La tarde se les paso volando, entre risas, y algún que otro descubrimiento.Flavio se había enterado del problema de audición de Samantha, él estuvo en todo momento bastante interesado, así que ella le contó todo sobre ese tema, que tenía pérdida de agudos, de graves también, pero que los graves los coge con las vibraciones, así que Flavio se dio cuenta de una cosa que sabe hacer desde pequeño, y es que llega a notas muy bajas, así que empezó haciendo el grave y a Samantha le empezó a vibrar todo, ella ya había escuchado sonidos graves, pero no tanto como los graves de Flavio. Sentía que le vibraba todo, hasta a veces le molestaba y le tenía que decir que parara.
Un rato después Samantha se fue acompañada de sus padres de casa de Flavio.
Habían pasado un buen rato entre amigos, habían cogido mucha confianza, y a Flavio le pareció agradable la visita de Samantha, sin duda le hizo sentir mucho mejor.
Llego el día siguiente por la mañana, y los dos se encontraron en las taquillas antes de entrar a clase, como ya era de costumbre.
- Hey - le saludo Flavio mirándola con una sonrisa abriendo la taquilla.
- Hola ¿que tal? - respondió ella sonriente.
- Muy bien ¿y tú?
- Muy bien también - le mira la rubia
- Me alegro - sonríe- ¿hoy puedes venir a mi casa? - le pregunto él
- Claro, ya se me había olvidado que tengo que ir a darte clases - rie
- Oye, no son clases, solo vamos a estudiar juntos
- Ya, claro claro - responde con sarcasmo mientras los dos ríen.
Minutos más tarde, entran a clase, y clase tras clase va pasando sin nada interesante que hacer, todo es teoría y más teoría.
A la salida de clase, Flavio y Samantha se despiden quedando de acuerdo en la hora, para que ella fuera a casa de él.
Y sin darse cuenta ya era la hora que Samantha fuera a casa de Flavio, así que se puso en camino.
Llego y toco el timbre, esperaba que le abriera Flavio pero fue Lola la que abrió.
- Vaya, hola Samantha - se sorprende la madre de él al ver a la rubia en el porche de su casa.
- Hola - sonríe la rubia
- Pasa, Flavio está... - hizo una pausa sin saber qué decir - está en el salón, yo ya me iba - coge el bolso y se va.
Samantha se sorprende por la reacción que había tenido la madre de Flavio ante eso, pero pensó en que tendría prisa y lo dejo pasar.
Se fue adentrando en la casa, y una melodía inundó sus oídos, se escuchaba de lejos, parecía venir del salón. Podía tener problemas de audición pero eso lo escuchaba perfectamente.
Paso por lo que separaba el salón de la entrada y lo que vio le sorprendió. ¿Por qué Flavio no le había dicho que toca el piano?
Ella estaba asomada, y el chico ni se había percatado de la presencia de Samantha en su casa, ni había escuchado el timbre de lo concentrado que estaba tocando esa misma melodía.
Esa melodía era preciosa, desde donde estaba ella, podía ver como los dedos de él bailaban por las teclas blancas y negras, como su cabeza se movía al ritmo de la canción que estaba tocando y como ponía esas caras que pone cuando está concentrado en algo que a ella le gustan tanto.
Termino de tocar y Samantha entro finalmente al salón, lo que le sorprendió al chico.
- ¡Flavio que pasada! - dice ella emocionada acercándose a donde estaba sentado el.
- Samantha pero... - Flavio no sabía qué decir, ella le había escuchado tocar, ahora mismo tenia mucha vergüenza. - ¿me has escuchado?
- Claro, tocas genial en serio
- Pues gracias, supongo - se sonroja
- ¿Por qué no me habías contado que tocas el piano?- pregunto la chica
- No es algo que sepa mucha gente
- ¿Quien no lo sabe? - Samantha frunce el ceño
- Pues no lo sabe mucha gente, solo lo sabe mi madre y ahora tú - rie para quitarle seriedad al asunto
- Vaya - rie ella también - y ¿podrías tocar otra? - le pregunta ella poniéndole pucheros como una niña pequeña
- Está bien - cede el chico después de un rato de Samantha insistiendo - ¿que quieres que toque?
