«Está con sus amigos jaja mierda», pensó Jotaro cuando vio a Kakyoin al llegar al skatepark.
Efectivamente, Kakyoin estaba con 4 personas más. Un chico bajito, moreno y con una cinta naranja en el pelo, un chico más alto con rasgos japoneses y unas marcas un poco raras en la cara, otro que parecía un poco más mayor y llevaba el pelo blanco y peinado hacia arriba de forma también muy rara, y por último un chico rubio de ojos verdes que llevaba una cinta violeta y naranja atada en el pelo.
«Hora de hacer el ridículo», pensó Jotaro, y se acercó a la pista con su nuevo skate.
Puso la tabla en el suelo y se subió encima, decidió tirarse por una de las rampas del skatepark.
Segundos después, su skate estaba volando por los aires, Jotaro estaba tirado en el suelo y los amigos de Kakyoin se reían de él a lo lejos. Kakyoin trataba de aguantar la risa para no hacerlo sentir mal.
—¿Estás bien? —alzó la voz para preguntarle a Jotaro.
Jotaro se levantó rápidamente y caminó hacia donde había caído su skate.
—Sí, sí —se bajó la gorra—. No me jodas...
A pesar de que acababa de hacer el ridículo, nuestro niño nunca se cansa de ello, así que cogió su skate POR LOS RODAMIENTOS como buen posser que es y trato de fingir que no había pasado nada.
—PERO QUÉ HACES ANIMAL.
Jotaro se giró y vio como Kakyoin venía hacia él.
—El skate no se coge por los rodamientos, por dios —le dijo, enseñándole la forma correcta de cogerlo—. ¿Eres nuevo en esto o que, Jotaro?
—No...
—Sí, lo eres.
—Te dije que por ti cambiaba si hiciera falta.
—¿Y decidiste hacerte skater? Joder.
—Ahora me estoy arrepintiendo —se acercó a él hasta quedar a sólo unos centímetros de su boca y lo miró a los ojos, omg que tensión—. Si alguien pudiera enseñarme...
Kakyoin se sonrojó y se quedó sin palabras, hipnotizado por los penetrantes ojos azules de Jotaro.
—Ehh... Sí, yo podría enseñarte a andar en skate si quieres —le dijo.
Jotaro sonrió y se alejó de él.
—Guay. ¿Cuando empezamos con las clases, sensei?
—¿Clases de qué, idiota? Vienes aquí y te enseño un par de trucos, nada más —dijo Kakyoin.
—Si con eso conseguiré gustarte, me vale.
—¿Quién ha dicho que no me gustas?
Jotaro casi se cae al suelo.
Ay madre que está pasando gentE.
—Ehh...
Kakyoin soltó una risita.
—Con que dejes los porros me llega. No son buenos para ti.
—Si intentas darme consejos sobre las drogas, vas mal.
—Simplemente me preocupo por ti.
—¿En serio?
—Sí.
—No me jodas...
Kakyoin volvió a reírse.
«Joder, es adorable AAAAA», pensó Jotaro.
—En fin, voy a volver con mis amigos que luego se piensan que estamos tirándonos fichas o algo.
—Ah, ¿que no nos estábamos tirando fichas? —sonrió Jotaro.
A Kakyoin se le escapó una sonrisa.
—Bueno, me voy —le dedicó a Jotaro una de sus mejores sonrisas.
Jotaro se fue, bastante satisfecho. Su crush le iba a enseñar a andar en skate.
Si Kakyoin le decía que dejara los porros, los dejaría. Si Kakyoin le decía que dejara de ser tan cani, dejaría de serlo. Si tuviera que cambiar cualquier cosa de su personalidad por Kakyoin, lo haría. Haría lo que fuera por él.
Joder, qué romántico xd
Mientras tanto, Kakyoin volvía hacia donde estaban sus amigos, más rojo que un tomate y con la tabla de skate debajo del brazo.
—¿Qué? ¿Se lo has dicho ya? —preguntó Narancia, ansioso.
—No, por dios. Aún es muy pronto —respondió Kakyoin.
—Pues a él se le ve bastante dispuesto, ¿eh? —comentó Polnareff.
Kakyoin hizo una mueca confusa.
—Literalmente te come con la mirada —aclaró Caesar.
Kakyoin se sonrojó.
—Eso no es verdad... No creo que le guste realmente. Simplemente me mete fichas para intentar liarse conmigo y ya. No creo que tengamos una relación ni nada de eso. Ojalá.
—No seas pesimista, tío —dijo Okuyasu—. Te quiere meter la lengua hasta la campanilla, que se nota en su mirada.
—Cállate. No me hagáis ilusiones —Kakyoin soltó una sonrisa de enamorado estúpido.
«Mierda, me gusta un cani que intenta volverse skater para impresionarme. Soy patético», pensó.
¿Qué pasará con Jotaro y Kakyoin?
¿Jotaro aprenderá a andar en skate?
¿Le dolerá el culo de haberse caído en el skatepark?
¿Jotaro dejará los porros?
Nunca lo sabremos.
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Las tapitas de Dio | JoJo's Bizarre Adventure
HumorDonde Dio tiene un bar en Madrid y pasan cosas muy raras. → Los personajes no son míos, pertenecen a Hirohiko Araki y su JoJo's Bizarre Adventure.