- ¿Había deberes? - pregunta Samantha cuando los dos se sientan en el escritorio de Flavio, uno al lado del otro en sillas diferentes.- Si, ¿no los apuntaste? - ella niega y él rie al ver lo despistada que es Samantha - toma, están aquí apuntados - le tiende la agenda donde tenía el número de la página y los ejercicios que había que hacer de cada asignatura.
- Gracias - le sonríe al terminar de apuntarlos en su agenda - no sé qué haría sin ti
Samantha aparta la mira de Flavio y se pone a hacer los ejercicios, sin embargo él no apartó la mirada de ella.
Estaba ahí mirando como Samantha estaba concentrada en resolver ese ejercicio, tan guapa como siempre, esos ojos azules que a Flavio le transportaban al mar, sus labios entre abiertos que para él eran tan perfectos y le encantaba probarlos una y otra vez, y sus lunares, los lunares que a Flavio le volvían completamente loco, esos lunares que le hacían llevarle a ese lugar que llaman paraíso.
Y sin darse cuenta había estado más de cinco minutos mirándola, y la verdad que no se cansaba, podría pasarse así horas.
De repente un mechón de pelo de Samantha que estaba enganchado por detrás de su oreja se desengancha de dicho sitio y la punta cae sobre el lugar donde estaba escribiendo.
Él se da cuenta y rápidamente le vuelve a enganchar el mechón por su lugar inicial y ella sonríe ante el gesto del chico.
A Flavio le pareció tan adorable su sonrisa que no se resistió y dejó un suave beso en su mejilla, haciendo que miles de mariposas revolotearan por el estomago de Samantha, y es que eso solo lo sentía con él.
Cuando quiso hacer el intento de volver a escribir, se quedó solo en eso, un intento, ya ni se acordaba de escribir, realmente le había despistado solo dándole un beso en la mejilla, que puede ser nada, pero para Samantha es mucho más de lo que uno se piensa.
Ella le mira y ríe.
- ¿Que pasa?
- Que me has despistado, Flavio
- Perdon - rie - tranquila que yo llevo cinco minutos viendo lo guapa que eres - le deja otro beso en la mejilla y ella sonríe.
- Nos despistamos mutuamente - estaba vez ríen los dos ante el comentario de la chica.
Nada más terminar de reír se pusieron a hacer los ejercicios que tenían que hacer, y así se pasaron un rato en un silencio cómodo, de vez en cuando levantaban la vista del papel y se miraban, como dos adolescentes enamorados que son.
Terminaron y decidieron ponerse a ver una película en el sofá, así que eso hicieron, Samantha se acurrucó en el pecho de Flavio y se taparon con un manta mientras veían la peli.
Al rato alguien llamó al timbre, así que pararon la película y Flavio se levantó a abrir.
Era su madre que no tenía llaves.
- Hola hijo ¿que tal? - entra a casa
- Muy bien - sonríe
- ¿Ya has pensando en eso? ¿Has tomado la decisión? - va entrando poco a poco en casa y ve a Samantha sentada en el sofá y ella hizo como que no escucho nada - ay, hola Samantha no sabía que estabas aquí
- Hola - le saluda ella sonriente
- Estaré en la habitación, cenaremos en un rato - dice la madre de Flavio y los dos asienten
Cuando Lola se fue del salón Flavio se sentó al lado de ella para acomodarse en la misma posición que antes pero antes se fijó en la cara de la chica y es que está le miraba extrañada.
- ¿Por qué me miras así? ¿ha pasado algo?
- ¿A que se refería tu madre con eso de que tienes que tomar una decisión? - dice directamente
- Nada son cosas de ella - él ahora mismo no se lo quería contar
- Flavio se que me estás mintiendo, aquí hay algo de lo que no me estoy entrando
- ¿Quieres saberlo? ¿de verdad quieres saberlo? - alzo una poco el tono de voz
- Si lo quiero saber, soy tu novia me puedes contar lo que sea - dice ella intentando tranquilizarle
- Puede que en unos meses me mude a Londres - suelta
- ¿Que? ¿Por qué? - se sorprende
- Me ha llegado una invitación de La Academia de Piano de Londres, quieren que haga la audición
- Pero Flavio eso es fantástico - sonríe - ¿por que estas tan triste, ese no era tu sueño?
- Y lo sigue siendo pero yo no me quiero ir, no quiero estar lejos de ti ni de mi madre ni de nada, tengo mi vida aquí
Samantha no dice nada simplemente le abraza y al rato se separan.
- Mira Flavio si te vas yo te voy a echar mucho de menos y estaría muy triste porque no voy a poder estar contigo pero tienes que mirar el lado bueno de las cosas, vas a estar cumpliendo tu sueño, ¿cuantas veces me has dicho que tienes miedo de tu futuro? vamos Flavio ¿te das cuenta de que puedes llegar a ser el mejor pianista del mundo? deberías de estar alegre, que te inviten a las audiciones de la academia de piano más prestigiosa del mundo no es algo que se consiga todos los días - dice ella con su característico positivismo y sacándole sonrisa a Flavio.
- Gracias - sonríe aún más
- No me las des, yo no pienso dejar que renuncies a tu sueño por mi, y lo sabes, así que el día que sea la audición te vas a presentar allí y vas a tocar el piano como no lo has hecho nunca, ¿está claro?
- Si, señora - ríen - me encanta tu positivismo, no sé qué voy a hacer sin ti
- Si te mudas yo voy a seguir estando, no físicamente pero por la parte emocional si, y te voy a llamar cuando pueda y tú puedas y voy a estar animándote a traves de la pantalla y de los miles de kilómetros que nos separan.
Y así iba a ser.
Porque ella siempre estuvo, estára y estaría.
✨✨✨✨✨✨✨
ESTÁS LEYENDO
Lo apuesto todo al amor ~ Flamantha ~
FanfictionFlavio y Samantha dos adolescentes de 16 años, se encuentran en un instituto de Madrid para hacer el bachillerato artístico. Flavio ya hizo la eso en este, pero Samantha llega nueva desde Valencia. Pues estos van a ser los protagonistas de esta hist...