los puños recordando lo adorable que se veía con el pijama. — Pensé en hacerlo mío ayer, pero lo hubieras visto temblaba como un pollito en nieve y no puede — Aflojó el cuerpo,  Ayase fue muy devoto, hizo lo que se supone que un omega debía hacer, no reclamo ni se quejo simplemente se mantuvo quieto y en silencio. Obedientemente.
No quiso hacerle pensar que era un objeto el cual se podía follar cuando él quisiera, Ayase era importante para él, mucho y quería que se llevaran bien. No quería lastimarlo, ni volver su vida más miserable de lo que ya era.

— ¡Como no iba a temblar! ¿Has visto su tamaño? Es como que un camión de carga intente montarse sobre un carrito. Es demasiado delgado y pequeño para ti, eres un gorila — Kanou arrugó el gesto y rodó los ojos. Sacó un cigarro y lo prendió.

— Ya viste que no lo hice, ya estás tranquilo. Ahora sí eso era todo, lárgate de mi oficina — Dio una calada al cigarro y continuo mirando sus papeles e ignoró al omega.

Este se puso una mano en la cintura y le miró ofendida por su poco tacto. Se dio vuelta para ir a la puerta completamente indignada y abrió no sin antes decirle:

— Adiós gorila, bruto — Así cerró la puerta y se fue.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Ayase pasó el camisón por su cabeza hasta que este cayó sobre todo su cuerpo. Luego se sentó en una silla frente al tocador de la recámara para mirarse al espejo.

Estaba preparándose para dormir. Ya había cenado, solo, pues Kanou vino un poco tarde hoy, pero ya había llegado, estaba cenando mientras él estaba aquí arriba alistandose para ir a la cama.

Había pensado en las palabras de su tía todo el día y sencillamente no hallaba forma de como se suponía de seduciría  a Kanou. Temia cometer un error y quedar como un idiota frente a su alfa, que en vez de seducirlo terminará asqueandolo y eso lo hacia desistir de intentar, pero también tenía miedo de su tía, que tal si Kanou se enfada y le reclama a su tía, se pondría furiosa y le odiría y no tendría a nadie, porque lo abandonaría a su suerte.

Además su tía tenía razón, Kanou era su marido. Su alfa. Poderoso, atractivo, adinerado, e importante. Y él... Simple, torpe e insignificante. ¿Qué más podría ofrecerle a ese alfa?
Hoy todo el día, estuvo sin hacer nada, andando por los pasillo, ordenando su ropa y zapatos nuevos, yendo por los jardines y leyó un libro que encontró en la habitación de Kanou sobre la guerra, era un libro muy sangriento y explicito para su gusto pero igual lo entretuvo.

Miró su reflejo y tomó el cepillo, peinó suavemente sus cabellos poniéndolo a cada lado de su rostro. Se colocó un poco de crema aromática en los brazos, cuello, clavícula y piernas, dejándole un delisoso aroma a vainilla que combinará con su aroma natural y original de omega.
No sabía que más hacer para resultar atrayente a Kanou, incluso había puesto un camisón más corto y de color blanco un poco transparente, pero aún así no sentía que funcionaría.

°Destino Atormentado° [Okane ga nai ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora