Sunflower... [Larry Stylinson]

Capítulo 4.

El día que Harry tanto esperaba con ansias por fín llegó. ¡Además de ser navidad era el cumpleaños de su mejor amigo!.

Debido a su emoción tan alta se levantó mas temprano de lo normal.

- ¡Mami, mami! Tenemos que ir a casa de Lou -dijo mientras saltaba en la cama de esta.

-Cariño aún es temprano, será en algunas horas, vuelve a la cama -explicó Anne cargando al niño y llevándolo de nuevo a su habitación.

-Pero mami, ¿no pasa nada si llegamos temprano, verdad? -interrogó algo decepcionado.

-Bebé, será mas tarde, ahora solo duerme, ¿si? -Anne acostó al pequeño en su camita otra vez y lo arropó.

-Pero es que ya lo quiero ver, mami.

-Lo se, lo se, pero ahora es momento de que duermas, es muy temprano aún, Harry -dijo Anne mientras intentaba hacer que su hijo no hiciera puchero.

-Está bien mamá... -bostezó el niño abrazando a su osito de nuevo y cerrando sus ojos para entrar en un nuevo sueño.

El niño logró conciliar el sueño, ya su mamá fue unas horas después a levantarlo, en verdad estaba muy feliz, Gemma buscaba algún atuendo u outfit que pudiera impresionar a Louis, o mejor, si había otro niño lindo en la fiesta, la castaña no creía que Louis le fuera a corresponder si ya la había rechazado.

Harry metió la cajita con las cadenas en una pequeña bolsa de regalo mientras Gemma llevaba una caja de bombones para Louis, ya estaban arreglados. Subieron al auto con dirección a la casa de Louis, en el camino Harry tatarareaba una canción de melodía alegre y Gemma solo agarraba el oso de Harry y le daba golpes en su cabeza para que hiciera silencio, el rizado le hubiera devuelto eso pero no podía pensar en otra cosa más que Louis.

Los minutos para Harry eran eternos en el trayecto, hasta que por fin se estacionaron y Harry abrió la puerta y dió un salto en el que se tropezó, pero simplemente se levantó y se sacudió para correr a la puerta e intentar alcanzar el timbre, pero era bastante pequeño, Gemma llegó atrás de él y solo se puso de puntillas para poder alcanzar el timbre y de inmediato unos ojos azules se posaron en la puerta.

- ¡Hazz, has venido! -abrazó a su amigo con fuerzas y notablemente animado.

- ¡No podría faltar por nada del mundo Lou! -el ojiazul sonrió y le tomó la mano dejando a una Gemma enojada e ignorada en la puerta.

- ¡Harry! -exclamó Zayn acercándose al rizado y dandole un abrazo haciendo que el rubio viniera con ellos también.

- ¡Te extrañamos Harry! -dijo Niall posteriormente.

-Yo a ustedes -dijo abrazándolos a los dos al mismo tiempo y luego Louis uniéndose al abrazo.

Jugaron un buen rato hasta que Harry llevó a Louis a una parte sola en el patio para poder darle su regalo, era algo tímido frente a los demás y aparte quería que fuera un momento solo de los dos.

-Yo, pasé todo el día en el centro comelcial buscando algo lindo Lou, así que espero que te guste mucho mucho como a mí -dijo sonriendo mientras sacaba las cajitas con las cadenas de la bolsa de regalo y le dió una de estas a Louis.

Las cadenas eran doradas, una era de un barco, otra de una brújula, el barco tenía la "L" a la vuelta al igual que la brújula pero con la letra "H".

-La tuya es la brújula, la mía el badco, un badco siemple necesita de su brújula para estar seguro y potegido, para no perderse -dijo Harry, había ensayado esas palabras, con ayuda de su madre.

-Hazz, es muy hermoso -se colocó la cadenita con una gran sonrisa y Harry solo lo miraba aún mas emocionado.

-Siemple sedemos amigos, Lou, ¿verdad? -decía el pequeño que tenía en sus ojos un brillo especial, ese que aparecía cada vez que estaba con Louis.