VIII

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Habían pasado tres días desde lo sucedido, todo estaba "bastante" normal entre todos, Eva se la pasaba con los chicos, salían juntos a caminar, pero no todo iba bien, Mónica hablaba mal de la rubia con todo el mundo, muchos jóvenes de otras clases...

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Habían pasado tres días desde lo sucedido, todo estaba "bastante" normal entre todos, Eva se la pasaba con los chicos, salían juntos a caminar, pero no todo iba bien, Mónica hablaba mal de la rubia con todo el mundo, muchos jóvenes de otras clases no la conocían, por lo tanto, muchos le creían, otros simplemente la trataron de mentirosa y se fueron, aunque eso era suficiente para lastimar socialmente a Eva, incluso sus amigos escucharon eso, había ocasiones en las que ella se quedaba sola en el recreo o simplemente se encerraba en el baño hasta que el recreo termine.

En la actualidad, chica se había levantado temprano para salir a comprar comida, tenía ganas de comer otra cosa que no sea ramen instantáneo. Se vistió y salió de la casa con la mirada en el piso, si se era sincera, no sabia como se sentía respecto a su estadía en Corea, no iba a pensar o decir que todo era malo, cuando es para ella, lo contrario; la gente es amable, solidaria y atenta a sus necesidades como nueva ciudadana en aquel país.

Al llegar al supermercado compró cantidad de comida, algunas personas la observan con atención, muy pocas tenían el privilegio de llenar un carro grande, por otro lado, ella ignoraba todo a su alrededor, solo quería comprar y largarse de allí lo más rápido posible, no sería agradable llegar tarde a la secundaria, aunque, viendo la hora, si lo haría. Lo que le sorprendía es que Elen no intentó  tomar el control, debía de estar alimentándose de su energía, o durmiendo.

Pago todo y salió del supermercado, apenas llegue guardaría todo en su respectivo sitio y saldría directo a la secundaria.

...

Las calles estaban poco transitadas, bueno, a esas altas horas de la mañana la gente ya andaba por levantarse y salir a trabajar, tan malo no era, el cielo estaba algo claro, y el aire parecía puro, cada inhalación la sentía placentera;  el viento suave se colaba por la ropa, erizando su piel, la semana se terminaba bien, o así lo veía.

Ya dentro, saludo a M-21, quien asintió lentamente, correspondiendo.

Llegó a su clase y vio la banca vacía de Raizel y Mónica, está última le provocaba dolor de cabeza, detestaba verla tan cerca de el, pero, menos mal Raizel no era tonto, y sabía todo lo que pasaba con las dos.

Ya sentada, saco sus libretas y termino los deberes, o más bien, reviso, su padre siempre le aconsejo que, a la hora de finalizar deberes, descanse su mente y luego vuelva a verlos, en caso de no encontrar algo bien hecho, lo mismo con dibujos u matemáticas; el cerebro necesitaba descansar cierra cantidad de tiempo para hacer las cosas mejor.

Agarró su celular y vio la hora, soltó un suspiro leve, más de treinta minutos faltaban para que el timbre de entrada sonase; ¿Raizel estaría durmiendo? Quizás y si, o andaría tomando de su café, algo normal ya. Sonrió, extrana estar sentada a su lado, como antes; ayudarlo con los deberes, mostrarle sitios para salir a caminar o comer, sentía que ese era su tipo de hombre, ¿Quien no querría a alguien tan educado como el?

¿ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀᴅᴀ ᴅᴇ ᴜɴ ɴᴏʙʟᴇ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora