Proyecto Bebé

CAPÍTULO 6 - EL DESCUBRIMIENTO

El vientre de Tony se notaba bastante con sus siete meses, mientras que a Loki se le notaba casi igual que el castaño por su delgadez, a Clint no se le notaba tanto al tener menos tiempo de gestación, al fin y al cabo, Tony tenía siete meses, Loki seis y Clint solamente cinco y era por esta razón que aún no engordaba, visiblemente por lo menos.

—Quiero fresas – Murmuro Tony pensando en el desayuno, su esposo había ido a correr y él, fiel a sus nuevas costumbres se levantó a hacer algo de ejercicio suave y bañarse, ahora iba directo a la cocina.

Sin embargo, cuando paso por la sala de estar algo llamó su atención y definitivamente no era algo bueno. La sangre se le calentó rápidamente y la bilis le subió por la garganta.

No podía creer lo que veía, en sus propias narices, en su sala de estar, en su sillón... ¿cómo era posible? Los dos involucrados que se comían la boca en una posición totalmente descarada, ni siquiera lo habían notado.

El mayor estaba sentado en el sofá y sobre sus piernas tenía al menor quien restregaba su erección en la del contrario, mientras se besaban y acariciaban con ansiedad.

—¿Qué demonios? — Grito Tony sintiendo la ira fluir, los del sillón saltaron del susto que les produjo el grito y miraron con horror como IronMan estaba allí viéndolos en semejante espectáculo.

—Tony – Dijo en un murmullo el más joven, trató de acercarse, pero Tony empezó a caminar de un lado a otro – Calma, le haces daño a junior.

—¿Daño? ¿Yo le hago daño a mi hijo? — Pregunto molesto, el chico solo se quedó callado – Creo mejor que tú lo haces dándome estas impresiones.

—Tony – Trato el mayor de calmarlo, este le regaló una mirada furibunda.

—¡VIERNES! – Gritó con rabia

—Señor – Contestó la IA diligente

—Contacta a Steve ahora – En menos de un minuto tenía a Steve al teléfono en altavoz

—Tony ¿Qué sucede? — Era muy extraño que Tony lo llamara cuando corría, se sentía preocupado

—¡Rogers! aquí y ahora – Fue lo único que contestó y colgó, luego miró a la pareja que le devolvía la mirada con horror.

—Tony quisiera explicarlo – Trato de nuevo el mayor

—Cállate que cuando llegue Steve, lo único que vas a querer es salir del hielo más profundo de la Antártida donde te meteremos – Ambos pasaron duro saliva cuando escucharon la amenaza

—Tony no le digas a tía May – Pidió el chico

—Peter ¿Te das cuenta de lo que hiciste? — Pregunto aún molesto, en ese momento llegó Steve jadeando, se notaba que corrió hasta el lugar

—¿Qué sucede? ¿Te sientes mal? — Pregunto llegando ante Tony y mirándolo atentamente, ignorando a los otros dos en el lugar.

—Estoy bien, pero quiero que lo lances al océano helado de donde te recogieron – Apuntó Tony al mayor

—¿A Sam? — Preguntó Steve reparando en los otros dos, ambos tenían la ropa desarreglada y Peter tenía los labios hinchados, era obvio lo que estaban haciendo — ¿Sam?

—Steve – Hablo Wilson al capitán, este frunció el ceño al notar el completo de la situación – Lo amo

El silencio reino por unos segundos, dejando flotar la oración dicha, Peter sonrió como tonto y un sonrojo se instaló en sus mejillas. Tony y Steve se miraron entre sí y suspiraron.