- ¿Te sabes alguna de Belen Aguilera? - pregunto ella con esperanzas de que él supiera de la existencia de esa cantante
- Claro, es de mis cantates favoritas - asiente Flavio
- La mia también - sonríe - ¿Mia te la sabras no?
- Si, pero sólo piano, lo que es cantar, mejor no
- Pues canto yo - en ese momento Samantha se dio cuenta de lo que había dicho por la cara sorprendida de Flavio, ella lo soltó así de repente, nunca había cantado delante de alguien, sus padres la escuchaban cantar desde su habitación pero ya, nada más, ahora que había dicho eso, ya no había vuelta atrás, iba a tener que cantar delante de él.
Desde la confesión que había dicho la rubia, él ya no se sentía tan avergonzado, se sentía mucho mejor, y tenía ganas de escuchar a Samantha cantar. Así que le hizo un hueco para que se sentara al lado de él y colocó sus manos en los primeros acordes de la canción. Comenzó a mover sus dedos rápidamente y Samantha comenzó a cantar. Para Flavio la voz de Samantha cantando era súper dulce y le gustaba mucho, la chica cantaba realmente bien, y llegaba a notas bastante altas, que a Flavio le sorprendió.
Ella estaba en su burbuja, pero con él, nunca había cantado la canción para nadie, y menos con un piano en directo, pero cuando el chico comenzó los primeros acordes a Samantha se le quitó la vergüenza y pudo notar como a él también se le quitó.
- Que bien cantas - le dice Flavio al terminar la canción
- Gracias - se sonroja - nunca había cantado para nadie
- Me alegra ser el primero - sonríe - y bueno tú eres la primera a la que le toco el piano en directo
- ¿Por qué nadie sabe que tocas el piano? - se interesa Samantha
- Si lo cuento estarían todo el día diciéndome que les tocara algo, y me da vergüenza - se sincera
- ¿Vergüenza, porque? si es genial - le anima ella - ademas conmigo has tocado perfectamente
- Lo se, pero es que contigo es diferente - le mira a los ojos
- ¿Diferente? ¿Por qué? - pregunta confusa sin entender nada
- Por esto
Sin pensárselo dos veces Flavio se lanzó a los labios de Samantha. Al principio ella se quedó un poco paralizada pero al segundo reaccionó y le siguió el beso. Flavio puso su mano en la mejilla de la chica profundizando el beso.
Fue un beso largo e intenso, obviamente eso no iba a llegar a más, solo era un lío.
Y para lio, la que habiendo liado, sobre todo Flavio, eso era lo que no sabían, no lo sabía ni él mismo, a partir de ahora las cosas del pasado iban a salir a la luz y tendrán que lidiar con ello.
Flavio había hecho algo en el pasado que ahora les pasaría factura.
Ahora mismo él se ha dejado llevar por su corazón, y en ese momento su corazón le pedía a gritos que no dejara de besar a Samantha.
Pero mientras ahí siguen liándose en ese taburete que hace unos minutos estaban sentados al lado pero ahora Samantha estaba sentada encima de Flavio, de manera en la que sus cuerpos están bastantes pegados y ella coge las mejillas del chico mientras él le acaricia las piernas a ella.
Nada más y nada menos que dos adolescentes liándose en la banqueta de un piano, pero a partir de ahora pueden tener opiniones distintas sobre cómo llevar la que acaban de liar.
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Lo apuesto todo al amor ~ Flamantha ~
FanficFlavio y Samantha dos adolescentes de 16 años, se encuentran en un instituto de Madrid para hacer el bachillerato artístico. Flavio ya hizo la eso en este, pero Samantha llega nueva desde Valencia. Pues estos van a ser los protagonistas de esta hist...