Tres años antes...
Escucho como de lejos suena lo que es la alarma de mi móvil, no puede ser, apenas y dormir tres horas y ya debo de ir a la escuela, me levanto perezosamente y apago la tortuosa melodia de mi celular, hago mi mayor esfuerzo por no volver a quedarme dormida, tras tomar una ducha rápida y tomar lo primero que encontré en lo que yo llamo "el limbo" es aquella silla que la mayoria tenemos para poner la ropa que no esta muy sucia pero tampoco esta limpia, es aquella silla que de noche te ha sacado los peores sustos y que a tu madre hace que se le altere la vena de la cien por que por culpa de esa tu habitación se ve desordenada... Verdad que la conoces.
Tras salir como rayo de mi casa y dirigirme a la parada de autobuses, por fin llego a la Universidad, entró sin llamar la atención de nadie, pues ayer de tan ocupada que estaba olvide una tarea, entró al salón y veo mi salvación, visualizo a aquella chica alta, morena y de un cabello rizo que la mayoría envidiaria, esa chica es mi mejor amiga Hanna.
Hanna y yo nos conocemos desde preescolar y literal siempre nos salvamos el pellejo una a la otra, somos inseparables aunque nuestras familias no encajen mucho entre si, nunca nos ha importado del todo
-Hany, mi bella mejor amiga, ¿Cómo despertó la mejor amiga de todo el universo? -Le digo mientras dejo mi mochila en el pupitre de al lado.
-¿Cuál tarea es esta vez Alex? -Me dice mientras comienza a buscar en su mochila
-Microbiología ¿La tienes? -Busca el cuaderno mientras me mira con una señal reprobatoria, me extiende el trabajo mientras me dice -En vez de tomar turnos extras en la cafetería y en el bar deberías de concentrarte más en esto, Alex no va a ser fácil, apenas comenzamos y mira -Se que no lo dice por dañarme, en cambio lo hace por que siempre me cuida.
-Lo se, pero es la única manera de hacerlo, es lo único que tengo, mamá no puede sola, además estoy bien, mírame -hago una seña de pies a cabeza -Fresca como una lechuga
-Lechuga la que tiene tu blusa, Alex ¿Cuántas horas dormiste hoy? -Me mira interrogante esperando una respuesta, de la cual ambas sabemos no le gustará
-Hoy si dormí... Fueron tres horas -Hanna frunce el ceño un poco molesta pero la expresión demuestra mas preocupación, la conozco y se que en estos momentos su lado protector esta saliendo a luz
-¿A eso le llamas dormir?... En cerio me preocupas Alex, al paso que vas no podrás con la carrera -Se que de verdad esta bastante preocupada, y mamá también.
-Lo se Hany tranquila que ya no tomaré mas turnos esta semana -Dejo mis cosas sobre el mesabanco mientras trato de domar al león que tengo por cabello, sin lograr mucho cambio en el hago un moño que parece ser más un nido de gorriones.
-Aquí esta, ya sabes, cambia algunas cosas -Tratando de hacer un pequeño resumen del trabajo escribo lo mas rápido que puedo, siento la adrenalina al mil, me siento como en aquellas películas de acción en donde está apunto de saber quién gana, cuando voy por lo mas importante algo muy molesto y chillón me interrumpe...
-Buenos días jóvenes, voy a cerrar la puerta -Aquella voz molesta pertenece a nada más y nada menos que a la profesora Villanueva, dios de las tortas, apiadate porque esta mujer no me vea, pero como de costumbre, la suerte no estuvo de mi lado del todo... -Vaya, señorita Marques, que milagro que nos honra con su presencia -Se porque lo dice, tan solo falte una vez, y es porque mi mente decía escuela, mi cuerpo cama y destino alguna parada a las afueras, ese día estuve más en un autobús que en la iglesia.
-Buenos días señorita Villanueva -Me levantó para hablarle -La clase continuó como de costumbre y las siguientes igual, al sonar el timbre de salida tomo mi mochila y mi chaqueta , camino de prisa a las puertas de salida con una Hanna caminando (trotando) detrás de mi
-Espera -Me dice casi a gritos -Calma, aún es temprano -Me dice cuando por fin me detengo una calle antes -Calma, yo voy contigo, te llevo, tengo la tarde libre -Me dice mientras me jala hacia el estacionamiento.
-Gracias Hanny, es que el viejo me está matando, busca cualquier excusa para rebajarme el sueldo -Le digo mientras abro la puerta del carro y me adentro a el
-Lo se, pero debes de tener calma, si sigues corriendo por la vida, ¿Cuándo tendrás tiempo para el amor? -Me dice y por automático suelto un bufido cargado de sarcasmo.
-Siento romper la burbuja, pero por amor estoy como estoy, si lo necesario para no tenerlo es estar corriendo siempre... Llámame Forest Gump -Le digo esto y las dos estallamos en risas.
-Y luego tú, te recuerdo que tú, mi querida amiga, eres una patata en lo físico -Le doy una mirada asesina y me abrochó el cinturón -Oh vamos chiqui, no puede ser tan malo ese tema -Me dice esto mientras enciende el motor.
***
Esto es mi día, servir mesas, soportar miradas llenas de morbo, desagrado, vergüenza, Hanny está sentada en una de las mesas del fondo esperando que mi turno termine para poder ir a casa, siento mis pies estallar, mis brazos están cansados y siento que si cargo una charola más se desvaneceran, camino hacia una de las mesas de mi sección que ha sido ocupada nuevamente y mis ojos encuentran a alguien que por un momento dudó en reconocer hasta que...
-¡Alex! -Me llama María, dios, María es una amiga de infancia, la conocí en uno de los campamentos a los que Javier me obligaba a asistir -No lo puedo creer, ¿Cómo has estado? -Me pregunta mientras se levanta para darme un abrazo el cual tardó en responder.
-Maria, qué gusto, estoy... Bien y ¿Y tú? -Le contesto mientras dejo la charola en la barra que está cerca.
-Yo me encuentro de lo más bien, pero, perdona que lo pregunté ¿Qué haces aquí? -Me pregunta mientras vuelve a sentarse.
-Lo que ves es lo que hay -Digo mientras señaló mi uniforme.
-Claro que no, no es todo lo que tú eres, eso lo sé, te recuerdo perfectamente y perdoname, pero no es todo lo que tienes por dar -Me dice mientras rebusca en su bolso, pero justo en ese momento escucho gritar...
-¡ALEX!, ¡MUEVETE O SERÁN 50 MENOS!, ¡YA, YA! -Escucho al viejo José gritar desde la cocina, le doy una mirada de disculpa mientras tomo de nuevo la charola.
Tiempo después noto que se ha ido, y lo entiendo, después de que el viejo José me hubiese gritado no me dejó ni siquiera respirar, esa mesa la atendió Carol, una chica bajita que era "la nueva", cuando estoy por salir del restaurante Carol me toma por el hombro y me dice
-Disculpa, la chica de la mesa 2 me dio esto, dijo que eran amigas -Me entrega una pequeña tarjeta blanca en el cual venía un número telefónico en rojo y al reverso decía...
"Llámame Alex, sé que tienes mucho más que dar"
Y así comienza el inicio de todo el embrollo y lo que sería la mejor de mis desiciones
Atte: Alex...
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¿Qué llevas puesto?
Teen FictionTan solo un día normal, el café ordinario, ropa casual y la resaca de un buen viernes, tantos recuerdos de la noche anterior me embriagan, su olor, su cuerpo, el como me hacia gritar... Nadie imaguinaba que una simple llamada podria cambiar tantas c...