Capítulo 3.

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Harry estaba muy emocionado e iba prestando atención a todas las cosas en el centro comercial que consideraba un buen regalo para su amigo Lou, sin embargo, nada lo convencía totalmente. Pasaron por muchas jugueterias y tiendas de regalos del lugar y el pequeño aún no conseguía un regalo adecuado, debía ser perfecto, su amigo se lo merecía.

—Bebé, ¿seguro que nada te gusta? Estoy algo cansada —dijo su madre dulcemente poniendo su mano en su hombro.

—Mami, es que no hay nada lindo para Lou, y quiero que sea algo que tenga y aprecie por siempre —se quejó el rizado mirando a su madre con tristeza.

—Bien, si tu lo quieres así, seguiremos buscando —dijo dejando un beso en la frente de su hijo para tomarle la manito y seguir caminando en busca del regalo.

Harry veía todos los mostradores de las tiendas esperando algo aún, ya había perdido la esperanza en encontrar algo pero algo brillante llamó su atención y fue corriendo y vio las cadenitas, las admiro un momento y luego miro a su madre que venia detrás de el.

— Harry, cariño, no corras por favor —dijo calmadamente para ver como a su hijo le brillaban los ojitos viendo las cadenas.— ¿Te gustan?

— ¡Si! mami, ¡me encantan! Una puede tener una "L" y la otra una "H" —afirmó emocionado y dando uno que otro saltito.— ¿Podemos llevarlas? Por favor, mami, yo me comportaré bien y comeré mis vegetales, ¡por favor, mami! —exclamó haciendo símbolo de suplica con sus manitos y puchero con sus labios.

—Preguntaremos el precio, cariño —tomó su manito entrando al local, el rizado tenía una sonrisa que marcaba sus hoyuelitos, en verdad le habían encantado las cadenitas.

Un rato después la emocion de Harry era fácil de notar, habían llevado las cadenitas, el rizado no podía esperar a dárselas a su amigo, sentía que le iba a encantar y ya quería ver su reacción. Anne vió a su hijo encantada, estaba tan feliz.

Louis lo hacia felíz.

Su felicidad se desvaneció cuando su madre le dijo que tendría su primer día de escuela en la ciudad al día siguiente, se angustió mas cuando supo que no iría con Lou, su Lou.

¿Como iba a sobrevivir con un montón de niños que temía que lo molestaran? ¿Como iba a sobrevivir en un ambiente totalmente desconocido? ¿Como iba a sobrevivir sin su mejor amigo?

Todo va a estar bien.

Se dijo a si mismo, tal vez haría mas amigos, su madre le dió una larga charla sobre eso, no tenía que tener miedo, tendría que ver el lado positivo, iba a jugar a divertirse, sin Lou, pero lo haría, una nueva experiencia no estaría nada mal para el pequeño rizado. Iba a extrañar a su amigo, pero sabía que ese momento iba a llegar, y tenía que enfrentarlo.

Al día siguiente se levantó mas temprano de lo normal, muchas emociones lo invadían, estaba nervioso, triste, emocionado, asustado, preocupado, pero al final intentó no pensar tanto en eso, Gemma iba a la escuela y no se quejaba, tal vez se iba a acostumbrar, su madre le dio un baño de burbujas y le hizo panqueques con crema y chocolate, sus preferidos, lo alentó y le dijo que todo iba a estar bien.

Se vistió con su respectivo uniforme, demasiado formal, pero adorable, su madre le dio su mochila de Doki que contenía los materiales y su merienda. Antes de que bajara del carro para comenzar una nueva etapa abrazó a su madre intentando no llorar.

—Cariño todo va a estar bien, vas a hacer nuevos amigos —su madre puso sus manos en sus mejillas y vió sus ojitos con lágrimas amenazando salir, le dió un beso en la frente y le dedicó una sonrisa, el rizado hizo lo mismo.

—Pero ¿y si no les agrado? —volvió a hacer puchero.

—No te preocupes bebé, te ira de maravilla, y si no les agradas, ellos no saben lo que pierden —abrazó a su hijo por última vez antes de que se dirigiera con una chica con uniforme que le tomó la mano para llevarlo a su salón.

Harry entró a su nuevo salón y vio a muchos niños de su misma edad jugando y algunos corriendo, habían juguetes tirados por todas partes, se adentró mas sin saber exactamente a donde ir, estaba un tanto nervioso, se acercó a un estante donde habían dinosaurios de juguete con una sonrisa, tomó un tiranosaurio morado y un niño corrió y se lo quito dandole una mirada de furia.

— ¡Yo lo vi primero, tonto! —el pelinegro le sacó la lengua y empujó al ojiverde.

—P-pero hay muchos más, y yo lo había tomado —dijo el niño con su voz rota.

—Si tantos hay toma otro tú, yo quiero este —exclamó furioso el pelinegro y después volvió a empujar al mas pequeño provocando que empezaran a caer lágrimas de sus ojitos verdes.

— ¡Oye déjalo! —el castaño empujó al pelinegro enojado.— ¿No tienes mas nada que hacer que molestar a los demás, David?

—Nadie te llamó idiota —el pelinegro rodó los ojos.

— Sabes que puedo hacer que mi mamá hable con la tuya y le diga que usas malas palabras —sonrió con malicia el castaño y el pelinegro tiró el juguete al piso yéndose con su grupo de amigos.

—Oye, oye, no llores, es un tonto —dijo el castaño intentando calmar al rizado.

—Lo es —se limpió sus lágrimas riendo un poco.— Soy Harrrry, ¿como te llamas? —dijo amablemente el ojiverde al castaño.

—Soy Liam —dijo sonriendo el castaño para después escuchar que su profesora decía que podían merendar.— ¿Quieres comer conmigo? Podemos compartir, traje sándwiches de queso.

— ¡Si! Yo traje muffins, entonces tu me das un sanduis y yo te doy un muffin —dijo emocionado y el castaño asintió, tomó la mano de su amigo para ir a una pequeña mesa y sentarse.

El rizado saco los muffins y su juguito de cartón sabor a manzana mientras el castaño sacó los sándwiches y su refresco.

— ¡Me gusta tu cabello, Harry! —exclamó el castaño con su boca llena.

—Gracias Li —dijo sonriendo para después dar un sorbo a su juguito.

Acabando de comer fueron a jugar y conversaron sobre algunos episodios de Doki y lo increíbles que eran sus aventuras

—Yo quiero viajar a la luna, dicen que es de queso, y a mi me encanta el queso —dijo el castaño mientras chocaba sus carritos.

—Yo tambien, iremos juntos un día Li —decía emocionado el ojiverde juntando las bocas de una barbie y su osito Ringo.—

— ¿Barbie y Ringo se van a casar? —preguntó divertido el castaño.

—Si, y tendrán una larga vida juntos, por siempre, ¡se aman! —exclamó el pequeño aún jugando con la muñeca y el peluche.

Así pasaron la tarde, hablando de temas “interesantes” para su edad, Harry estaba feliz, había hecho un amigo, con el cual podía compartir su merienda y hablar de los episodios de Doki. Liam, su nuevo amigo, había sido muy amable y esperaba jugar con el todos los días, y reunirse hasta fuera del kinder, había pasado un día pero ya quería mucho al castaño.









dedicado a cc_cn28 gracias por ayudarme en mis bloqueos JAJA t amo <3


lo mismo, gracias por leer 😼❤
ya tengo mas de 100 leidas y aunque parezca poco me sentí famosa chau JAJAJA 🤠✌

Sunflower... [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora