(10) ¿Esto es real?

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- Pues... verás Lisa... tú... - las palabras empezaron a salir solas de mi boca - tú me... tú me gustas - lo dije, lo acabé diciendo, Tierra, trágame ahora mismo

- Yo... yo... - ella estaba con los ojos abiertos. Bien, ___ prepárate para que te rechace - ¡tú también me gustas!

- Vale, entiendo que no... ¿Qué? ¿Cómo? - pregunté sorprendido - ¿Y la persona de nuestra clase que te gustaba?

- Tu hermana me advirtió que no valías para estas cosas, pero no pensé que sería hasta tal punto. Esa persona eras tú, tonto - rió ella, a lo que yo me sonrojé un poco - Bueno... y... ¿ahora qué hacemos? - dijo bajando la cabeza, al parecer no era el único con la cara roja

- Pues... ¿quieres... salir conmigo? - acabé lanzándome a pedírselo, aunque la respuesta no me la esperaba.

Cuando le pregunté eso, se acercó despacio a mí mirando al suelo para luego darme un beso.

- ¿Eso es un...? - pregunté extrañado pero alegre

- Sí, es un sí - me respondió con una sonrisa en la cara

Como nuestras casas estaban en direcciones contrarias y era por la noche, decidí acompañar a mi novia a su casa. Durante el camino de nuevo había silencio, pero uno agradable. Estábamos cogidos de la mano, paseando los dos solos. Sin nadie más en la calle. Cuando llegamos a su casa nos despedimos con otro beso antes de que ella se metiera para dentro, aunque cuando estaba a punto de irme, la escuché gritando algo, creo que me lo decía a mí, pero no la entendí, así que me di la vuelta para ver que pasaba.

- Oye... ___... ya son casi las doce y media... y tu casa pilla algo lejos... ¿quieres quedarte esta noche? - me lo repitió cuando ya estaba más cerca

- Oye, Lisa, no te creía tan...

- ¡Pervertido! ¡Que seamos novios no significa que vaya a caer tan pronto! - me gritó mientras bajábamos la cara

- Okey, okey, lo decía de broma, tranquila. Bueno, ahora en serio. No tengo nada que ponerme de pijama, ni cepillo, ni nada. Además, no me gustaría molestarte con una cosa así - empecé a decirle

- Por el pijama no te preocupes, mi padre viene a veces y tiene aquí un pijama por si acaso, además, tengo varios cepillos de repuesto y la casa es muy grande y eres mi novio, no es ninguna molestia - así de sencillo, con esas pocas palabras, dió solución a todas las pegas que le puse. Como tampoco tenía ganas de andar hasta mi casa, acabé aceptando

Cuando pasé, llamé a casa para avisar de que no llegaría esta noche, que iba a estar en casa de Lisa. Luego, esperé a que ella saliera de la ducha para darme yo una y ponerme el pijama de su padre. Me estaba algo pequeño, pero tampoco tanto, así que me lo dejé puesto. Como no habíamos cenado aún, decidí hacer algo de ramen instantáneo. Cuando terminamos de comer, recogí las cosas y me fui a la sala de invitados para dormir. Serían al rededor de la una y media de la mañana y a las siete teníamos que levantarnos para ir a la escuela.

Cuando desperté por culpa de la alarma, noté algo agarrándome la camiseta que me impedía moverme mucho. Era ella.

- Buenos días, Lisa Durmiente, ¿qué tal has dormido? - le dije para despertarla

- Cállate tonto, déjame cinco minutos más - respondió aún medio dormida

- Está bien, dormilona, pero solo cinco minutos, luego no tendré compasión contigo - le advertí entre risas justo antes de salir de la habitación y ponerme a preparar el desayuno

Pasó el tiempo acordado, pero ella aún no bajaba, así que terminé de hacer la comida para posteriormente volver al lugar donde dormí esta noche.

- Te dije que cinco minutos, pero ya pasaron casi diez. Arriba, vamos - le dije tranquilo - levanta. Hice tortitas para desayunar - al oir esto le faltó tiempo para levantarse y bajar corriendo al comedor donde le esperaba la comida - a pesar de que dije que no tendría compasión - reí para mi mismo

Nos preparamos para ir a clase, hoy empezaba a las ocho en punto. Una vez que estuve listo, miré el reloj para ver cómo íbamos de tiempo. Las ocho menos veinte. Y se tardaba media hora hasta llegar si fuésemos andando.

- ¡Lisa! ¡No vamos a llegar! - grité desde la puerta

- Tranquilo, vamos en coche

- ¿Sabes conducir? - le pregunté extrañado

- ¿Olvidas que soy una idol y tengo un chófer? - rió ella

Rápidamente marcó un número en su móvil y se lo puso a la oreja.

- Oye, Jaime, ¿puedes venir a recogerme? Estoy en mi casa

Luego de un par de minutos ya había una furgoneta esperándonos. Cuando el tal Jaime me vio, se quedó boquiabierto.

- Jaime, por favor, guárdame el secreto, amigo - le pidió Lisa

- Vale... pero... ¿esta noche habéis...? - apenas podía hablar de la sorpresa el pobre chófer

- ¡No! Somos novios, no hicimos nada de eso aún - le respondió ella

Y así nos fuimos a la escuela en la furgoneta.

- Son las ocho menos dos minutos y estamos a seis manzanas de allí. No vamos a llegar - dije apenado. A primera hora teníamos lengua con la señorita Lee, la cual odia los retrasos

- Tranquilo, eso lo arreglo yo en menos de un minuto - me respondió Jaime justo antes de empezar a acelerar y a manejar a casi setenta kilómetros por hora mientras callegeaba por el viejo centro de la capital coreana

- ¿Esto es seguro? - empecé a preguntar asustado

- Tranquilo, tiene experiencia - a Lisa se le veía la emoción en los ojos y a juzgar por lo que acaba de decir no era la primera vez que pasaba

En menos de un minuto ya estábamos en la puerta de la escuela, así que nos bajamos y corrimos a nuestra clase para llegar justo antes que la profesora. Ni Rosé ni Inseong estaban presentes, creo que este turno les tocaba a Dahyun y a él.

Cuando finalmente llegó la hora del descanso, fuimos a la cafetería, y cuando estuvimos todos, Lisa y yo les contamos lo que pasó anoche.

Cuando finalmente llegó la hora del descanso, fuimos a la cafetería, y cuando estuvimos todos, Lisa y yo les contamos lo que pasó anoche

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No me dejes (Lisa y TN) (TN Male Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora