Hermana entrometida vs. madre primeriza

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Suzuka dejó con suma delicadeza el proyecto que le habían encargado para el fin de semana. El bebé de plástico permaneció en silencio mirándola desde su escritorio, aquello le puso nerviosa y acarició la pulsera que llevaba en su mano derecha para tranquilizarse.

¿Cuáles eran las indicaciones?

Cuando el bebé llore, deberás calmarlo —se recordó.

Miró fijamente a su proyecto, eso podría suceder en cualquier segundo.

Uno.

Dos.

Tres.

Cuatro.

Cinco minutos.

Después de unas cuantas vueltas en su habitación, lo peor cruzó por su cabeza. De inmediato, cogió el móvil y escribió a sus amigas.

Tú _7:57
Creo que se murió
mi bebé

Annaisha_17:59
Vaya, sucedió más
pronto de lo que creí.

Aiko_17:59
¿Qué fue lo que
hiciste? 🙄

Tú _18:00
Llegué a mi casa y
estaba así

Annaisha_18:00
Tus habilidades de madre
me impresionan.

Ayami_18:01
Lo dice quien quiso
meter a su bebé en
una mochila

Annaisha_18:01
🤫

Aiko_18:03
Al menos no se le cayó
saliendo del salón 💀

Ayami_18:03
Fue un accidente

Tú _18:03
¿Qué debo hacer ahora?🧍‍♀️

Annaisha_18:04
Un funeral?

Aiko_18:04
Idiota

Tú_18:04
Eso no ayuda

Ayami_18:05
¿Si mi bebé no llora
significa que murió?

Annaisha_18:05
Funeral doble.

Aiko_18:07
Sí, muy divertido
pero olvidan que el
profesor dijo que
empezará a las
6:30 p.m.

Ayami_18:07
¿Por qué no lo
mencionaste
antes? ☻️

Annaisha_18:08
Idiota, Su-chan debe
haber estado llorando.

Aiko_18:09
No fui yo quien le
dijo que hiciera
un funeral

Tú_18:09
No estuve llorando

Un poco más relajada, Suzuka apagó su celular. Si hubiese prestado un poco más de atención durante la explicación en clases, habría conocido la hora en que comenzaría la simulación; pero en ese momento, estaba ocupada pensando en lo que había dicho Yui.

«Si te gusta Moa, solo deberías decírselo».

Conforme la luz natural se iba de su habitación, la cara del bebé se ensombrecía dándole una apariencia digna de una película de terror. Prendió una de las lámparas cercanas para evitar tener pesadillas, y el rostro angelical de su "proyecto" regresó a la normalidad.

—No me gusta Moa —pudo imaginar al bebé de plástico llamándola mentirosa—. Solo como amiga, supongo.

Como era de esperarse, no recibió respuesta alguna.

—Es decir, es imposible que me guste —se recostó sobre su cama y suspiró—. O que yo le guste.

Silencio.

MAMÁ(S) ママDonde viven las historias. Descúbrelo ahora