Yo soy Samantha, una chica normal, con una vida normal. Bueno, en realidad... se podría decir que no. A quien voy a engañar, no tengo una vida normal, a veces si desearía ser una chica normal con el dinero justo y necesario, pero va a ser que no. Mi padre es un empresario famoso aquí en España que trabaja en la empresa de la que mi madre es la imagen de la marca. Es una empresa bastante grande, y como es de esperar, mis padres ganan mucho dinero, más del que me gustaría. Nunca he sido una niña mimada, nunca me ha gustado serlo y nunca lo he sido, me fastidia mucho tener que depender siempre de mis padres. A veces me gustaría saber que es lo que se siente al tener que trabajar y pagarte tus propios gastos, siempre he preferido eso pero mis padres son mi padres. Mi anterior vida en Valencia hasta este último año ha sido genial, y eso que no soy muy social, la verdad nunca me ha gustado mucho eso de tener cientos de amigos. Siempre me ha gustado ese refrán de "mejor sola que mal acompañada". Pero este último año ha sido horrible, la gente se acercaba a mi por mi dinero, y cuando mi mejor amiga se enteró de quien eran mis padres me dejo de lado y empezó a decir que se me había subido la fama a la cabeza. Yo me sentí fatal, todo el mundo me miraba raro, y otros simplemente querían ser mis amigos por lo que todos y todas sabemos. Hablé con mis padres y les dije que me quería cambiar de instituto. Ellos tenían pensado irse a Madrid, ya que casi siempre estaban viajando para allí por trabajo, así que les vino muy bien y la verdad que a mi también. Espero que aquí en Madrid todo el mundo sea a amable y que no sean unos interesados.
Y bueno pues empezamos bien el curso, ya me he metido con un chaval, que me ha reventado un poco su actitud, y yo como soy una chica muy impulsiva no pude estar callada y reaccioné. Después de decirle esas palabras me fui y lo dejé ahí plantado, camine por el pasillo mientras las palabras que le dije rebotaban en mi cabeza.
"¿Me vas a decir tú con quien tengo que dejar de meterme? mira chaval yo me meto con quien me de la gana, y los niñitos como tú me revientan mucho así que espero que no te vuelva a ver en la vida, pero tristemente estamos en el mismo instituto y vamos a tener que cruzarnos, ah y tengas pensado lo que tengas pensado hacer no lo hagas, lo digo por tu bien"
Sacudí mi cabeza disimuladamente y esos pensamientos se esfumaron. Llegue a clase y me senté más o menos en el medio al lado de una ventana. Al rato alguien se sentó a mi lado.
- Hola - dice una chica morena con el pelo ondulado
- Hola - le sonrío
- ¿Que tal? Veo que eres nueva, no te había visto por aquí - sonríe - soy Ana Julieta, aunque me puedes llamar Anaju
- Encantada yo soy...
- Lo se, eres Samantha
- ¿Como? ¿Por qué lo sabes? - pregunto sorprendida
- Pues porque se quien eres, te pareces mucho a tu madre, pero tranquila no estoy aquí por nada de eso, solo quería hablar contigo porque me pareciste maja
- Tú también me pareces muy maja, pero después de todo por lo que he pasado me cuesta mucho confiar en la gente, aunque creo que en ti puedo hacer una excepción- digo
- La verdad me ha costado un poco venir a hablarte, no soy muy social, para que mentir
- Pues ya somos dos - rio
- Creo que tú y yo podemos llegar a ser muy amigas
- Pues claro que si Anaju
- Vi lo que paso antes - cambia de tema - con el Flavio ese
- ¿Flavio? ¿se llama Flavio? - me parecía extraño el nombre, nunca lo había escuchado
- Si, se llama Flavio - suelta una carcajada - bueno que eso que vi lo que paso, y estuviste muy bien, nadie se había enfrentado a él nunca, y gracias por decir lo que deberían de haberle dicho hace tiempo
- No es nada de verdad, el chico se lo merece, es un fuckboy ¿verdad? - ella simplemente asiente - lo sabía
No se cómo, pero sé distinguir cada tipo de persona por su apariencia, es verdad que hay personas que al principio pueden ser de una forma a primera vista y luego cuando las conoces son distintas, pero yo cuando conozco a alguien, desde un primer momento ya sé qué tipo de persona es, soy muy curiosa y siempre me fijo en el más mínimo detalle de las cosas. Por eso me pasa eso.
Anaju me ha parecido una chica fantástica, es muy maja, y podremos llegar a ser buenas amigas, entiendo que me conozca, la verdad es normal, por mi apellido que lo habrá visto en las listas y porque como bien dijo ella me parezco mucho a mi madre,
Anaju siento que es el tipo de persona sincera, y que cuando tiene que decir algo lo dice, puede que esté un rato pensado en decirlo o no, pero lo dice y bien, además me confesó que no es muy social, lo mismo que me pasa a mi, así que ya tenemos más cosas en común.
De repente unos chicos entran por la puerta, entre ellos Flavio, o así me había dicho Anaju que se llamaba. Es un chico de gafas, alto, moreno, ojos marrones, y me flipa su estilo para vestir, era muy básico pero no estaba nada mal.
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Aquí un poquito sobre la vida de Samantha, ahora que ya conocemos a los dos personajes principales, pasaremos a la trama.
Parece ser que los dos lo han pasado mal en el pasado, por ahora ¿veis que tengan algo más en común? ¿o pensáis que son completamente distintos? Quizás tengan más cosas en común de las que os pensáis👀¿Os está gustando? ¿Que os perecen los papeles que les he asignado a cada uno?
Espero vuestras opiniones en los comentarios o en mi twitter @adoreyoufla
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Lo apuesto todo al amor ~ Flamantha ~
FanficFlavio y Samantha dos adolescentes de 16 años, se encuentran en un instituto de Madrid para hacer el bachillerato artístico. Flavio ya hizo la eso en este, pero Samantha llega nueva desde Valencia. Pues estos van a ser los protagonistas de esta hist...