Sakura Haruno, es una aprendiz ninja proveniente de la aldea de Konoha. La cuál, nos narra su historia al lado de su compañera aprendiz Ino Yamanaka.
Juntas, aprenderán un viaje hacia el conocimiento y hacia el descubrimiento de sensaciones que no p...
El sol comenzó a iluminar nuestra carpa, abrí mis ojos los cuales contemplaron la escena de Ino recostada de lado en mi brazo. Era real, si sucedió todo, no fue un sueño.
Ella despertó al sentir mis movimientos, la cuál volteo con una mirada pícara.
Ino: Sakura, no me arrepiento.- Dijo sonrojada mirándome
Sakura: Yo tampoco Ino, jamás imaginé que fueras así ehh.
Entre risas comenzamos a vestirnos para incorporarnos a la misión junto con Naruto y Kakashi.
Después de unas cuantas horas, llegamos a la ubicación citada en nuestro mapa, lamentablemente, el perímetro estaba rodeado por guardias de Otogakure.
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Kakashi: Naruto y yo los alejaremos, ustedes vayan en busca de las flores, cuando logremos perderlos, nos reencontramos al anochecer en el lugar que acampamos ayer, ¿De acuerdo?
"Si profesor". Exclamamos al mismo tiempo.
Kakashi: Andando Naruto.
Nosotras aguardamos un poco, esperando confirmar que no volvieran más guardias, nos infiltramos, corriendo en busca de la flor turquesa.
Ino y yo entramos a lo profundo del bosque, a lo lejos observamos el sembradio de flores. Se veían hermosas resplandeciendo por el reflejo del sol, pero notamos un olor particular, las flores desprendían una sensación fuerte, lo que ocasionó que comenzara una secuencia de estornudos por alergia, era muy fuerte el olor, pero teníamos que cumplir, nos encargamos de tomar las suficientes para un par de contenedores que teníamos con nosotras, esas eran las más peligrosas y raras, por lo que era necesario llevar más de ellas.
Cumplimos con nuestra parte, volveremos hacia nuestro camino para reencontrarnos con el resto del equipo.
Ino aprovecho para ducharse mientras yo me encargaba de esperar a los chicos para ubicarlos en el punto, procedí a enfocarme en organizar las tiendas y esconderlas bien entre los árboles y arbustos.
Ino volvió, y me sugirió aprovechar que aún no volvían para ir a ducharme, cosa que acepte y me encaminé.
El agua del río estaba muy deliciosa, estaba a gusto tomando mi ducha, cuando comencé a sentir que alguien me estaba observando, no pude disimula el miedo e intente idear rápido el plan de fuga, ya que me encontraba desnuda.
